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Opinión

La verdad sobre el caso Cegé Pejota

Guilarte ejerce como presidente en funciones del CGPJ tras la jubilación de Rafael Mozo
Guilarte ejerce como presidente en funciones del CGPJ tras la jubilación de Rafael Mozo

Cegé Pejota (o sea el CGPJ) lleva cinco años secuestrado, aunque muchos más, politizado. Al modo del famoso libro de Eduardo Mendoza, veamos, más o menos, las  famosas preguntas de Aristóteles en la Ética Nicomaquea (hoy las 5W: who, why, what, when, how) de este interesante crimen.

¿Quién es la víctima? El CGPJ es el órgano administrativo-gubernativo que rige el Poder Judicial. Es muy importante porque reparte premios y castigos entre los jueces: nombra a quiénes ejercerán los más altos cargos de la magistratura y sanciona a los que incumplan la normativa.

¿Por qué se le secuestra? El Poder Judicial es independiente porque lo es cada uno de los jueces y el CGPJ, además, no es poder judicial, porque no juzga. Pero al elegir a quienes alcanzan los más altos estratos de la magistratura –y a dos miembros del Tribunal Constitucional– es objeto del deseo de los políticos, que ansían poder situar en puestos clave a personas que son de su misma sensibilidad y que comprenden que el recorrido ulterior de su carrera puede depender de que sus decisiones presentes estén en sintonía con quienes hacen los nombramientos. Si a ello se le une la figura de los aforamientos, en virtud de la cual a los altos cargos políticos les juzgan en las más altas magistraturas, el incentivo a la politización está servido.

Conforme a la Constitución, el CGPJ se compone de 20 miembros, de los cuales 12 deben ser elegidos “entre” jueces o magistrados, 4 a propuesta del Congreso y 4 del Senado, por mayoría de tres quintos. La Ley Orgánica Poder Judicial de 1980 interpretó ese mandato en el sentido de que esos 12 miembros se debían elegir “entre” y, ésta es la clave del asunto, “por” los jueces y magistrados. Con ello se lograba una saludable variedad y se ponían dificultades al control político.

La partitocracia creciente –el excesivo poder de los partidos en el juego democrático– alentaba el intento de control de los otros poderes del Estado mediante un cómodo reparto por cuotas

¿Cómo se politizó? En 1985, el PSOE decide cambiar la LOPJ para establecer que todos los miembros del CGPJ debían ser nombrados “entre” jueces pero “por” las Cortes Generales, supuestamente para evitar que una judicatura franquista aguara las reformas que iba a realizar la izquierda, aunque también para que la “voluntad del pueblo” manifestada en las urnas (y administrada por el partido) alcanzara a todos los estamentos del Estado y no fuera coartada por incómodas trabas legales: el famoso “Montesquieu ha muerto”. El PP recurrió la reforma ante el Tribunal Constitucional, pero éste (también politizado por el nombramiento de sus miembros) la avaló, aunque advirtiendo de que se corre el riesgo de frustrar la finalidad señalada de la Norma constitucional si las Cámaras, a la hora de efectuar sus propuestas, olvidan el objetivo perseguido y, actuando con criterios admisibles en otros terrenos, pero no en éste, atiendan sólo a la división de fuerzas existente.

¿Quiénes son los sospechosos? Por supuesto, el PSOE, pero también el PP, que llegado al poder no tuvo empacho en mantenerla vigente y, todavía peor, no se sonrojó al politizar aún más el CGPJ en la reforma de la LOPJ de 2013. La partitocracia creciente –el excesivo poder de los partidos en el juego democrático– alentaba el intento de control de los otros poderes del Estado mediante un cómodo reparto por cuotas. Hoy por ti, mañana por mí. La gravedad de esta situación ha sido señalada por el Consejo de Europa (Recomendación 2010/12), el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y el GRECO (Grupo de Estados Contra la Corrupción), específicamente para nuestro país.

Pero la crisis financiera descabaló el sistema partitocrático, ya herido por la polarización iniciada con Zapatero; y, así, lo que podría haber sido un saludable ejercicio de regeneración de la mano de nuevos partidos que solicitaban cambios en el sistema se convirtió en división y debilidad. La aparición en el PSOE de un líder sin demasiados escrúpulos, ninguna vinculación con los antiguos pactos no escritos y una mayoría exigua en el Parlamento acentuó la necesidad de controlar todos los resortes del poder para complementar su debilidad parlamentaria y dar satisfacción a las formaciones populistas y antisistema que le sostienen en el poder.

