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Las autoridades deberían escuchar estas cuatro propuestas de movilidad de Uber

Manifestación anti-Uber en Montevideo (Uruguay)

Decir "hemos cometido errores" es un buen punto de partida para un informe en el que Uber rompe su silencio tras casi un año de mutismo en España después de que la justicia le obligara a suspender su actividad en Madrid, Barcelona y Valencia tras meses de duros enfrentamientos con los taxistas. La compañía californiana dice haber aprendido de sus errores y, en este estudio hecho público el viernes, muestra otra cara y otro talante. Ya no hay indicios de querer reventar la ley como hace un año, cuando se utilizó a conductores como 'escudos humanos' y se negaron a pedir licencias VTC pues aseguraban que con el coste de las mismas "el negocio no era rentable". Ahora, Uber pide más licencias para poder operar legalmente y mejorar la movilidad en las grandes ciudades españolas. Y además de ello, propone cosas que las autoridades estatales, autonómicas y locales de España deberían tener en cuenta. Cosas como estas:

1. Luchar contra la congestión compartiendo vehículos. No se trata sólo de ir en coches que no vayas a aparcar sino también de que varias personas usen el mismo vehículo. Del 'carowning' (ser dueño de un coche) al 'carsharing' (compartirlo). Uber dice que en ciudades como San Francisco, Nueva York o París "hay tanta gente que usa Uber que hemos podido comprobar que muchos pasajeros usan rutas prácticamente idénticas a la vez". Por ello lanzaron el servicio uberPOOL para que con la aplicación de móvil los que vayan en la misma dirección puedan compartir un mismo coche. Esto, como es obvio, es más ecológico y reduce el tráfico.

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No sin cierta candidez, Uber opina que "a la larga, estos trayectos se convertirán en un 'viaje infinito': un conductor recoge a una persona, luego a otra, lleva a su destino a una de ellas y vuelve a recoger a otro pasajero consiguiendo un servicio bajo demanda, muy cómodo y más económico, porque el coste del trayecto se comparte". Los coches particulares, recuerda, están parados el 95% del tiempo.

2. Reducir accidentes con menos conducción bajo los efectos del alcohol. Se da la circunstancia de que en la mayoría de ciudades del mundo, la noche es el momento de mayor demanda para Uber. Está muy relacionada esta demanda con los horarios de discotecas y ocio nocturno. Sintomáticos fueron los datos que la empresa ofreció sobre su demanda en la pasada Nochevieja (entre las 0 horas y las 2 fue cuando más demanda tuvieron, en su mayoría de personas que, necesitando un vehículo, no estaban en condiciones de coger uno debido a la ingesta de alcohol. Uber asegura que en California "los accidentes en coche relacionados con el alcohol se han reducido un 6% tras el lanzamiento de UberX" mientras que en Londres la mayor demanda coincide con los horarios de cierre de los locales, cuando menos taxis hay disponibles.

3. Más licencias VTC. Su control tiene poco sentido económico. Tal y como denunció en su momento Cabify, otra empresa de movilidad que utiliza la tecnología, las licencias para vehículos privados apenas existen en comparación con la demanda de los mismos que hay, lo cual obedece a un gesto de las autoridades hacia los taxistas pero acaba perjudicando la capacidad del ciudadano para poderse desplazar de forma más eficiente y económica por la ciudad.

Como muestra, en Londres hay 10 licencias VTC por cada 1.000 habitantes. En España, sin embargo, son 5,15. Dado que existe una regla de equilibrio por lo que tiene que haber un máximo de 30 taxis por cada licencia VTC (transporte privado), a pesar del aumento de población de las cinco principales ciudades españolas estas licencias se encuentran estancadas. Uber cree que con aumentar las licencias al mismo rango que Londres (donde su irrupción ha solucionado históricos problemas de movilidad) se podrían crear hasta 33.000 nuevos empleos.

4. En definitiva: sacar partido a internet y los smartphones. La tecnología actual permite analizar los millones de movimientos individuales que se producen cada día en las ciudades para tratar de prever dónde van a producirse los conflictos, qué opciones hay para evitarlos. Si los ciudadanos poseen en su mano la capacidad de tomar decisiones racionales que les eviten pasar horas en atascos, ¿por qué seguir actuando como si estas posibilidades no existieran? ¿Qué sentido tiene contar con una flota de miles de taxis que, muchos de ellos vacíos, ocupan espacios innecesarios en los carriles a la vez que contaminan? ¿No sería más inteligente que todo funcionara bajo demanda?

La tecnología permite anticipar los movimientos individuales de cada día. ¿Por qué seguir actuando como si esta posibilidad no existiera?

Uber entró como elefante en cacharrería en España, y con actitudes tildadas de 'piratas' por muchos. Pero ello no quiere decir que deban ignorarse las muchas propuestas que, basadas en la tecnología, puede hacer para mejorar el tráfico en las ciudades: "Creemos que a través de regulaciones que garanticen la seguridad y la protección del consumidor podemos incrementar las opciones de transporte para los ciudadanos y crear nuevas oportunidades para los conductores, incluidos los taxistas (...) Sin duda hemos cometido errores en España, sin embargo de ahora en adelante nos comprometemos a trabajar junto a los reguladores para facilitar el desarrollo de una regulación justa, que amplíe las alternativas de transporte y favorezca nuestras oportunidades económicas y de empleo", reza el informe, publicado justo en el día en que la capital de España se ha visto semi colapsada por un problema de contaminación que ha venido para quedarse.

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