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Política

El PSOE no quiere renunciar a la Alcaldía de Zaragoza para que Lambán sea reelegido

Javier Lambán y Pedro Sánchez en la sede socialista de la calle Ferraz.

El PSOE quiere conservar el Gobierno de Aragón aunque no al precio que quiere Ciudadanos. La Dirección Federal sabe que el actual presidente, Javier Lambán, trabaja ya por un acuerdo con Albert Rivera y el Partido Aragonés (PAR), pero Ferraz se resiste a descartar un pacto de izquierda con Podemos, Chunta Aragonesista (Cha) e IU, dicen a Vozpópuli diversas fuentes socialistas, para no depender exclusivamente de los 'naranjas'.

"Que esta es una negociación en la que no solamente cuenta lo que quiera uno en su comunidad", señala un miembro de la Ejecutiva. Un aviso que vale tanto para Aragón como para el resto de parlamentos y ayuntamientos en los que hay que fraguar pactos.

Lambán quiere un 'cambio de cromos' con Albert Rivera por el cual él sería reelegido presidente con apoyo de Cs y, a cambio, el PSOE apoyaría a su candidata a la Alcaldía de Zaragoza, Sara Fernández. Pero Pedro Sánchez no está dispuesto a renunciar a una de los consistorios más importantes del país junto con Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla; porque, de momento, alcalde socialista (Juan Espadas) solo va a tener la capital hispalense.

Solo una 'gran' alcaldía 

El presidente del Gobierno en funciones va a jugar su 'bala de plata': si boicotea ese acuerdo PSOE/Cs para reelegir a Lambán y Ciudadanos se resiste a aupar al segundo más votado, el popular, Jorge Azcón, el bastón de mando de la alcaldía recaerá automáticamente en la más votada el 26 de mayo por los zaragozanos, la socialista Pilar Alegría.

Con ello mata dos pájaros de un tiro: salva a la que quiere sucesora de Lambán a medio plazo, y empuja a éste al pacto de izquierdas que prefiere Ferraz. La geometría de esa investidura, sin embargo, supone poner de acuerdo a cinco fuerzas políticas: PSOE, Podemos, CHA (Chunta Aragonesista), PAR (Partido Aragonés) e IU. Y el PAR no es precisamente de izquierdas. 

En el peor de los casos, puestos a perder alguna 'baroní'a en este escenario post 26-M, para Sánchez es menos costoso política y personalmente dejar caer a Lambán, con quien ha venido sosteniendo fuertes enfrentamientos, que renunciar a la elección de su muy afín Luis Tudanca presidente de Castilla y León después de 33 años de gobiernos del PP; o renunciar a la de su apuesta en Murcia, Diego Conesa; dos decisiones que también dependerán del apoyo de Cs en el 'cambio de cromos' nacional que se avecina.

Así que investidura de Lambán sí, pero no "a cualquier precio", se piensa la dirección federal, donde ven todavía queda mucho partido que jugar en materia de pactos. "Hasta que vuelva el presidente del Gobierno de Bruselas no hay nada en realidad sobre pactos", admite un miembro del Comité de seguimiento de esos pactos, en el que están José Luis Ábalos, Santos Cerdán, Susana Sumelzo, y Patxi López.

Que el PAR entre en un pacto de izquierdas con el PSOE, Podemos y CHA es complicado, admite una de las fuentes consultadas, pero "también lo es" que el PAR se sume a una alternativa a Lambán con PP, Ciudadanos y Vox, un partido este último defensor del Trasvase del Ebro. Y el trasvase, casus belli para el resto de partidos aragoneses, para el PAR lo es "doblemente".

  

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