¿Por qué se bloqueó su renovación? Ante esa ruptura del statu quo, y dado que se necesita una mayoría de tres quintos para renovar el CGPJ, el PP decide encastillarse en el CGPJ y no permitir que un baluarte tan importante cayera en poder de Sánchez, que entre tanto había ido acaparando el control de la Fiscalía, el Tribunal Constitucional, el CIS, el Tribunal de Cuentas y otros, sin los magros contrapesos no escritos que el antiguo reparto por cuotas partitocrático imperfectamente permitía (precisamente para evitar que uno de los partidos acumulara peligrosamente demasiado poder). Por eso el PSOE habla de bloqueo del PP, aunque en realidad la competencia para nombrarlo lo tienen las Cámaras, por lo que sus presidentes podrían convocar la reunión tantas veces como sea necesario para nombrar candidatos no politizados.

Además, con ley 4/2021, el PSOE ha tratado de presionar sustrayendo al CGPJ la potestad de realizar nombramientos mientras esté en funciones, evitando así que los que pudiera nombrar fueran de la sensibilidad del PP, aunque tuvo a bien modificar la norma después para que se nombraran a los miembros del CGPJ que le interesaban.

El PP aboga ahora para volver al sistema inicial -de nombramiento de 12 miembros por los jueces- lo que tampoco es muy creíble pues lo pudo hacer, y no lo hizo, cuando tenía mayoría absoluta

Después amenazó con cambiar la LOPJ para que se votasen los nombramientos por mayoría absoluta y no de tres quintos, aunque finalmente se contuvo por la presión de Europa. El PP aboga ahora para volver al sistema inicial -de nombramiento de 12 miembros por los jueces- lo que tampoco es muy creíble pues lo pudo hacer, y no lo hizo, cuando tenía mayoría absoluta y ahora más bien parece un argumento de bloqueo o de moneda de cambio, como por ejemplo cuando trató de evitar con ello la reforma del delito de malversación.

Gracias a estos jueguecitos de poder y estos chantajes, tenemos mil sentencias del Supremo sin pronunciar y un 14 % de cargos vacantes.

¿Cómo liberar al CGPJ? La solución estaría en que el PP –y todavía mejor, ambos partidos- fuera coherente y asumiera de verdad las propuestas regeneradoras. Hace ahora 10 años, la Plataforma Cívica por la Independencia Judicial, como acto reivindicativo, organizó ante notario unas elecciones alternativas al CGPJ en la que votaron 1.000 jueces. El PP podría organizar otras elecciones alternativas y proponer al parlamento esos 12 candidatos. De ese modo, resolvería el bloqueo y cumpliría el sentido original de la Constitución, exigiendo, eso sí, la reforma de la norma a continuación. Si el PSOE se niega, será él el que bloquea, y si lo acepta, tendremos un CGPJ despolitizado.

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  • J
    José

    Los jueces que tengan que juzgar a políticos en algún momento deberían ser totalmente neutrales y apolíticos. Si se decantan de cualquier manera por algún partido o ideología deberían ser apartados automáticamente. Es impensable que incluso puedan ser miembros de partidos o haber tenido cargos políticos.

  • J
    Juanmanuelito

    Por favor, lo de "volver al sistema inicial" de la elección de los miembros del CGPJ me parece una broma. Fue el Tribunal Constitucional quien dio el visto bueno, creo que en 1986, a saltarse la literalidad y espíritu del Artículo 122.3 de la CE. Sabrían mucho de Derecho, pero estaban peces en Gramática Española. Manipularon descaradamente la preposición "ENTRE", que expresa RECIPROCIDAD. Ya estoy jubilado, pero les hubiera puesto un suspenso.
    Invito a visitar mi blog "quenoyqueno" y buscar la entrada MUCHO DERECHO Y POCA GRAMÁTICA. Ahí lo argumento con detalle.

  • R
    ruizvinto

    La solución: volver a la CE: que los 12 magistrados de entre jueces y magistrados de carrera en el ejercicio de la profesión sean elegidos por ellos mismos, como claramente, induce la CE y un año después la Ley 1/1980 del CGPJ apoyada por PSOE y AP, y solo rechazada por PNV y PC.

  • R
    ruizvinto

    Errata, en 1985 faltaban 4 años para la fundación del PP. La Ley la tuvo que recurrir al TC AP (107 diputados).

