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La Gürtel llama a 'diez negritos' de las mamandurrias de Aguirre

Las 'mamandurrias' en las facturas de los actos organizados por la trama Gürtel para la el "lucimiento político" de Esperanza Aguirre sigue ganando protagonismo en el juicio. Tanto que el elenco de personas que tendrán que declarar como testigo va a aumentar con otros diez altos cargos de la Comunidad de Madrid para aclarar esa sospechosa manía que tenían las consejerías de trocear los pagos de los eventos que montaban las empresas de Francisco Correa para así eludir los controles administrativos. No son los 56 que en su día reclamó que testificase una de las acusaciones, la que ejercen los socialistas madrileños, ni se conoce aún quiénes serán los diez 'elegidos', pero está claro que el nombre de la 'lideresa' seguirá sonando con frecuencia en la sala de vistas y, desde luego, no como la 'presunta' descubridora de la red de corrupción.

Aún no se conoce la identidad de los diez altos cargos que serán 'elegidos' para explicar ante el Tribunal la más que sospechosa costumbre de la Comunidad de Madrid de trocear facturas

Ha sido la gran novedad de la sesión de la mañana del juicio de la Gürtel que ahora entra en una fase de de declaraciones autoexculpatorias de personajes de segunda fila. Hoy le tocaba el turno a Alicia Mínguez, una administrativa que entró a trabajar en las empresas de la trama cuando tenía 21 años y que es señalada por la Fiscalía Anticorrupción como la 'chica de las facturas'. Ella, sin embargo, se ha presentado como una simple 'mandada' que si elaboraba albaranes, cuadros Excel de gastos o cualquier documentación contable era porque algunos de sus jefes -y tenía muchos- se lo decían. Bueno, al final también ha reconocido que ejercía el papel de 'cobradora del frac' con la Comunidad de Madrid, que ya se sabe que el Ejecutivo de Aguirre para encargar la organización de eventos sólo necesitaba un minuto, pero a la hora de pagar se lo tomaba con mucha más calma.

Las célebres 'hojas de coste'

Al fin y al cabo, y como ya ha pasado en jornadas anteriores de la vista, esos más de 400 actos que la trama Gürtel organizó para la 'lideresa' siguen convirtiéndose en el epicentro del interrogatorio a un procesado, en este caso a la 'chica de las facturas'. Por ello, por las pantallas de televisión presentes en la sala para mostrar documentos del sumario han pasado algunas de las facturas y de las célebres 'hojas de coste' de algunos de estos actos que ya son 'como de la familia' para los tres jueces del Tribunal dada las veces que ya se han mostrado en estas semanas. Que si el homenaje al montañero César Pérez de Tudela, que si el 25 aniversario de los ayuntamientos democráticos, que si la presentación de casas rurales...  Todas ellas con la célebre partida de "varios" con la que se sospecha se ocultaban las 'mordidas' que la trama tenía que pagar a los políticos que echaban 'una mano' a conseguir los contratos.

La declaración de la 'chica de las facturas' ha permitido oír de nuevo en la sala que era la Comunidad de Madrid la que daba las instrucciones para fraccionar las facturas

Alicia Mínguez no ha aclarado mucho sobre estas cuestiones ya que, como ha dicho en repetidas ocasiones, a ella se lo daban "todo hecho" y se "limitaba" a cumplir órdenes de sus jefes. "Es que a mi no me daban explicaciones y yo tampoco las pedía", se ha justificado cuando la Fiscalía le ha interrogado por los documentos contables hallados en un 'pendrive' que era de su propiedad.  Lo único que ha reconocido en un par de ocasiones es que si se dedicaron a la más que sospechosa costumbre de 'trocear' facturas fue porque lo pedían desde la Comunidad de Madrid. Un argumento ya escuchado en la sala varias veces por otros procesados y que convierten la declaración del ex viceconsejero de Aguirre y hoy sentado en el banquillo de los acusados, Alberto López Viejo, en clave para saber hasta dónde puede salpicar tanta 'mamandurria' que, no lo olvidemos, entre los años 2004 y 2008 les costaron al bolsillo de los ciudadanos 6,48 millones de euros. Bien vale dicha cantidad que vengan a declarar como testigos los 'diez negritos' de la lideresa que deben conocer los detalles de tanta factura 'loncheada'. Si no, sólo quedaría llamar a Agatha Christie.

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