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España

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se emplazan para evitar que haya nuevas elecciones

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en la reunión que celebraron el pasado 5 de febrero.

Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, y Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, conversaron este miércoles por teléfono por espacio de treinta minutos, tras posponer su esperada reunión hasta el miércoles 30 ante la imposibilidad de encontrar un hueco en sus respectivas agendas para verse antes de las fiestas de Semana Santa, como era su voluntad. Una cita que se pretende sea el inicio de otras reuniones de los equipos negociadores de ambos partidos.

Los dos líderes coincidieron en su apuesta por “un gobierno alternativo a Rajoy y sus políticas” y en la necesidad de “abrir un nuevo tiempo político”. El problema es que no comparten el camino para llegar a ese objetivo compartido de desalojar al PP de La Moncloa. Pedro Sánchez trasladó a su interlocutor la vigencia del pacto con Ciudadanos, cuya firma provocó la ruptura del proceso negociador abierto entre ambas formaciones de manera previa a la frustrada sesión de investidura. El líder del PSOE señaló a Iglesias que muchas de las reformas en materia fiscal, laboral y de regeneración democrática que defienden ya están incluidas en el acuerdo con la formación de Rivera que, dijo, “está vigente y abierto a otros partidos”.

Ambos líderes coinciden en la necesidad de "un gobierno alternativo a Rajoy y sus políticas", pero discrepan sobre la fórmula para conseguirlo

Pablo Iglesias, por su parte, comentó al líder de los socialistas que la mejor alternativa es un gobierno de coalición a la valenciana con Compromís e IU, lo que inhabilita el acuerdo con Ciudadanos. “En cualquier caso hay respeto mutuo por las visiones respectivas y en ningún caso impiden el diálogo y nuestra firme voluntad de evitar nuevas elecciones”, dice la nota consensuada por ambos partidos.

Persiste el bloqueo

Lo que ha trascendido de la conversación no cambia sustancialmente el escenario político de bloqueo, pese a que ambas formaciones hayan aceptado reanudar sus contactos. Pedro Sánchez quiere ampliar los 131 votos que recibió en la frustrada sesión de investidura (la suma de los del PSOE, Ciudadanos y la única diputada de Coalición Canaria) con hipotéticos nuevos apoyos de Compromís y el PNV, y conseguir que Podemos se abstenga. Pablo Iglesias, por su parte, pretende que quien se abstenga en una eventual nueva investidura de Sánchez sea precisamente Ciudadanos, lo que facilitaría el autodenominado gobierno del cambio con Compromís e IU.

La reanudación de los contactos el miércoles 30 supone una cesión mutua por parte de ambos líderes, en un gesto de buena voluntad. El líder el PSOE porque acepta reunirse a solas con Pablo Iglesias, cuando había anunciado que la nueva ronda de contactos sería acompañado por Ciudadanos, y el líder de Podemos porque rompe el veto según el cual no se reuniría con Sánchez hasta que éste hubiese roto el acuerdo con la formación de Albert Rivera. Ambos han coincidido “en que resulta urgente formar gobierno, poner fin al gobierno de Rajoy, y para ello es necesario articular acuerdos amplios”.

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