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Política

El ataque de Abascal a Bruselas y el vapuleo a la moción rompen los puentes entre PP y Vox

Pasaporte Covid y vacunas a menores: la batalla que enfrentará a Vox y PP en otoño
Pablo Casado y Santiago Abascal en una imagen de archivo.

Las relaciones entre Partido Popular y Vox no atraviesan su mejor momento. La moción de censura contra Pedro Sánchez promovida por el segundo ha puesto a los de Pablo Casado en una encrucijada. Cualquier paso en falso podría traducirse en un trasvase de votos al partido verde. Y más en un contexto de crisis sanitaria, económica y social a causa de la pandemia. 

En principio, no será hasta este jueves cuando los 'populares' desvelen si se decantan por el 'no' o la abstención ante la ya quinta moción de la democracia. Aritméticamente tampoco importa, ya que la iniciativa solo prosperaría al contar con un mínimo de 176 votos a favor y Vox pudo comprobar allí la inmensa soledad que les rodea: solo cuentan con su grupo en el 'sí' a la moción.

Mientras tanto, los diputados del PP ponen la lupa en el discurso de Abascal para buscar las grandes diferencias que justifican su negativa a secundar la propuesta más allá del vapuleo mediático. "Es una tomadura de pelo", comentó Teo García-Egea a media mañana del miércoles en una improvisada rueda de prensa. "Un espectáculo circense", añadió.

Abascal se lo puso fácil: Bruselas. Los 'populares' salieron en tromba contra la refundación de la Unión Europea planteada por el dirigente de Vox y que pasaba por rechazar "un megaestado federal que se parece demasiado a la República Popular China, a la Unión soviética o a la Europa soñada por Hitler". También los de Ciudadanos. Las dos fuerzas coincidieron además en recriminar al candidato la "falta de un programa alternativo" de Gobierno.

PP y Cs, contra el "euroescepticismo"

"Arremete contra la UE. Así es el euroescepticismo. La UE nos ha dado los mayores éxitos de progreso y libertad de nuestra historia. Y en los peores momentos, como ahora, ahí está ayudando. Una moción que nada soluciona y fortalece a Sánchez", lanzó la eurodiputada del PP Dolors Montserrat.

El dirigente de Vox aseguró que a España la están desvalijando a dúo. Por un lado, la maquinaria "despótica" de Bruselas y, por otro, las comunidades separatistas.

"No hay ninguna ley física que diga que los europeos no podamos retornar a los orígenes fundacionales de la Unión Europea, que tengamos que quedarnos de brazos cruzados mientras el consenso progre convierte la mejor civilización de la historia en un montón de cenizas", sentenció.

"A España solo la rescatarán los españoles. No nos salvará Bruselas, antes nos salvará Móstoles", advirtió minutos antes.

Sus palabras han sido recogidas como un canto al anti-europeísmo por el resto de formaciones, en línea con los postulados de la derecha radical europea. "Para ustedes Europa es un monolito blanco y cristiano, pero no estoy de acuerdo. Para mí es libertad y futuro", manifestó la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas.

Pero desde las filas de Vox alegan que "el consenso progre confunde Europa con las burocracias de Bruselas". "Europa es mucho más que eso: es una historia, unas tradiciones, unas raíces cristianas, un conjunto de naciones soberanas y una forma de ver la vida de las que el consenso progre reniega", defienden en Vox.

"Abascal pide volver al espíritu de los padres fundadores de la UE en contraposición con el vertedero multicultural que está creando el consenso progre", señalan fuentes del partido.

La cosa no se quedó en Bruselas. Tanto PP como Ciudadanos recriminaron a Vox haber acudido a la moción sin un "programa alternativo" de Gobierno.

"Tanto hablar de los chinos, Soros, chamanes, brujos que me he olvidado de los españoles... ¡Ahí va! ¡Ni una sola propuesta para el futuro me han escrito!", ironizó el parlamentario gallego Jaime de Olano. "Que el Gobierno no tenía programa económico ya lo sabíamos. Hoy sabemos que Vox tampoco lo tiene. España necesita solvencia, rigor y experiencia. También confianza y credibilidad. El Partido Popular lo volverá a hacer. Preparados para devolver la ilusión a los españoles", publicó a través de su cuenta de Twitter.

El también 'popular' Mario Garcés aseguró que "Abascal y Sánchez se retroalimentan en medio de una terrorífica pandemia". García- Egea remató: "Vox es la derecha que más conviene a la izquierda". La crispación en el hemiciclo era manifiesta.

Vox denuncia "insultos" del PP

Fuentes de Vox denuncian "insultos" por parte de algunos diputados del PP. Achacan la "virulencia" al "nerviosismo" ante la moción. En cambio, los de Abascal se muestran convencidos de que "la actitud más tranquila que de costumbre" de los miembros del Gobierno, PSOE y Podemos durante el debate responde a una "consigna totalmente estudiada".

Llegada la tarde, los socialistas estamparon su firma junto a la formación morada y todos los partidos nacionalistas e independentistas del Congreso de los Diputados en lo que llamaron un "manifiesto en favor de la democracia".

Un texto en el que el PSOE coincide con ERC, Junts per Catalunya, la CUP y EH Bildu. Además de PNV, BNG, Más País y Compromís. Era la respuesta en bloque al discurso de Santiago Abascal como candidato de Vox en la moción de censura.

"Si usted quería debilitar al Gobierno no lo ha conseguido. Los señores de la mayoría 'Frankestein' están que se relamen", espetó Arrimadas al líder de Vox tras ser acusada de sostener a Sánchez en La Moncloa. "No dé armas a los que quieren confrontarnos", pidió la dirigente de Cs.

Abascal volvió a la tribuna de oradores para responder: "¿Usted favoreció a Torra por presentar una moción de censura en el parlamento catalán que fue derrotada? Yo creo que no". "En una epidemia hay que concentrarse en salvar vidas, pero pensamos que hay que para ello hay que echar a este Gobierno de forma urgente", concluyó.

Abascal lee las víctimas de ETA

El momento en el que Abascal leyó los nombres de las más de 800 víctimas de ETA tampoco sirvió para calmar los ánimos entre los miembros de la Cámara Baja. Ocurrió durante el cara a cara de Abascal y EH Bildu. En concreto, durante la réplica a la portavoz de la izquierda abertzale, Mertxe Aizpurua. Los 52 de Vox permanecían de pie en homenaje a los asesinados.

"Hay más de 300 que están sin resolver", recordó al terminar la lectura, y "sus ejecutores, los que dispararon o los que se chivaron de a quién debían matar siguen libres". "Ni siquiera sabemos si alguno de ellos está sentado hoy aquí. No se escandalicen porque no lo sabremos nunca", dijo Abascal ante las quejas de la bancada del grupo abertzale.

"Los diputados del PP sentados como los del PSOE, Ciudadanos, comunistas, golpistas, separatistas y filoetarras. No hay más preguntas", concluyó Hermann Tertsch.

La idea de Abascal es la misma que empleó el 22 de marzo de 2003 el entonces presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, cuando denunció que EH Bildu tenía "mucha culpa" de los 857 asesinatos de ETA y usó más de 17 minutos de los 30 que le correspondían en su primera intervención en el pleno monográfico de paz del Parlamento Vasco para leer todos los nombres desde la víctima más reciente hasta la primera. Abascal ha invertido el orden.

Durante toda la jornada solo ha habido un momento que ha arrancado el aplauso de la mayoría de los diputados presentes: cuando Arrimadas ha recordado al ex director de la Policía y diputado de Ciudadanos Joan Mesquida. 

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