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España

El juez llamará como imputados a medio centenar de empresarios por blanquear con la mafia china

Un policía sostiene parte del dinero encontrado oculto en un almacén del empresario chino Gao Ping.

El anuncio que a mediados de octubre hizo el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, de que en la Operación Emperador contra la trama de blanqueo de la mafia china en España terminarían apareciendo personajes de renombre está a punto de producirse. El titular del Juzgado de Instrucción Número 4 de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, empezará a llamar como imputados en las próximas semanas a cerca de medio centenar de empresarios españoles acusados de haber utilizado la red de Gao Ping para blanquear el dinero que tenían oculto en paraísos fiscales, según han confirmado a Vozpópuli fuentes judiciales. La idea del magistrado es abrir una pieza separada de la causa principal, donde ya hay encausados cerca de un centenar de personas, para investigar en ella a estos empresarios por un supuesto delito de lavado de dinero.

La documentación hallada en el domicilio en Madrid de un ciudadano holandés que consiguió escapar está siendo clave para identificar a los blanqueadores

El paso lo dará el juez Andreu una vez que los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) y la Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía terminen de cruzar la documentación incautada a los detenidos en la macrorredada del 16 de octubre, y que está plagada de claves y códigos secretos, con los datos recogidos durante los más de dos años de pesquisas y seguimientos. De esa laboriosa investigación saldrán los nombres de aquellos ricos españoles sobre los que hay pruebas concretasde que se valían de la organización delictiva china para traer a España sin pasar por el control de la Agencia Tributaria el dinero que tenían depositado en países como Suiza, Panamá, Bahamas o Liechtenstein. Las primeras estimaciones policiales sobre el número de personas que aparecerán en esta lista se sitúa entre cuarenta y cincuenta, según las fuentes cercanas a la investigación consultadas por este diario.

Un elevado número que ha sido posible gracias a la numerosa documentación localizada en el domicilio en Madrid de un ciudadano de nacionalidad holandesa, apodado El Viejo, que cuando se realizaron los arrestos se encontraba fuera de España y que actualmente se encuentra en paradero desconocido, posiblemente oculto en Israel. Su testimonio hubiera sido clave, reconocen estas fuentes que, sin embargo, insisten que la información que guardaba en su vivienda esta siendo "una auténtica mina" para poner nombres y apellidos a estos blanqueadores. De hecho, este ciudadano, junto al empresario barcelonés Rafael Pallardó y la ciudadana israelí Malka Mamman, alias La Sobrina, eran los presuntos responsables de buscar para la mafia china a estos empresarios necesitados de efectivo. 

Según las pesquisas, estos tres 'conseguidores' (así los bautizaron los investigadores) contaban a su vez con ayudantes en esta tarea, entre ellos los hermanos Patxi y Pedro Garmendi Ugartetxea, propietarios de criaderos de perdices y amigos del Rey, y Vicente Gregorio Abelló, sobrino del financiero Juan Abelló, quienes supuestamente ofrecían a potenciales clientes los servicios de la trama mafiosa. Estos últimos, llamados en las diligencias policiales como "receptores", eran habitualmente empresarios que en la época de bonanza económica habían evadido importantes cantidades de dinero a paraísos fiscales para evitar el pago de impuestos y ahora, en plena crisis, necesitaban traer ese dinero a España para mantener a flote sus negocios sin pasar por el control de Hacienda. Entre estos, según adelantó el pasado martes eldiario.es, se encontrarían una pariente del rey, un exdirectivo de Banesto de la época de Mario Conde y dos prominentes empresarios, uno de ellos también aristócrata.

La 'feich'ien' china 

Según fuentes de la investigación, hubo momentos en el que el número de empresarios interesados en utilizar la red de Gao Ping era tan elevado que la mafia llegó a quedarse sin dinero en efectivo en nuestro país para entregarles. Las estimaciones policías calculan que poco antes de que la organización fuera desmantelada, este sistema de blanqueo a través de ricos españoles suponía ya cerca del 80% del negocio de lavado de la mafia china, que poco a poco había ido abandonando otros métodos más rudimentarios como el pitufeo (el envío de grandes cantidades de dinero mediante centenares de remesas que nunca superaban los 3.000 euros desde locutorios) o sacar los billetes ocultos en el equipaje. El nuevo sistema le resportaba, además, pingües beneficios, ya que el 'favor' a los empresarios tenía su precio: hasta un 3% de comisión del dinero entregado.

La trama de Gao PIng sólo entregaba el dinero al empresario cuando le confirmaban desde China que había llegado la transferencia desde el paraíso fiscal

El método tenía, además, la ventaja de ser tan sencillo como eficaz. El empresario necesitado de efectivo debía enviar desde el paraíso fiscal la cantidad que necesitaba recibir en efectivo en España más la comisión a una cuenta en China de la trama, y que era controlada por un familiar directo del propio Ping, su primo Yong Jung Yang. Una vez se confirmaba la recepción del dinero, este miembro de la trama enviaba un correo electrónico o un fax a Madrid en el que incluía, entre otros datos, la clave swift de la cuenta desde la que se había hecho la transferencia y otros datos que identificaban al empresario. Una vez comprobado los datos, los hombres de Ping se desplazaban con los fajos de billetes en maletines o, simplemente, en bolsas de plástico al lugar concretado para hacer la entrega, que muchas veces era el propio domicilio del acaudalado cliente.

El sistema, conocido en el argot policial como blanqueo por compensación, no es sino una sofisticación del método de préstamo existente en la comunidad china que recibe el nombre de Feich'ien, muy parecido a la Hawala de los musulmanes que tan buenos resultados ha dado, por ejemplo, a los grupos ligados a Al Qaeda. En él, un ciudadano chino recibe un cantidad de dinero en España a cambio de que sus familiares residentes en el país asiático se comprometan a abonar la misma más un interés a la parte de la trama asentada allí. Con Gao Ping, el orden era el inverso. Los empresarios pagaban primero en China y luego recibían el dinero en España. Ahora, medio centenar de ellos tendrá que pasar por la Audiencia Nacional a explicarlo. 

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