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Política

Casado alecciona a sus barones para que Sánchez no les presione con la abstención

Feijóo y Casado juntos en una imagen de archivo.

Pablo Casado ha iniciado una estrategia preventiva de rechazo al abrazo del oso que Pedro Sánchez va a intentar darle este lunes en persona en el Congreso y, a lo largo de la semana, indirectamente durante las conversaciones telefónicas que el inquilino de La Moncloa va a mantener con todos los presidentes autonómicos, incluidos los del PP.

Algunos de ellos, como los presidentes gallego, Alberto Núñez Feijóo; castellano-leonés, Alfonso Fernández Mañueco; o el andaluz Juan Manuel Moreno Bonilla, quieren dejar gobernar a los socialistas con tal de que no pacten con los "comunistas" de PodemosERC. Y Sánchez no va a dejar pasar la oportunidad de explotar esa brecha para desgastar al sucesor de Mariano Rajoy por más que ya le haya dejado claro que los diputados del principal partido de la oposición no apoyarán su investidura.  

Casado está muy vigilante y en contacto con todos para que ninguno le marque la agenda con declaraciones como las que proliferaron en la semana inmediatamente posterior a las elecciones del 10 de noviembre, una vez conocido el preacuerdo que habían firmado aprisa y corriendo el secretario general del PSOE y Pablo Iglesias.

Cree el presidente de los populares que la pelota está en el tejado de todos aquellos dirigentes socialistas que están permitiendo a Sánchez llevar al PSOE y a España a un callejón sin salida, y este sábado lo volvió a reiterar en la tradicional comida de Navidad del PP de Madrid:

La opción de abstenerse en estas condiciones no entra en sus planes -prefiere terceras elecciones-, pero ha decidido pasar a la ofensiva sin esperar acontecimientos en la relación del PSOE y Podemos con ERC para lograr la abstención de los independentistas catalanes en la investidura de Sánchez.

Este jueves Casado dio orden a los grupos parlamentarios populares para que, en todas las diputaciones provinciales y Cámaras autonómicas presenten mociones a fin de que los respectivos barones socialistas se mojen ante la ciudadanía y digan si están de acuerdo con que el PSOE pacte con el independentismo catalán al precio que sea.

Los populares van a meter 'ruido' en Diputaciones y autonomías para que los barones socialistas Lambán, Page, Guillermo Fernández Vara y Susana Díaz se 'mojen' contra el pacto con ERC

El líder del PP está convencido de que La Moncloa trata solo de ganar tiempo hasta que Oriol Junqueras pueda abstenerse en la investidura sin que Carles Puigdemont y Quim Torra le boicoteen, pero Sánchez empieza a sufrir oposición interna. Los presidentes socialistas de Castilla-la Mancha, Emiliano García-Page, y Aragón, Javier Lambán, han comenzado a alzar la voz contra un pacto que ponga en riesgo la unidad de España.

Para el PP se trata simplemente de "adelantarnos a lo que sabíamos que estaba por venir: decir que no de antemano a un Sánchez que, ante las dificultades que está teniendo con ERC, quiere tener un plan B al que agarrarse; por lo menos, que nadie pueda decir que no lo intentó", admiten a Vozpópuli diversos diputados.

Así que, pese a lo que a veces deslizan en privado y en algunas declaraciones algunos barones del PP y cargos intermedios en los territorios, la Dirección Nacional tiene muy claro que el partido no puede ser muleta del PSOE; No, por lo menos, de este PSOE. Ahora bien, si, una vez fracasada la vía ERC, los Page, Lambán & cia se lo piensan y obligan al presidente en funciones a dar un paso atrás para no condenar a España a unas terceras elecciones, el PP se replantearía su postura. 

Sánchez se lo toma con ironía

A Pablo Casado eso le parece una quimera porque el PSOE no da ninguna señal de que vaya a cambiar de opinión, más bien al contrario; no obstante, y por si acaso, este lunes instará en persona al inquilino de La Moncloa a dirigirse a Arrimadas y a los otros nueve diputados de Ciudadanos para que apoyen un gobierno del PSOE en solitario -o con ellos dentro-, y que Podemos se abstenga para dar comienzo a la lesgislatura.

Al PP esta maniobra le parece tan "lógica" en el lado izquierdo del espectro político como que ellos y Ciudadanos tampoco han integrado a Vox en los gobiernos municipales y autonómicos surgidos de las elecciones del pasado 26 de mayo.

Una secuencia de los acontecimientos en estas últimas horas que llevó a Pedro Sánchez a ironizar este viernes, durante la rueda de prensa que ofreció en Bruselas, con el hecho de que el presidente del PP hace bueno el dicho de que "consejos vendo, que para mí no tengo", cuando está "todo el día" diciéndole cómo debe abordar su investidura.  

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