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Las farmacéuticas piden a la UE no tener que traducir el prospecto de la vacuna para ahorrar tiempo

Las farmacéuticas piden a la UE no tener que traducir el prospecto de la vacuna para ahorrar tiempo

La industria farmacéutica y la comunidad científica está llevando a cabo un 'sprint' sin precedentes para lograr desarrollar y fabricar una vacuna en el menor tiempo posible. Como si no fuera una tarea que de por sí consume mucho tiempo, imaginen además tener que ofrecer el prospecto y las instrucciones de cuántas dosis hay que administrar traducido en lituano, portugués, español, alemán e italiano, entre otros idiomas. 

Es uno de los últimos baches a los que se enfrentan los fabricantes de la vacuna contra la covid-19, que de acuerdo con la legislación europea actual, están obligados a ofrecer el prospecto de cualquier medicamento en los 24 idiomas oficiales, de manera que no es legal vender la vacuna en la República Checa si las instrucciones o las etiquetas están en sólo inglés, sino que tienen que incluir una traducción en todas las lenguas oficiales del bloque europeo.

Es por ello que algunos de los principales fabricantes de vacunas han solicitado a la Unión Europea que cambie su normativa sobre el etiquetado de los medicamentos o haga una excepción con la vacuna de la covid-19, ya que alegan que es un paso que les puede hacer perder mucho tiempo en un proceso de producción que nunca ha sido tan urgentes.

Según explicaba en una entrevista con la agencia internacional de noticias Reuters, el director de Asuntos Regulatorios de la patronal Vaccines Europe, Michel Stoffel, desde la industria están presionando a las autoridades europeas para que escojan uno de los más de veinte idiomas que se hablan dentro de la Unión Europea para el empaquetado, etiquetado y prospectos de la vacuna contra la covid-19.

El pasado mes de junio, la Comisión Europea prometió que iba a relajar la normativa en lo que se refería a los requisitos de idioma para el empaquetado de las vacunas de la covid-19, pero por el momento no ha llevado a cabo ninguna medida. Desde Bruselas preocupa especialmente las implicaciones que puede suponer no incluir un prospecto traducido, ya que no todo el personal sanitario tiene por qué saber otro idioma más allá de su lengua nativa, y entender las instrucciones de la vacuna es fundamental para administrar la dosis adecuada de manera segura.

Una vacuna para noviembre 

Esta misma semana, por otra parte, se ha dado a conocer que probablemente el bloque europeo tenga acceso en noviembre a la vacuna que está desarrollando contra la covid-19 el gigante farmacéutico británico AstraZeneca, que colabora con la Universidad de Oxford en el proyecto. 

Bruselas ya tiene un contrato con AstraZeneca que le garantizará el acceso a al menos 300 millones de dosis, para lo que incluso ya se han adelantado fondos. Será la propia UE la que posteriormente haga ­llegar la vacuna a los socios comu­nitarios, en cantidades propor­cionales a su población, para que ­todos tengan acceso a ella a la vez y al mismo precio”.

Pedro Duque se muestra convencido de que cuando se apruebe un tratamiento este será “seguro y eficaz” “Lo importante es que es un esfuerzo colectivo y todos [los países] tendrán un acceso equitativo”, han indicado las fuentes.

Hay que recordar que Donald Trump anunció que –también en noviembre– EEUU podría autorizar el uso de la vacuna de AstraZeneca para casos de emergencia. De todos modos, la Comisión Europea negocia con otros cinco laboratorios para cerrar contratos similares y tener a su disposición un amplio abanico de vacunas, intentando minimizar el riesgo de adquirir tratamientos que no sean eficaces. Según las mismas fuentes, corresponde a los estados miembro decidir quién recibe la vacuna, aunque consideran que un buen primer paso sería vacunar a un 30% de la población.

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