Quantcast

Política

Defensa evita sancionar al oficial que permitió a sus soldados tomar cañas junto a sus fusiles en Cataluña

Se reprende por escrito al militar investigado por dejar a los legionarios que bajasen de los autobuses con armamento ligero, aunque los fusiles y las pistolas no llevaban munición. Todo el personal del convoy se sometió a un control de alcoholemia pasadas 12 horas y dieron negativo

Imagen de los soldados en una terraza con sus armas largas en el suelo.

El Ministerio de Defensa ha zanjado con una reprensión por escrito, en virtud del artículo 12 de la ley orgánica de régimen disciplinario dentro de las Fuerzas Armadas, el incidente provocado a finales de septiembre por un grupo de legionarios que estuvieron tomando cervezas, con las armas en el suelo, en una terraza de un bar de la localidad catalana de Vilafranca del Penedès, según informaron fuentes militares a Vozpópuli.

El diputado de EH Bildu Jon Inarritu publicó el pasado martes una respuesta parlamentaria del Gobierno sobre este caso, en el que se le adelantaba que "se había corregido al oficial que estaba al mando del convoy", de lo que se deducía que había habido alguna medida disciplinaria contra el citado militar.

Finalmente ha sido una reprensión por escrito, que no supone una sanción de arresto o de tipo económico, aunque dicha comunicación queda incluida en la hoja de servicios del oficial y le podrá condicionar futuros ascensos.

Respuesta del Gobierno sobre este asunto. El subrayado en rojo es del diputado Inarritu (Bildu).

El convoy lo formaban 94 militares del Tercio Alejandro Farnesio 4º de la Legión y regresaban en varios autobuses de unas maniobras en Francia. En la segunda jornada del viaje, en la que se cruzó la península hasta su llegada a Ronda (Málaga) a las 01:30 horas del día siguiente, se hicieron un total de cuatro paradas técnicas. La primera de ella fue a las 11:45 horas y correspondió a la de Vilafranca del Penedés.

El oficial ordenó a los militares que bajaran al bar con las armas que portaban, en concreto armamento ligero ya que eran fusiles HKG-36 y pistolas HK USP, aunque no llevaban consigo "ningún tipo de munición". Defensa explicó que esta controvertida decisión se debió al hecho de que los autobuses "tenían que repostar en un lugar distinto del de la parada, y no era seguro que el armamento permaneciera en los mismos sin la debida vigilancia".  

Consumo de alcohol

El departamento de Robles abrió una investigación interna para determinar si los militares habían cometido alguna infracción al consumir alcohol con sus armas a los pies. Defensa recordó al diputado de Bildu que en todas las actividades militares se imparten "conferencias en materia disciplinaria" sobre el consumo de alcohol durante unas prácticas.

Para ello, se incluyen controles de alcoholemia "al inicio y al fin de las mismas". En este caso concreto, hubo controles de estas características al personal del convoy cuando llegaron a la base militar de Ronda. Ya habían pasado más de 12 horas desde las cañas en Vilafranca y todos ellos arrojaron "un resultado negativo".

Las fotografías de los uniformados bebiendo unos botellines de cerveza mientras a su lado, en el suelo, reposaban varias armas ligeras provocaron un gran revuelo en las redes sociales. Las imágenes causaron estupefacción entre los vecinos de Vilafranca y suscitaron numerosos comentarios en Internet.

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ironizó con su actitud con la frase "seguro que después de la cerveza el rifle automático pesa menos", mientras que la CUP de Vilafranca exigió que los militares abandonasen la población barcelonesa cuanto antes.

 

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.