Bildu y PNV evitan pedir dimisiones por el espionaje tras sus pactos con Sánchez

Empieza a ser costumbre algo que parecía inconcebible no hace tanto tiempo: PNV y Bildu coinciden en el Congreso de los Diputados. Ahora vuelve a verse con motivo del caso de espionaje con Pegasus. Ambos son duros en sus críticas al Gobierno de Pedro Sánchez pero eluden reclamar dimisiones en su seno. Esa actitud común de los dos partidos nacionalistas vascos choca con la posición también coincidente de ERC y Junts per Catalunya y llega después de los pactos alcanzados con el Ejecutivo la pasada semana.

Una de las consecuencias políticas del caso Pegasus es que está quedando en evidencia una obvia diferencia entre los socios independentistas del Gobierno. Porque los nacionalistas catalanes son mucho más severos en sus ataques a Sánchez que los nacionalistas vascos. Así, es habitual escuchar en boca de los portavoces de ERC y Junts la exigencia de dimisiones en el Ejecutivo por lo sucedido, mientras que las voces de PNV y Bildu son más cautas y no van tan lejos.

Parece obvio que en la citada postura de Bildu y PNV sobre el caso del espionaje pesan los acuerdos recientes con el Gobierno. Lo cierto es que, sea cual sea el nivel de crítica, los nacionalistas vascos han obtenido réditos políticos en los últimos días.

Dos premios distintos

Por un lado, los bildutarras salvaron el decreto gubernamental para paliar la crisis derivada de la guerra de Ucrania poco después de que los partidos gobernantes, precisamente a raíz del caso Pegasus, auspiciaran su entrada por primera vez en la comisión de secretos oficiales del Congreso; así, además, la coalición abertzale consuma su giro estratégico para presentarse como formación de gobierno que llega a acuerdos con distintos.

Los peneuvistas, por su parte, lograron un objetivo largamente ansiado por ellos: la declaración del Gobierno condenando el bombardeo de Guernica en su 85º aniversario. Un gesto calificado de "positivo" en público y aún más aplaudido en privado. Porque para los jeltzales es decisivo, en el contexto de sui puga con Bildui en el País Vasco, liderar la cuestión sobre la memoria histórica relativa al franquismo.

Sin comisión de investigación

Los nacionalistas vascos no reclaman dimisiones por el espionaje pero sí exigían la comisión de investigación en el Congreso. En ese punto no había discrepancias entre todos los partidos del bloque independentista. Tanto PNV como Bildu insistían este martes en ello. También Unidas Podemos reclamaba esa vía para esclarecer el caso de Pegasus. Pero finalmente el PSOE ha sumado sus votos a los de PP, Vox y Ciudadanos para que el tema no se investigue en sede parlamentaria.

En este punto PNV y Bildu, eso sí, no han ahorrado en críticas al Gobierno por impedir dicha investigación. Así, Mertxe Aizpurua, portavoz bildutarra, tildaba de "lamentable" lo sucedido e insistía en que "hay que llegar hasta el fondo de este asunto". Y Aitor Esteban, portavoz peneuvista, hablaba de la que la confianza en el Gobierno se ha quebrado "absolutamente" por este caso. Duros reproches, sí, tanto por la falta de explicaciones como por el fondo del asunto, pero sin pedir dimisiones, como sí hacen desde ERC, Junts y Podemos.

Así las cosas, todos los detalles sobre el uso de Pegasus por parte del Ejecutivo así como el hackeo a los móviles de Sánchez y Margarita Robles se conocerán sólo en la Comisión de Gastos Reservados, conocida popularmente como Comisión de Secretos Oficiales. Lo que sí habrá es una comparecencia extraordinaria del propio jefe del Ejecutivo. En dicha cita, cuya fecha todavía está por determinar y que ha sido respaldada por todas las formaciones independentistas, quedará de manifiesto hasta dónde se han agrietado las relaciones con sus socios por este caso de espionaje.