Problemas para votar desde el extranjero a solo un día de expirar el plazo

Más de 2,5 millones de españoles residentes en el extranjero están llamados a las urnas para el 28 de abril, pero las dificultades, trámites burocráticos y problemas en la web para pedir la obligada solicitud hacen materialmente imposible materializar el voto.

La web de solicitudes está caída desde el pasado miércoles, al menos desde las 15:00 horas. Sin esta solicitud es imposible poder ejercer el derecho al voto rogado. "La página solicitada no se puede mostrar en este momento" es el mensaje que han visualizado desde entonces quienes la han visitado. Esta url está alojada en la web del Instituto Nacional de Estadística (INE). El mensaje redirige a otra web, que tampoco está operativa al menos desde el pasado miércoles por la tarde, dejando tirados a los votantes de última hora desplazados en el extranjero.

Por este motivo, no se descarta que se alargue el plazo para ejercer este derecho a voto, como ya ha ocurrido en las pasadas elecciones generales.

El INE trabaja para recuperar el archivo

Desde el INE confirman que ha habido "problemas informáticos" en esta web y los profesionales están trabajando para recuperar el archivo desde este jueves. La incidencia solo la registran quienes intentan entrar con la clave enviada por carta, pero no para quienes tengan la firma electrónica.

Desde el cambio normativo de 2011, el voto rogado se sitúa en mínimos históricos, con un porcentaje que no llega ni al 5%, mientras que en el período precedente se alcanzaba una media superior al 30%. Este cambio se debió a la falta de garantías del anterior sistema. Con el apoyo de PP, PSOE y de CiU se exigió a los ciudadanos con derecho a voto residentes en el exterior registrarse para rogar el voto, con un calendario electoral propio y numerosos trámites.

Los faxes y correos están saturados, según denuncia Marea Granate

"No solo es la web", ha asegurado Berta Burguete, portavoz de Marea Granate, la plataforma que engloba a los españoles en el extranjero para rogar el voto. "Los faxes están saturados y no entran", ha indicado, mostrando otra de las trabas a las que se enfrentan estos votantes. "Se ha pedido habilitar más números de fax, pero la respuesta ha sido negativa", ha indicado a preguntas de Vozpópuli. 

Numerosos españoles, para no perder costumbres, han esperado hasta el final para pedir el voto rogado, colapsando las vías telemáticas, y espera que la Junta Electoral Central prorrogue el plazo más allá del 30 de marzo. "Esperamos que así lo hagan", y pone como ejemplo las misiones militares en el extranjero, a las que se les ha dado más tiempo para ejercer el voto.

Además de estos problemas burocráticos, Burguete ha asegurado que los cónsules honorarios están obligando a desplazarse a los solicitantes hasta las embajadas oficiales de España en el país de residencia. De esta forma, hay que viajar obligatoriamente en ocasiones miles de kilómetros, como sucede en Canadá o EE UU, para ejercer este derecho.

Los no residentes, obligados a estar presencialmente

"En Suecia se ha llegado a pedir el llamado "número personal" -que solo es obligado para quienes pretenden establecerse indefinidamente en el país-". Para ello hay que contactar con la Agencia Tributaria de Suecia y obtener este número, donde la embajada no tiene competencias ni participa para la obtención de la misma. Todo ello con un plazo máximo de 90 días desde que se llega al país. Pese a no ser obligatorio tenerlo, la embajada de España en el país lo ha pedido a quienes han rogado el voto, según ha declarado Burguete.

Si se obtiene esta tarjeta se considera residente en el país, pero dejan de estar empadronados en España y por tanto se pierde el derecho al voto en las municipales. Si la inscripción es como no residente, se obliga a viajar presencialmente al consulado en cada una de las elecciones, un viaje que llega a ser de miles de kilómetros, como en el caso de Canadá.  "En México, el cónsul honorario exige que vayan al Consulado", ha afirmado Burguete, mostrando así otro ejemplo más de estas dificultades. "Es ridículo", remacha.