La Fórmula 1 en España nunca volverá a ser lo mismo. Al menos durante un tiempo. Sin un piloto ganador y sin televisión en abierto, el deporte que durante los últimos doce años rivalizó en audiencia con el fútbol ha cerrado su época dorada. 

Tras el regreso de la temporada de Fórmula 1 la semana pasada, las motos hacen lo propio este mismo fin de semana. ¿Un motivo de alegría? Según para quien. Además del disgusto que se habrá llevado algún aficionado con eso de que se acaba ver todas las carreras en abierto, alguno también estará llorando amargamente y gritando “¿Por qué? ¿Por qué?” con la vuelta de los presentadores escogidos por las cadenas para estos eventos, Antonio Lobato y Nico Abad, cuyas retransmisiones suelen ser habitualmente juzgadas con dureza.