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Destiny, el videojuego más caro de la historia, supera en coste a producciones de Hollywood

Imagen oficial del juego

Treinta años después del afianzamiento en los hogares de los videojuegos, estos comienzan a equipararse en presupuesto a algunas de las películas más caras de la historia, como Transformers o Piratas del Caribe. En concreto, Destiny es el afortunado. Con 386,2 millones de euros en coste -más de 500 millones de dólares- este videojuego pretende revolucionar el género de disparos en primera persona. Este martes ha aterrizado en las consolas de nueva generación, Xbox One y PS4.

Bajo el lema "conviértete en leyenda", Destiny sumerge al jugador en un universo futurista y apocalíptico que asiste a los últimos vestigios de la humanidad, otrora dueña y señora de la galaxia. Es un videojuego de disparos en primera persona, pero aspira a ir un paso más lejos que los tradicionales títulos del género ofreciendo, en palabras de Activision, un "mundo de acción en línea, compartido y persistente".

"Destiny es una evolución de los shooters en primera persona. Lo hemos llevado a un nivel de gran sofisticación para los jugadores. No solo porque permitimos customizar los personajes, sino salir al mundo y explorarlo como ellos deseen", ha explicado en una entrevista con Efe uno de los responsables artísticos del videojuego, Jason Sussman.

Un juego "inmenso"

Bungie, el estudio responsable de Halo, y Activision están detrás de este nuevo título espacial, el más esperado del año. Luchar es la clave del juego, pero esa lucha se presenta acompañada de misterios relativos a qué le ha sucedido a la civilización humana, a por qué se encuentra en una situación límite.

El argumento es el siguiente: en el pasado, el ser humano conquistó el Sistema Solar, que ahora está en manos de sus enemigos. Un grupo de aguerridos guardianes tendrá que salvar a la humanidad. "El jugador tendrá que hallar qué es lo que ha perdido la humanidad, por qué está en peligro. Hay muchas preguntas interesantes que irán surgiendo y resolviéndose a medida que se avanza en el juego", ha avanzado Sussman.

Un antes y un después

Estar conectado es imprescindible para disfrutar de Destiny: el usuario no solo puede acceder así al juego en línea junto a otros jugadores, sino que de esa manera registra sus progresos para que su experiencia evolucione. Sussman ha hecho hincapié en que son las múltiples opciones de Destiny lo que lo hacen especial y esa diversidad también se deja sentir en los modos de juego en línea.

Un usuario podrá emprender la empresa en solitario pero decidir en determinados momentos si unirse o enfrentarse a otros jugadores en batallas abiertas, participar en retos extremos o tomar parte en una guerra masiva.

Bungie ha querido que la exploración del enorme universo en sí misma sea un elemento disfrutable del título. Los escenarios de Destiny son inmensos y espectaculares, de hecho, el entorno es gigantesco en comparación con los personajes, algo que incide en su épica espacial.

Destiny está llamado a marcar un antes y un después en la nueva generación de consolas (conformada por Xbox One y PlayStation 4), demostrando su potencial tanto en las posibilidades del juego masivo en línea como en experiencias y escenarios vastos. Aun así, también estará disponible para Xbox 360 y PlayStation 3.

Una inversión millonaria

La inversión de Activision, tanto en el desarrollo del juego como en la extensa campaña de mercadotecnia para promocionarlo, es millonaria -algunos medios especializados hablan de 500 millones de dólares, 386,2 millones de euros, al cambio actual-.

La ambición por pulir los detalles provocó que se retrasara la fecha del lanzamiento del título, inicialmente prevista para la pasada primavera, una decisión que cayó como un jarro de agua fría en la comunidad "jugona", que ha puesto muchas expectativas en este lanzamiento.

Llega, pues, el momento de la verdad, en el que los jugadores decidirán si Destiny es lo que promete ser: una "reinvención" del género de acción.

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