Opinión

RAYOS CATÓDICOS

La tele de hoy es mejor que la de Franco

David Broncano, presentador de 'La Resistencia' de Movistar Plus+. MOVISTAR PLUS+

Cuenta Don Fernando Díaz Plaja en su divertidísimo libro “Anecdotario de la España franquista” (Plaza y Janés, 1997) lo que sucedió en una reunión al preguntarle Carmen Polo de Franco al director de TVE por dos periodistas que este había cesado. Se trataba de Tico Medina y Yale, nada menos, que conducían un espacio de enorme popularidad por aquel entonces. Como sea que algo debieron hacer que disgustó al director, los puso de patitas en la calle. Pues bien, imagínense la cara que se le debió quedar cuando la esposa del Caudillo le dijo “Dígame, esos dos chicos tan divertidos, Yale y Tico Medina, ¿ya no trabajan?”. Es obvio decir que ambos fueron recuperados ipso facto para la pequeña pantalla con unas condiciones mejores que las que tenían. Cabe añadir que las llamadas de Doña Carmen, así como las de la esposa del almirante Carrero Blanco, eran temidas como un nublao en Prado del Rey. Si se quejaban de que una presentadora llevaba demasiado escote o de si una bailarina se movía de manera impropia, se le caía encima el artesonado al responsable.

¿Qué les ha hecho a los sanchistas 'El Hormiguero'? Deben ser las dos hormigas quienes le han hecho algo a Sánchez. Es lo que tienen los bichitos, a la que te giras, patapam, ya te la han liado

Es evidente, las cosas han mejorado muchísimo en materia de libertad de expresión y quienes ejercemos la profesión de contar lo que vemos en los medios vivimos agradecidos a este gobierno de progreso que garantiza avances portentosos en este sentido. Por ejemplo, ahora ya no llama la mujer del presidente. Lo hace directamente Sánchez. No en directo, no, lo hace con anticipación y dejando clarito lo que quiere, en este caso a Broncano que ya tiene junto a su compadre y protector Buenafuente contrato, pastizal y horario estelar. Éstos eran los que pusieron a parir al Ente cuando ficharon a Javier Cárdenas, al que ya le habría gustado llevarse una décima parte de lo que se van a llevar estos progresistas por intentar desbancar a Pablo Motos. Y ya que estamos, oigan, ¿qué les ha hecho a los sanchistas 'El Hormiguero'? Un programa blanco, que se dedica meritoriamente a eso tan difícil en la tele como es entretener sin aditivos ni edulcorantes. Es rarísimo. “Usted sobrevive a Trancas y Barrancas”, le dijo con retranca gallega Núñez Feijóo al Monclovita Supremo en el Congreso el otro día. Deben ser las dos hormigas quienes le han hecho algo a Sánchez. Es lo que tienen los bichitos, a la que te giras, patapam, ya te la han liado. O a lo mejor es que Sánchez habría querido estar al lado de Sofía Vergara, o participar en la tertulia al lado de Tamara Falcó, ay mi Tamara, o ser quien hace los trucos de magia, vayan ustedes a saber. Quizás el contencioso se solventaría si fichasen a Sánchez para el concurso en el que llaman a una casa al azar y preguntan “¿Sabe usted lo que quiero?” Y, en lugar de responder “¡La tarjeta del hormiguero!”, el televidente tuviera que decir “¡Que Pedro Sánchez sea siempre el primero!”. Es por dar ideas.

Quizás el contencioso se solventaría si fichasen a Sánchez para el concurso en el que llaman a una casa al azar y preguntan “¿Sabe usted lo que quiero?” Y, en lugar de responder “¡La tarjeta del hormiguero!”, el televidente tuviera que decir “¡Que Pedro Sánchez sea siempre el primero!

Esperemos que ahora que la señora Cascajosa ha conseguido meter con calzador a Broncano -¿sabremos algún día la verdad acerca de la ausencia de Elena Sánchez en la votación? – y que ya tiene contento al señorito, se dedique a hacer una televisión de calidad, libre, para todos y no solo para unos y, si puede ser, que no nos cueste un ojo de la cara a los contribuyentes. Ochenta y siete mil novecientos setenta y cinco lereles cada programa de Broncano, habiéndose firmado un mínimo de ciento cincuenta y cinco. Multipliquen, pero antes tómense una tila, un diazepam o casi mejor no hagan la operación. Porque ahora toca pagar a Hacienda y ya saben, nuestros impuestos van a educación, sanidad y esas cosas.