PP y Ciudadanos critican la amenaza de elecciones y se enrocan en su 'no' a Sánchez

Ni PP ni Ciudadanos se mueven de sus posiciones respecto a la investidura de Pedro Sánchez. Los de Pablo Casado y los de Albert Rivera se mantienen firmes en su negativa a permitir la formación de un Gobierno socialista mediante una abstención. 

El tiempo pasa y el bloqueo se mantiene. La intención del jefe del Ejecutivo en funciones es intentar conseguir el respaldo del Congreso este mismo mes de julio. Pero si no hay mayoría, Moncloa no descarta ir de nuevo a elecciones en otoño. 

Un escenario que el líder de los populares califica de "irresponsabilidad", pero al mismo tiempo dice no temer. "Si él quiere forzar las cosas para ir a unas segundas elecciones a nosotros no nos da miedo", ha manifestado a su llegada a la reunión de los 'populares' europeos previa a la cumbre de líderes de la UE que se celebra este domingo en Bruselas.

En este sentido, se ha reafirmado en su negativa de facilitar la investidura después de que Sánchez haya pacatado "en Badalona con los radicales independentistas" y en Navarra "con Bildu y Geroa Bai". "No le vamos a facilitar la investidura porque no solo lideramos la oposición, sino que somos la alternativa al Partido Socialista en España", ha recalcado.

Por su parte, la senadora y portavoz de Ciudadanos en el Parlament, Lorena Roldán, ha reclamado al jefe del Ejecutivo en funciones que deje de "amenazar con unas segundas elecciones" y le ha pedido que ponga "el contador" de la legislatura "en marcha", para que los naranjas puedan comenzar a "hacer oposición". Al igual que Casado, ha justificado la negativa a facilitar la investidura de Sánchez después de los "pactos de la infamia" que los socialistas han alcanzado en algunas localidades y comunidades autónomas con "nacionalistas" y "populistas".

En este sentido, ha reiterado que el rumbo estratégico de la formación naranja fue fijado por "unanimidad" en el último Consejo General que celebró la formación. Los de Rivera han vivido en los últimos días un terremoto interno con la salida del diputado Toni Roldán y el abandono del órgano del europarlamentario Javier Nart, por sus discrepancias con la negativa a facilitar la formación de un gobierno socialista.