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¿Y si los anticoagulantes fueran una de las claves para tratar el coronavirus?

La covid-19 no es sólo ataca a nuestros pulmones, sino que puede afectar al hígado, los riñones o el corazón, de acuerdo con los últimos estudios

Imagen de un médico con un test de sangre para la detección del coronavirus.

A medida que van pasando los días, cada vez disponemos más información sobre cómo afecta a nuestro cuerpo la covid-19, la enfermedad que causa el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. Y la realidad es mucho más complicada de lo que esperábamos.

La covid-19 no es sólo ataca a nuestros pulmones, sino que puede afectar al hígado, los riñones o el corazón, de acuerdo con los últimos estudios. Pero uno de los efectos más preocupantes que han detectado médicos de todo el mundo es que en los casos graves de covid-19, los pacientes suelen desarrollar coágulos de sangre en los pulmones o el corazón, lo que puede llegar a causar ataques cardíacos y graves problemas cardiovasculares.

Se conoce como coagulación al proceso mediante el cual la sangre se espesa, pasando de un estado líquido a una especie de gel, que termina formando un coágulo. En los peores casos, esto puede implicar riesgo de trombosis. Es importante apuntar que al contrario de lo que ha circulado últimamente en redes sociales, la aparición de los coágulos de sangre es una de las múltiples complicaciones que causa el virus, cuya enfermedad sigue estando clasificada como una infección principalmente respiratoria. 

Hace una semana, un estudio del Colegio Real de Médicos de Irlanda (RCSI, por sus siglas en inglés), constató que la covid-19 puede llegar a implicar que se forme un tipo de coágulos "anormales" que pueden empeorar de manera radical el cuadro clínico de los afectados por coronavirus.

El informe, publicado el pasado jueves, 30 de abril en el British Journal of Hematology, establece que aquellos pacientes que desarrollaban coágulos desarrollaban un "pronóstico significativamente peor" de covid-19 y terminaban necesitando cuidados intensivos en su mayoría.

"Nuestros primeros hallazgos demuestran que la covid-19 está asociada a un tipo único de desorden de coagulación sanguínea que se centra, principalmente, en los pulmones y que, sin duda, contribuye a los altos niveles de mortalidad vistos en pacientes con covid-19", explicaba en un comunicado uno de los autores, James O'Donnell.

Una de las cosas que más le sorprendió fue el hecho de que este tipo de efecto secundario es muy poco común en las infecciones pulmonares. Pero este descubrimiento también podría supone una de las claves para explicar ciertos cuadros graves de coronavirus. Según explica O'Connell en el comunicado, la formación de coágulos en los pulmones podría ser el motivos por el cual los niveles de oxígeno en sangre se reducen "drásticamente" en las infecciones graves de covid-19.

El tratamiento con anticoagulantes, clave para mejorar la supervivencia

Es por ello que cada vez son más los científicos que han comenzado a analizar el impacto que puede tener el uso de anticoagulantes, uno de los tipos de medicamentos más comunes en el mercado, a la hora de tratar coronavirus. Después de tantas semanas centrados en el impacto respiratorio, una de las claves podría haber estado en todo momento en garantizar que la sangre de los pacientes se mantenga líquida durante toda la enfermedad.

A finales de esta semana, ha trascendido otra investigación llevada a cabo por nuestro Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) en Madrid, en colaboración con el prestigioso Instituto Cardiovascular del Hospital Monte Sinaí de Nueva York. El trabajo, que está liderado por Valentín Fúster, director del CNIC, no sólo ha confirmado que la respuesta inflamatoria que produce la infección por coronavirus puede causar trombosis y lesiones cardíacas, sino que ha constatado que el uso de anticoagulantes puede mejorar la supervivencia de los pacientes de covid-19, ya que evita que sufran infartos o ictus. 

Los autores de la investigación confían en que el hallazgo pueda aportar una nueva forma de tratar a los pacientes ingresados por covid-19. En una entrevista con la agencia EFE, el propio Fúster indicaba que los fármaco anticoagulantes "pueden desempeñar un papel importante en el cuidado de los pacientes con covid-19 al prevenir posibles eventos mortales asociados con el coronavirus, como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y embolia pulmonar", aseguraba. De esta manera, establece que este tipo de medicamentos deberían considerarse como una forma más de tratar el virus, siempre y cuando se analice cada caso de manera personalizada, para evitar riesgo de hemorragias. 

Para llevar a cabo el trabajo, los investigadores del Monte Sinaí evaluaron los datos de 2.773 pacientes con covid-19 que ingresaron en su hospital a mediados de marzo. Al ver que muchos de los casos graves desarrollaban problemas de coagulación, los médicos decidieron administrar anticoagulantes a estos pacientes. 

En ese sentido, constataron que la terapia con anticoagulación tuvo un efecto más pronunciado en los pacientes que precisaron ventilación asistida: así, el 62,7% de los pacientes intubados que no fue tratado con anticoagulantes falleció, en comparación con el 29,1% de los pacientes intubados tratado con anticoagulantes. Según los investigadores, esto puede sugerir que los pacientes con enfermedades más graves pueden beneficiarse de los anticoagulantes desde los primeros momentos.