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Política

Las tres salidas más arriesgadas de la agenda internacional del Rey

El rey Felipe, en el acto de entrega de los premios Princesa de Asturias.

Felipe VI sale de Zarzuela. La agenda internacional del Monarca, después de casi un año de parálisis, vuelve a funcionar. Este fin de semana, el Monarca se desplaza a Riad, uno de sus compromisos aplazados durante el pasado año. Y por dos veces. Se trata de una de las visitas más comprometidas en las previsiones de la Casa. Hay otras. Este será un año muy intenso en la actividad viajera del Jefe del Estado.

La tormenta política que desató en su momento el anuncio del viaje oficial del Rey a Arabia Saudí ha amainado. El frenético debate interno que se vive en las fuerzas la oposición les lleva a poner el foco en otros cometidos. Aplazada en dos ocasiones el pasado año, esta visita exige "tiento, prudencia y talento", según expresa una fuente diplomática española.

Contratos y derechos humanos

Arabia Saudí, excelente mercado para contratos de empresas españoles, desde el AVE a Medina al Metro de Riad, pasando por las corbetas de Navantia,  es un destino complicado por el escaso respeto a los derechos humanos. El anuncio de la visita provocó una fuerte tormenta política en nuestro país hace un año, promovida fundamentalmente por Podemos. El bloqueo institucional forzó la cancelación del viaje, que tuvo que suspenderse de nuevo en noviembre por el fallecimiento del príncipe Turki, uno de los hermanos del rey Salman.

En este tercer intento, el revuelo político en nuestro país apenas ha tenido más recorrido que las preguntas efectuadas esta semana en el Congreso al ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, quien se comprometió a que se ‘evocará’ este asunto durante las intervenciones de don Felipe. La monarquía Saudí ha mantenido unas estrechas relaciones con nuestro país, especialmente favorecidas por el trato de personal amistad de don Juan Carlos con el rey Abdalá, fallecido hace dos años. Don Felipe llega a Riad en un momento de inquietud económica para el país anfitrión a causa de la caída del precio del petróleo.

Otro punto arriesgado en la agenda de Zarzuela es el viaje al Reino Unido, pospuesto también el pasado año por el impasse político nacional y ahora en vías de revisión. Se trata de una de las visitas más anheladas por don Felipe. Sería la primera visita de Estado de los Reyes de España a la monarquía más aquilatada y señera del planeta. A la espera de cuadrar los calendarios, Mariano Rajoy ya ha recibido en la Moncloa a la primera ministra británica Theresa May y Soraya Sáenz de Santamaría hizo lo propio con el ministro del ‘Brexit’, David Davis. El 'caso Trillo', hasta este viernes embajador español en Londres, la salud de la Reina Isabel, que tuvo que cancelar varios actos oficiales por motivos de salud esta Navidad, la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea y el sempiterno problema de Gibraltar son asuntos que complican y pueden enrarecer un desplazamiento muy acariciado por la Corona española. 

La dictadura castrista

Si hay problemas con los derechos humanos en Arabia Saudí, un problema similar señala al tercer jalón preocupante del programa internacional de los Reyes. Hay interés por parte del Gobierno de Rajoy concretar un viaje de Estado a Cuba, algo que todavía en fase de sondeo y estudio, según las fuentes consultas. La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca obliga a transitar con pies de plomo en este escenario, que puede experimentar novedades en la esfera internacional.

El Gobierno español se sumó a la política de distensión hacia el régimen castrista puesta en marcha por Barak Obama. Tanto que, en un giro drástico, abandonó la ‘posición común’ impulsada por José María Aznar, que condicionaba las relaciones europeas con la isla al progreso en asuntos de derechos humanos, y se ha sumado a la iniciativa de aproximación que  impulsa la representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini.

Cuba es el único país iberoamericano que no ha sido visitado oficialmente por un Monarca español. Don Juan Carlos lo intentó en su momento pero se topó con la negativa de Aznar, muy refractario a cualquier tipo de estrechamiento de relaciones con el régimen de La Habana. La posición e Rajoy es diferente. Su anterior ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo se desplazó en dos ocasiones a Cuba. También lo hizo la entonces titular de Fomento Ana Pastor. España, en otro importante gesto, condonó más de 1.500 millones de euros de la impagable deuda cubana con nuestro país. En Moncloa han seguido con interés las visitas efectuadas a la isla caribeña por altos dignatarios europeos como François Hollande, presidente francés o Mateo Renzi, primer ministro italiano.

Es un viaje delicado, con importantes repercusiones internacionales y plagado de todo tipo de complicaciones, de ahí que la diplomacia española analice con enorme atención esta visita en la que, por otra parte, Raúl Castro no ha mostrado públicamente interés alguno para que pueda concretarse en un futuro inmediato.

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