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El “púnico”, su blanqueador y su correo: así lavó Marjaliza 4.5 millones

El empresario David Marjaliza junto a Francisco Granados.

La historia David Marjaliza entre los años 2004 y 2006 es la de un activo empresario que no paraba de recibir dinero a cargo de facturas falsas por trabajos nunca realizados, según el sumario del caso Púnica al que ha tenido acceso Vozpópuli. Un dinero del que pasaba a disponer gracias a su “blanqueador”, Miguel Tercedor, y a un tercer personaje: Emilio Taravillo, el correo que llevaba los cheques para que Tercedor lo ingresara en una cuenta que echaba humo, la del de Ibercaja Leganés. 

David Marjaliza era empresario constructor y amigo de la infancia de Francisco Granados, el presunto líder de la trama Púnica.

En total, en tres años, Marjaliza consiguió “levantarse”, sólo gracias a nueve de sus empresas, casi 4.5 millones de euros. Una especie de sueldo por actividades nunca llevadas a cabo de 1.5 millones de media al año. “El resumen de las cantidades ennegrecidas que presuntamente habría recibido David Marjaliza, para los casos en que han podido ser cuantificadas, por las facturas falsas cargadas a las sociedades indicadas en este Informe, es el siguiente: año 2004, 1.509.002; año 2005, 2.702.434; año 2006, 264.577”, reza el informe fechado en marzo del año pasado para el juez Eloy Velasco de la Unidad de Apoyo de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada.

Estas son sólo las cantidades “ennegrecidas” por las nueve empresas directamente ligadas a él (Vancouver gestión, Tuvalu gestión, Inversiones Torrelasco, Atalia Grupo Patrimonial, Servicios Logísticos Inmobiliarios, Estudio de Patrimonios y Gestión Urbana, Impronta Rehabilitación y Servicios, Aruba Gestión y H2 Puente Largo). Se sospecha que, además, cobró una cantidad similar de otras empresas.

Se sabe cómo ennegrecía el dinero, pues: emitiendo facturas falsas a empresas que nunca realizaron tarea alguna. Pero, ¿cómo las blanqueaba? Para eso estaba su socio en el presunto delito, Miguel Tercedor Moreno. Según su declaración de 2009 ante la policía, todo comenzaba con las facturas que su empresa Ademo emitía a las de Marjaliza. Luego llegada el “correo” Emilio Taravillo Manzanedo con un cheque. Taravillo, al que describe como un hombre desconfiado al principio, merodeaba por la sede del banco, hasta que se ganó su confianza a base de operaciones. El cheque se lo entregaba a Tercedor y este lo ingresaba. El 10 % de la cantidad total se la quedaba Ademo, para pagar luego la mitad a Taravillo. El 90% restante más el 100% del IVA se sacaba en billetes de 500 euros y Taravillo se los llevaba a los representantes de las empresas arriba mencionadas: Ana María Pilar Ramírez, la secretaria personal de Marjaliza y su mano derecha del constructor, o Alfonso Luna García, todo según la declaración de Tercedor.

Según el presunto blanqueador, hubo un momento en que recibió amenazas, tras expresarle a Taravillo que quería denunciar el asunto a las autoridades, por presiones de su mujer. Fue entonces cuando Taravillo le habría dicho que los presuntos líderes de la trama podían contratar a un sicario “rumano o colombiano” por “1.000 euros o menos” y que su familia corría peligro.

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