  • T
    Tony010

    El problema de base es que la sociedad española está partida en dos facciones irreconciliables, y estamos asistiendo al espectáculo en cámara lenta del desmoronamiento del Régimen del 78, con un partido de oposición que no es más que una mascarada de opereta que sigue su función titiritera cuando el escenario se le está viniendo abajo.

  • V
    vallecas

    ¿Cómo se da un Golpe de Estado sin armas? Como lo está haciendo Sánchez.
    La LEY le permite hacer barbaridades (todas legales) y sin límite. Pero atención,
    Si tengo un vecino que molesta, abusa y comete actos ilegales y la LEY no me ampara, si no hay policía, si no hay Justicia, me obligarán a "tomarme la justicia por mi mano".
    Lo de Abascal es una "pasada" y podría haber enviado ese mensaje de otro modo, pero es un grito de auxilio.

  • G
    Gala

    .
    Todos estos de las siglas divinas que tras 15 años encerrados comiendo folios y más folios para ser jueces, llega la hora de la verdad y se "atontonan", se pierden ante el ascenso de un pequeño hijo malcriado que por lo que se ve siempre ha hecho lo que le ha dado la gana con el beneplácito de sus papis y toda su parentela. Y hasta copia libros que hace pasar por suyos, como hizo con su tesis

    Y estos jueces no se dignan en dar un mazazo y acusarle de soliviantar el país, se dedican a jugar a la "Oca y tiro porque me toca". Juegan a sus pequeñas ambiciones y no les importa dar la espalda a los ciudadanos..
    No, ellos a lo suyo. ¿Dónde se ha visto que los jueces puedan pertenecer a partidos políticos?
    El ciudadano de a pie sumido en las incontables dictaduras individuales que le abordan diariamente incluida la de nuestro napoleón malaparte, se encuentra con unos señores que se pelean por coger el sillón y ganan como premio que el portero de su finca les salude en sus entradas y salidas.
    Repito: ¿En qué cabeza cabe que un Juez tenga que simpatizar con grupos politicos? no hay que pensar mucho para intuir que todas las sentencias serán a favor de su "ahijado". De ahí que la corrupción en España no pare. Nadie le pone freno.
    Y ahora nos venden sin decir ni mu, una amnistía empoderada para barrer como en la majadera ley del "Si es si", todos los pecados cometidos por un montón de sinvergüenzas.
    No lo duden, estamos en una democracia "muy avanzada".¡¡¡Oe, Oe, Oe!!!

  • C
    Clearco

    Olvida que en esto no es solo la psoe sino el resto de partidos golfos.

    O sea, no es que la psoe colonice el CGPJ, sino que se reproduzca allí la composición del parlamento.

    ¿O cree que ERC, ETA, PNV, Podemos etc., van a renunciar a colocar sus jueces en el CGPJ?

  • N
    Norne Gaest

    No 12, sino los 20 elegidos por los jueces, eso sería la des politización deL CGPJ. Y lo mismo en el Tribunal Constitucional y demás órganos del Estado: elegidos por y entre profesionales solventes e independientes.

    ¿Que en algunos casos, como los citados, se necesitan reformas constitucionales? Pues claro, pero puestos a decir lo deseable, eso hago.
    Sustituir una partitocracia por una democracia.

    Pero claro, para eso se necesitan partidos con sentido de Estado. El PP lo tiene poco desarrollado y el PSOE carece por completo. Vox lo tiene, a pesar de algunos elementos que cobija en su seno (Rodrigo Alonso, por ejemplo, secretario del sindicato Solidaridad y miembro de la dirección del partido) pero está demonizado con la corrección política imperante.
    Ayer escuché a Pepa Millán, la nueva portavoz del Congreso, en el canal tv 24 horas. Muy buena impresión. Estos son los políticos que se necesitan. Como Ayuso y Cayetana. Lo mejor del Vox y lo mejor del PP.

    A la izquierda veo un desierto político y moral donde solo se puede escuchar a algunos jubilados del PSOE (Guerra, Redondo, Leguina) o alguna individualidad fuera del ese partido.

    O sea, que faltan mimbres para regenerar la cosa pública, si es que salimos del barranco donde nos han llevado. Ahora bien, si nos contentamos con tratar de parar los pies al tahur y que haya nuevas elecciones con mejores resultados, y que el PP, con Vox o sin él, haga los cambios superficiales que acostumbra (cuando los hace, que es pocas veces), y gestiona algo mejor, pues sí que es factible. No será fácil, pero sí posible. Es cuestión de seguir insistiendo en todos los frentes.