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El exjefe del grupo de élite contra los narcos de la Guardia Civil está destinado en un puesto "burocrático" en Madrid

El cese de la actividad del OCON Sur, grupo de élite contra el narcotráfico, sorprendió en la Guardia Civil. Su jefe, ahora investigado, está en Madrid

Operación de la Guardia Civil contra el narcotráfico
Operación de la Guardia Civil contra el narcotráfico GC

No faltan las voces internas de la Guardia Civil que trazan paralelismos entre la lucha contra el narco en Cádiz con la lacra del terrorismo que puso en jaque el norte de España durante décadas: en ambos casos, afirman, existe una organización paralela al Estado que impone su ley. Si bien las motivaciones son diferentes -principalmente política para ETA y económica para los delincuentes de la droga-, en ambos casos han urdido una red de apoyo entre ciertos sectores de la ciudadanía que permite su actividad.

“O les detenemos, o vienen a por nosotros”, es la consigna que se escuchaba en la lucha antiterrorista y que ahora emplean los miembros de la Guardia Civil destinados en Campo de Gibraltar e inmediaciones; y que el pasado viernes, en Barbate, cobró su máxima expresión con el asesinato de dos agentes embestidos por una narcolancha. Los uniformados apelan a un espíritu de supervivencia para, a base de ingentes horas de trabajo, desarticular clanes -entonces comandos- que han establecido su base de operaciones en diversos puntos del sur de España.

Algunas de estas áreas se han convertido en escenarios más que hostiles para Guardia Civil y Policía Nacional. Basta recordar, como ejemplo, la batalla campal del pasado mes de septiembre en La Línea de la Concepción. Un narcobarrio se sublevó contra los agentes que llevaban a cabo una operación antidroga, levantando barricadas, organizándose en grupos de hostigamiento y lanzando una lluvia de cascotes y piedras contra la autoridad.

El hito que permitió a la Guardia Civil adelantarse a la actividad de ETA fue la creación del Servicio de Información, una unidad especializada que adquirió las destrezas y medios necesarios para combatir a unos terroristas que amenazaban a la línea de flotación del Estado. Hasta entonces, el Instituto Armado contaba con unas estructuras antiterroristas obsoletas, siendo, además, objetivo prioritario de los pistoleros.

Fuentes internas del cuerpo consultadas por Vozpópuli esbozan un símil con la lucha contra el narco. El sur de España es objetivo prioritario para los delincuentes, quienes desde esta región tienden puentes para la droga procedente de América y África.

Sus estructuras se han desarrollado hasta tal punto que, para muchos de ellos, su principal enemigo no son las fuerzas de seguridad, sino los miembros de clanes rivales con los que mantienen una cruel competición por convertirse en los mayores distribuidores de estupefacientes. Sólo así se entiende que las armas intervenidas a los clanes de la droga sean cada vez más complejas, incluyendo armamento de guerra. Las adquieren para defenderse ante posibles vuelcos. Y no dudan en emplear todos sus medios, como ocurrió en Barbate, para golpear igualmente a la Guardia Civil.

Iniciativa contra los narcos

Pero la lucha contra el narco comenzó a cambiar las tornas en 2018. En esa época, el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska anunciaba una batería de medidas destinada a la lucha contra la inseguridad en Campo de Gibraltar. Entre ellas destacaba la creación de una unidad específica de la Guardia Civil con dos objetivos principales: combatir el narcotráfico y perseguir el blanqueo de capitales, derivado de la primera actividad. A este grupo de élite se le llamó Organismo de Coordinación del Narcotráfico Sur, más conocido por sus siglas, OCON Sur.

El Ministerio del Interior entregó las riendas de este grupo a un joven guardia civil, David Oliva, quien conocía como pocos las entrañas del intrincado mundo del narcotráfico. Nacido en Algeciras, había dedicado su vida a la lucha contra criminales y delincuentes de este ámbito. Hasta el punto que los malos le habían dibujado una diana; a él y a su familia. Por esa razón se le encomendó protección personal y una escolta.

A David Oliva lo sacaron de Andalucía para participar en el curso de oficiales de la Guardia Civil. En ese tiempo, las amenazas remitieron. Pudo vivir en paz y en relativa tranquilidad. Pero su destino y su vocación estaban ligados al sur. Y cuando le sugirieron la posibilidad de liderar el OCON Sur, no se lo pensó dos veces, indican fuentes internas a este diario.

