Día Internacional del Libro: 'Sangre en el Garden, la brutal historia de aquellos Knicks de los 90'

Knicks y libro. Es una tándem que si funciona bien puede resultar espectacular para el lector. Este próximo 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro. En Para Ti, como amantes de la lectura que también somos y como grandes apasionados del mundo de la canasta - realidad que ha tenido siempre muy buena acogida entre nuestros lectores - nos vamos a atrever a recomendarte una obra publicada ya hace algunos meses pero que sigue siendo una opción tremendamente válida si lo que buscas es impactar con tu regalo sobre baloncesto o regalarte a ti mismo una obra brutal.

'Sangre en el Garden, la brutal historia de aquellos Knicks de los 90'

Aquellos Knicks de los años 90 (ojo spoiler) no ganaron ningún anillo, pero no acabamos desvelar nada que no sepa alguien que conozca un poco la NBA. Ahora que el equipo de la Gran Manzana lleva de un tiempo a esta parte algo resucitado; ahora que han conseguido 50 victorias en la Regular Season, lo que les hace firme candidatos quizá no al anillo pero sí al menos a llegar a las Finales del Este; ahora que se han acercado a los registros de hace una década, cuando estaba Carmelo Anthony a los mandos, quizá sea buen momento de tener entre tus manos 'Sangre en el Garden, la brutal historia de aquellos Knicks de los 90'.

'Sangre en el Garden, la brutal historia de aquellos Knicks de los 90'

Un libro fundamental tanto si amas el baloncesto como si eres un fan de los Knicks. Los 90 no se pueden entender sin este equipo, sin su presencia, sin sus formas. Un relato indispensable para acercarte a aquella brutalidad que, para muchos, compensó años de carestía.

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Al igual que la NBA era un nido de drogas y falta de atención, que heredaba el desinterés por una competición venida a menos a finales de la década de los 70, a inicios de los 80, los Knicks no pintaban demasiado en la competición. La propia NBA, de la mano de los Lakers, de los Celtics, de Magic Johnson y de Larry Bird, y luego de la mano de los Pistons y de los Bulls y de Jordan, sí consiguió salvar el envite que puso en riesgo su existencia. Mientras esa resurrección según avanzaba la década de los 80 se producía, Pat Ewing era sospechosamente elegido por los Knicks como número 1 del Draft de 1985. Aquella historia da para un artículo y un libro extra, pero supuso que New York, el pretendido mayor mercado de la NBA, tendría a la estrella del momento. No la aprovechó del todo y los 80 terminaron con New York con presencias en los play offs, sí, pero sin grandes alardes.

Hasta que llegó Pat Riley, en 1991, lo que nos lleva a 'Sangre en el Garden, la brutal historia de aquellos Knicks de los 90', con un Riley que venía de resucitar a la NBA y darle al mundo el 'Showtime' de los Lakers y a los propios angelinos unos cuantos anillos, en su memorable cara a cara con los Celtics.

Riley, entrenador obsesivo como el que más, vio, pensó y supo que la manera de apretar a New York, de que el Madison Square Garden cumpliera de verdad con su nombre de 'La Meca' y fuera un santuario del baloncesto y no un simple nido de turistas que completaban el plan de viaje con un insulso partido de los Knicks, era ser agresivo, violento, brutal, encarado, sin miramientos.

La obra de Chris Herring, un referente a la hora de contar el baloncesto en los Estados Unidos, te transporta a ese plantel donde la propia salud física de los integrantes de la plantilla de los Knicks llegaba a estar en entredicho en los entrenamientos por la dureza de las sesiones

'Sangre en el Garden, la brutal historia de aquellos Knicks de los 90' es el relato de esos años, de esa década donde no, los Knicks no ganaron un título (en 2024 siguen sin ganarlo) pero donde al menos pusieron sobre la mesa que el orgullo de New York no era negociable. La obra de Chris Herring, un referente a la hora de contar el baloncesto en los Estados Unidos, te transporta a ese plantel donde la propia salud física de los integrantes de la plantilla de los Knicks llegaba a estar en entredicho en los entrenamientos por la dureza de las sesiones. Riley pensó que no había otra forma de espabilar a una franquicia demasiado pagada de sí misma. Y ético o no, consiguió lo que nadie antes había logrado en 20 años y lo que nadie hasta la fecha ha vuelto a conseguir desde su marcha, y de la su otrora ayudante, Jeff Van Gundy: colarse en dos Finales de la NBA.

Un libro fundamental tanto si amas el baloncesto como si eres un fan de los Knicks. Los 90 no se pueden entender sin este equipo, sin su presencia, sin sus formas. Un relato indispensable para acercarte a aquella brutalidad que, para muchos, compensó años de carestía.