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Política

Casado desprecia entrar en un Gobierno presidido por Cs en Andalucía

Pablo Casado y Moreno Bonilla

Pablo Casado no contempla por ahora una posible entrada del PP en un Gobierno de Ciudadanos. "De eso no se habla en campaña", comentan fuentes del partido. Juanma Moreno, el candidato popular, había deslizado en conversaciones privadas que no descartaría ese escenario, con él incluso en el papel de vicepresidente. El presidente del PP, este viernes de campaña en Sevilla, ha asegurado que estarían "encantados" de recibir el apoyo de Ciudadanos, como ya ha ocurrido en otras zonas comunidades como Madrid, Rioja, Murcia, Castilla y León. Pero sin gobiernos en coalición y, menos aún, con el PP en segundo plano. Pese a este espíritu de colaboración entre las dos fuerzas, que crece día a día, Casado no olvidó recordar  que el partido de Albert Rivera dio 'respiración asistida' al gobierno de Susana Díaz durante toda la legislatura.

Piensa Casado que, llegado el momento, sumaría sus escaños con los de Ciudadanos para defenestrar el gobierno socialista de Andalucía. Nada más. No habla siquiera de la posibilidad de una coalición y menos aún de que el PP vaya a ocupar un papel secundario, de mero relleno. "Vamos a ganar, nos vamos a dejar la piel", es el mensaje que se envía desde la cúpula a unas bases que han empezado a despertarse. Nada de hacer de 'monaguillos, o de asistentes' de la formación naranja. 

La obsesión del sorpaso

Albert Rivera se ha mostrado mucho más prudente. En RNE aseguraba este viernes que "si hay un sólo escaño más de cambio, habrá cambio", sin entrar en detalles de cómo sería al nuevo escenario. Ciudadanos confía en el sorpaso sobre los populares, un episodio que no se contempla en las encuestas.

Juan Marín, su candidato autonómico, está convencido de que conseguirá la proeza. El equipo naranja afronta estos comicios sin apenas dramatismo. Aumentarán su representación parlamentaria al menos en diez escaños, asentarán su presencia en la región y relanzarán la figura de Inés Arrimadas, uno de sus principales activos. Si superan o no al PP ya es cuestión secundaria. "Ellos no tienen la presión que nosotros", confiesan en el equipo de Casado.

Casado también está seguro de que la campaña electoral, en la que participarán los dirigentes  nacionales y los barones de toda España, logrará movilizar a un electorado que ahora aparece algo desmotivado. Está en juego el denominado "efecto Casado". Las andaluzas son el primer 'test' para nuevo equipo llegado a Génova tras las primarias.

Andalucía se ha convertido en el muro de contención con el que los populares pretenden frenar la onda expansiva de Ciudadanos de cara a las municipales y autonómicas de mayo. Es la primera vuelta de unas generales, advertía Casado. Pero también, las andaluzas son el muro de contención para fenar al partido naranja. "Hay muchas más cosas en juego que el sillón del Palacio de San Telmo", comentan en el PP.

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