De una persistencia inquebrantable -así lo definen antiguos compañeros que trabajaron con él-, Oliva se rodeó de un equipo altamente especializado compuesto por un centenar de efectivos. Su misión era tan ambiciosa como compleja: conseguir que la Guardia Civil tuviese la iniciativa en la lucha contra el narco y desarticular las principales estructuras criminales asentadas en la región.

Estas mismas fuentes detallan que -como lo hicieran los servicios de información en la lucha contra ETA- los miembros de OCON Sur trabajaban sin descanso, día y noche, con dedicación exclusiva a estos fines. Más que un trabajo era una filosofía de vida. Y los clanes que sembraban de droga el Campo de Gibraltar, su obsesión.

El éxito de la unidad

De un “liderazgo indudable”, Oliva y su unidad no tardaron en cosechar los primeros éxitos. Apuntaban alto, a estructuras logísticas de los narcotraficantes. En pocos meses sumaron una cantidad ingente de operaciones, con toneladas de droga intervenidos y decenas -si no cientos- de detenciones. Quienes lo conocen, tanto desde dentro de la institución como del ámbito civil, destacan que, por primera vez, los narcos veían amenazada su posición de poder.

No tardaron en llegar las condecoraciones y reconocimientos públicos: OCON Sur era una herramienta de eficacia indudable en la lucha contra delincuencia y criminalidad. Sin embargo, en 2022, se ordenó su disolución innegociable. Es aquí donde surgen diversas versiones que justifican la decisión.

Algunos apuntan a las dificultades para mantener activa una unidad de esta envergadura, que no contaba con una plantilla al uso, sino que estaba compuesta por agentes destinados en comisión de servicio. Eso no sólo supone el abono de un complemento específico, de unos 77 euros diarios -insuficiente, según alegan algunos de ellos, para manutención y alojamiento diarios-; también genera la necesidad de detraer agentes de otras unidades para destinarlos de forma rotatoria a OCON Sur, con la consiguiente diezma de personal de los grupos originales, principalmente GAR y GRS.

El destino del guardia civil

Fuentes oficiales del Ministerio del Interior aseguran, en relación con la disolución de OCON Sur, que “Policía Nacional como Guardia Civil puede organizarse como mejor estimen para conseguir la máxima eficacia”, incidiendo en estas mismas cuestiones operativas. “En el inicio de la ejecución del plan, Guardia Civil optó por crear un grupo específico, con efectivos de adscripción temporal, que luego disolvió para integrar a sus integrantes en las unidades territoriales de Policía Judicial en el ámbito de aplicación del plan”, añaden desde el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska.

Otras voces internas, no obstante, apuntan diferentes posibles razones relacionadas para el cese de las actividades de OCON Sur. Por un lado, a las supuestas fricciones que la actividad de esta unidad suscitó entre algunos mandos, ya que Oliva departía directamente con estamentos más elevados. Un motivo que, por sí mismo, no sería suficiente para acabar con el grupo de élite.

Según detalló El País, la Audiencia Nacional investiga a David Oliva, ya en el empleo de teniente coronel, por los supuestos delitos de cohecho y revelación de secretos. En concreto, se trata de averiguar si el entonces jefe del OCON Sur contactó con un compañero de Asuntos Internos para saber si le estaban investigando por asistir a una fiesta organizada por un conocido narco. En un supuesto intercambio de mensajes, Oliva le habría sugerido a este agente de Asuntos Internos la posibilidad de hacerse con una plaza en su unidad, lo que le permitiría estar más cerca de su casa.

Sea como fuere, la última comunicación oficial sobre una operación de este grupo de élite de la Guardia Civil trasladada a los medios de comunicación tuvo lugar en mayo de 2021, cuando se detuvo a ocho personas al intentar introducir en España cuatro toneladas de hachís a través de las costas de Aguadulce y Roquetas (Almería).

La disolución de OCON Sur llegó en verano de 2022, aunque no se anunció de forma oficial ni se ofrecieron explicaciones relevantes sobre la decisión. ¿Qué ocurrió con el teniente coronel David Oliva? Fuentes internas destacan que se le buscó un puesto “burocrático” en Madrid, donde se desempeña desde entonces; lejos de los narcos de Campo de Gibraltar y que dificulta su promoción hasta el fajín rojo de general.

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