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Política

Hervías escribirá un libro sobre Ciudadanos en el que ajustará cuentas con los críticos

Fran Hervías en un acto de Cs.

Los navajazos entre los ‘riveristas’ y el llamado sector crítico dentro de Ciudadanos se van a trasladar a los libros. Al relato de Xavier Pericay en '¡Vamos?', que este lunes sale a la venta, le seguirá ‘Un ciudadano libre' de Albert Rivera el próximo 15 de abril y luego vendrá la obra aún por hilvanar de Fran Hervías, el secretario de Organización durante los últimos años y principal blanco de las críticas de los seguidores de Francisco Igea.

Hervías puso el pasado sábado un tuit que dio la impresión que iba dirigido contra Pericay, de cuyo libro se han conocido en los últimos días varios extractos en el que el peor parado, con diferencia, es el hasta ahora secretario de Organización. "La osadía que tienen algunos de publicar mentiras que se desmontan documentalmente. Pronto seremos libres, pronto llegará el momento de hablar", apuntó.

El propio Hervías ha adelantado a Vozpópuli que comenzará a escribir su obra “en primavera” tras el congreso naranja del 15 de marzo del que saldrá el equipo sucesor de Rivera. Quiere explicar el diseño de la expansión de Ciudadanos por toda la geografía española y cómo descubrió el potencial que tenían Inés Arrimadas, Begoña Villacís, Ignacio Aguado o Juan Marín, por poner varios ejemplos.

El dirigente naranja, que aún ostenta el cargo de secretario de Organización dentro de la actual gestora, llegó a Ciudadanos en 2010 tras el fiasco de la coalición con Libertas para las europeas del año anterior. Desde el principio se dedicó a los asuntos de Organización junto a José Manuel Villegas y así “hasta el día de hoy”.

Tengo anécdotas de todo tipo y lógicamente muchas muy bien documentadas. Resumiendo: lo que nunca ha salido a la luz"

“Son muchos años montando todo el partido. Quiero explicar el diseño de toda la expansión de Cs. Tengo anécdotas de todo tipo y lógicamente muchas muy bien documentadas”, avisa Hervías, quien contará “alguna que otra traición” que ha habido en los últimos años en el seno de la formación naranja.

“Resumiendo: lo que nunca ha salido a la luz. Lo que nunca se ha visto”, subraya el exdiputado por Granada, deseoso de ajustar cuentas con algunos miembros del sector crítico. En concreto, menciona a este medio a Pericay, de quien desvelará por qué perdió hace un año las primarias internas a las autonómicas en Baleares por apenas 19 votos de diferencia.

El libro '¡Vamos?'

Pericay fue uno de los 15 intelectuales que fundaron Ciudadanos hace 15 años y formó parte de la Ejecutiva naranja hasta julio del año pasado, a los pocos días de que se desatasen las hostilidades dentro de Cs tras la dimisión de Toni Roldán. En su libro ¡Vamos?. Una temporada en política (editorial Sloper) que hoy sale a la luz, el expolítico balear arremete con dureza contra Hervías, entre otras cosas por desaconsejar el fichaje de Cayetana Álvarez de Toledo por Cs cuando esta última aún no se había decantado por el PP.

“Su acendrado liberalismo”, refiriéndose a la actual portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, “hacía que muchos cuadros, afiliados y simpatizantes del partido expresaran sin tapujos su admiración por ella, al tiempo que se preguntaban por qué no formaba parte ya de la familia ciudadana. La respuesta la ofreció un día el inefable secretario de Organización (Hervías): ‘Porque podría convertirse en una amenaza para Albert’”.

Además, el perfil de Álvarez de Toledo no casaba con los parámetros que exigía Hervías. “Cayetana poseía otra tara, a ojos del secretario de Organización. Cayetana leía. Y no sólo leía, ¡también escribía! Algo incompatible con la cultura de partido que él propugnaba”, relata Pericay, quien censura a Hervías por resolver los conflictos internos “cortando cabezas y cuanto se terciase”.

Portada del libro de Xavier Pericay.

“Que el resultado fuera a menudo la devastación del partido en un determinado enclave, no le preocupaba lo más mínimo”, dice de Hervías. “Como el monte después de un incendio, ya volvería a crecer. Lo importante era cortar por lo sano y acabar con la toxicidad –por ceñirme a la jerga en boga en el partido–. Por supuesto, sólo Hervías estaba facultado para decidir quién era tóxico y quién no. Del mismo modo que sólo él sabía a quién convenía aupar a un cargo de responsabilidad y a quién no”.

Para ello, Hervías “no manejaba baremo alguno”, en opinión de Pericay. “Le bastaba con el cumplimiento de un requisito: la fidelidad al partido, esto es, el grado de obediencia a la figura del secretario de Organización que el candidato al cargo acreditara. Podía ocurrir, claro, que su apuesta, con el tiempo, resultara fallida. En otras palabras, que aquel a quien él había promovido por considerarle inmune a la toxicidad, en realidad no lo fuera. No importaba. Se cortaba la cabeza, y a otra cosa”.

"Engendro insaciable"

A juicio del escritor balear, el área de Organización que ha dirigido Hervías en los últimos años es “una suerte de engendro insaciable cuya principal seña de identidad es un despotismo en modo alguno ilustrado”, en el que el propio Hervías era el único facultado “para decidir quién era tóxico y quién no”.

Pericay también se despacha en su libro contra los llamados “hervívoros” que había en Cs, los “acólitos” que anidaron en torno al todopoderoso secretario de Organización, de quien de nuevo critica su poco cariño por los libros.

“El pensamiento, a juicio”, dice el autor de ¡Vamos? de Hervías, “constituía un peligro, en la medida en que era una bomba de relojería susceptible de estallar en cualquier momento y causar importantes estragos. En consonancia con ello, Hervías se jactaba de no leer libros. De ahí que a la hora de rodearse de acólitos su predilección recayera en los culturalmente yermos, o sea, en los bien llamados ’hervívoros, en tanto en cuanto no comen carne de libro”.

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