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Opinión

¿De dónde le llega el dinero al 'procés'?

El vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, con el presidente del Govern, Carles Puigdemont.

Es la pregunta pluscuamperfecta. El quid para mantener con vida toda esa parafernalia de símbolos, cartelería e infraestructura que alimentan el fanatismo y la desobediencia a la ley entorno al procés. ¿De dónde llega el dinero a Puigdemont y cía.? Cristóbal Montoro cortó la financiación en A con la intervención del dinero que recibe la Generalitat por parte del Estado para los servicios básicos. “Está claro que el movimiento secesionista no vive únicamente del dinero público. Hay vías de financiación privadas”, sostiene estos días un empresario catalán, llamado por el Govern para darle músculo financiero al secesionismo. Ese plan B se nutre de todo tipo de aportaciones de empresarios privados con financiación obtenida mayoritariamente en el extranjero.

El cierre del grifo estatal a las cuentas de la Generalitat lleva cosido un control estajanovista por parte de los bancos de todos los movimientos de cuentas y tarjetas de crédito de la cúpula y de las administraciones catalanas. “El conducto oficial está cerrado y sumamente controlado”, explican desde el Gobierno. La gorrilla para darle oxígeno al procés no se hace con luz y taquígrafos, está claro.  Una de las formas supuestamente utilizada por el gobierno de Carles Puigdemont, según publicaba la pasada semana El País, para eludir el control de gastos impuesto por el Ministerio de Hacienda ha sido acceder a préstamos de particulares en unos casos, y empresas amigas en otros, cuyos pagos se difieren en el tiempo a través de contratas infladas. Por ejemplo, el dinero se adelanta ahora a la Generalitat y esta empieza a devolverlo dentro de uno o dos años. Todo ello en la creencia de que entonces no estarán bajo la actual mirada avizor de Montoro.

Otras de las líneas de investigación de la Fiscalía sobre la procedencia del dinero para la consulta se centra en una presunta malversación de caudales, triquiñuelas para desviar fondos públicos de la Generalitat con el fin ilícito de costear una consulta prohibida por el Tribunal Constitucional. Por ejemplo, facturando pagos sobre servicios inexistentes y cuyo dinero realmente se destina a los preparativos de la consulta del próximo 1 de octubre. Estas prácticas se complementan con una tercera arista. La llegada de dinero del extranjero a través de préstamos solicitados en el exterior por medianas y pequeñas empresas catalanas a través de todo tipo de procedimientos. Desde la financiación bancaria a rondas de crowdfunding. En esa línea de investigación trabaja también diferentes organismos del Estado.

El Govern empezó a presionar a determinados empresarios bajo la amenaza de un negro panorama para sus firmas en una hipotética Cataluña independiente"

¿Por qué pequeñas y medianas empresas? “El gobierno de Puigdemont fue reclamando dinero a todas las grandes empresas catalanas para sostener el procés pero no encontró asistencia financiera”, aseguran fuentes conocedoras de estos movimientos. Unas negativas que no digirió nada bien la cúpula del Govern que empezó a presionar a determinados empresarios bajo la amenaza de un negro panorama para sus firmas en una hipotética Cataluña independiente. La búsqueda de la pela se trasladó entonces a pequeños y medianos empresarios donde el independentismo goza de un mayor caldo de cultivo. De hecho Pimec, que asegura ser la confederación patronal "más representativa" de pequeñas y medianas empresas y autónomos de Cataluña, no se posiciona en contra de una consulta sobre la independencia. "Ante la situación sin precedentes generada a raíz de las medidas de intervención de las instituciones y las finanzas de la Generalitat por parte del Gobierno español, Pimec quiere expresar su rechazo y preocupación por el impacto negativo que puede tener la actual situación política sobre la economía y las empresas del país", explicaba esta semana.

La asociación, constituida en 1975, defiende que se tiene "que cumplir con la legalidad", pero añade que no es posible "obviar los sentimientos". Sobre la medida de Hacienda, Pimec opina que tiene la consecuencia inmediata "de recortar gasto e inversión en Cataluña, ampliar el déficit fiscal catalán y perjudicar los intereses de las empresas catalanas". En la línea independentista de Pimec se posiciona el Cercle Català de Negocis. La asociación creada en 2008 evita publicar el número de socios con el que cuenta y sus nombres. "No es momento todavía de salir del armario, pero después del referéndum, entonces sí", asegura uno de sus portavoces a Alberto Ortín la pasada semana. "Somos empresarios y creemos que nos irá mejor si Cataluña se independiza", afirmó.

Quedan apenas seis días para el 1-O. Ha llegado la hora de la verdad. Salvo que el loco que conduce la Generalitat a 2OO km hora por las curvas del Garraf decida echar el freno en un ataque de cordura que no parece vaya a suceder, preparémonos para una semana intensa de acciones jurídicas y desobediencia a la ley, de mucho griterío en las calles y de un enorme temor: ¡que no haya un muerto! Eso podría cambiar una hipotética solución. Eso siempre será después del 1-O.

 

@miguelalbacar

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