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Economía

Una vez cuadrado el déficit, Hacienda ya no necesita el dinero de los contribuyentes y dispara las devoluciones un 82% en enero

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro.

Una vez conseguido el objetivo de déficit, vuelve la alegría a Hacienda. Tras haber recurrido durante los últimos meses de 2012 al retraso de las devoluciones para maquillar las cifras presupuestarias, la Agencia Tributaria tiró la casa por la ventana en el primer mes del año y retornó el dinero de los contribuyentes con una prisa inusitada: las devoluciones en enero de 2013 aumentaron respecto al mismo mes del ejercicio anterior un 176 por ciento en el IRPF, un 111 por ciento en Sociedades y un 50 por ciento por IVA. 

Si en enero del año pasado se reintegraron 2.970 millones, este año se han devuelto 5.432 millones, unos 2.462 millones más. Un incremento de las devoluciones del 82 por ciento que presenta ribetes de escándalo, al tener en cuenta que en 2012 se retornaron 3.791 millones menos, casi cuatro décimas de PIB.

Patada hacia adelante al déficit  

Todo apunta a que Hacienda se apresuró en enero a devolver el dinero retenido, una vez ya había empleado esas casi cuatro décimas de PIB con el fin de rebajar el déficit público hasta el 6,7 por ciento, en lugar del 7,1 por ciento que habría obtenido sin la decisiva ayuda de las devoluciones.

La explicación de Hacienda para estos desajustes a cierre de 2012 consistía en el mayor control tributario, pues se habían apurado los plazos que brinda la ley para escrutar con mayor rigor las devoluciones. Pero, ¿qué ha pasado ahora en un solo mes para reingresar los fondos tan velozmente?, ¿se ha acabado el rigor? Más bien parece que se traspasó algo de déficit para este año.

Un final de año espectacular

Después del verano, se observó con disgusto que los ingresos no iban según lo planeado, y Hacienda inició el retraso taimado y gradual de las devoluciones, de modo que éstas cayeron por IVA un -28,5% en septiembre, un -6,8% en octubre, un -18,1% en noviembre y un -56,8% en diciembre. Por Sociedades éstas se desplomaron un -95,3% en septiembre, un -3,9% en octubre, un -63,9% en noviembre y un -91,6% en diciembre. Por IRPF disminuyeron un -2,1% en septiembre, un -18,8% en octubre, un -8% en noviembre y un -53,9% en diciembre.

Vistas estas cifras, no es de extrañar que Hacienda demorase la entrega del informe tributario de diciembre de 2012, el cual sólo se publicó apenas cinco días antes que el de enero de 2013.

Esta estrategia se complementó por el lado de los gastos con un cierre temprano de las cuentas allá por el 7 de noviembre, al objeto de evitar el tradicional repunte que sufren las administraciones en diciembre, conforme se envían a última hora todas las facturas atrasadas. Un nuevo ardid que bien puede haber supuesto el traslado de, al menos, otras cuantas décimas de PIB para este ejercicio.

¿Más ingresos en 2013?

Para colmo, los malos datos de la economía en el comienzo del año se han traducido en un desplome de la recaudación respecto al año pasado. Ésta ha disminuido en enero un 20 por ciento, 2.679 millones, en buena medida por el efecto de las devoluciones.

Si se elimina el impacto de las devoluciones, la recaudación desciende un 4,4 por ciento, en parte por la supresión de la paga extra de los empleados públicos en diciembre. Aun así, estos números hacen difícil pensar que el Estado central pueda recaudar 7.000 millones más durante este ejercicio.

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