El pasado jueves era, para unos, la fiesta nacional del 12 de octubre. Para otros, la conmemoración de un genocidio que fue al parecer lo que perpetraron hace más de cinco siglos en América los españoles cuando aún no

En el desfile del 12 de octubre hubo mucho estilo y elegancia, tanto en Isabel Díaz Ayuso, que eligió un vestido de novia blanco, como en Cuca Gamarra, que presumió de piernas, así como en las ministras Raquel Sánchez o Pilar Alegría. A la recepción de los reyes Felipe y Letizia, fue la novia de José Luis Martínez-Almeida, Teresa Urquijo, y Ana Rosa Quintana, entre otros

Partamos de la base que Sánchez y su corte de Faraón andan con las nalguillas más apretadas que el presupuesto de una familia de clase trabajadora. Porque se la ven venir, claro, y saben que cualquier acto que tenga lugar en la calle en

El Día de la Hispanidad también es el recordatorio pesado y doloroso de una herida, no por lo que dejamos de ser, sino por la suciedad vertida y la desidia inmoral sobre lo que fuimos, causa de la nada que somos