Opinión

También irán a por ti Sánchez

Pedro Sánchez a su llegada al desfile del 12 de Octubre
Pedro Sánchez EFE

A las innumerables traiciones, mentiras, canalladas y felonías perpetradas por el Gobierno de Sánchez se ha añadido otra en los últimos días. Ione Belarra se ha mostrado abiertamente partidaria de Hamas reflejando así el pensamiento comunista español, mucho más anti semita que el resto de sus homólogos, lo que ya es decir. Y Sánchez, en lugar de desautorizarla ni que sea porque ahora está ocupando el cargo de presidente de turno de la UE, ha dicho que sí, que vale, que bueno. Total, si es capaz de entregar los saharauis al sátrapa de Rabat, las vascongadas a los del club del nueve milímetros Parabellum o Cataluña a la alegre panda del maletero, no le viene de aquí.

Tenemos un gravísimo problema. Sánchez, además de malo, es tonto. Pero tonto, tonto, de esos tontos con balcones a la calle y gorrito de Napoleón hecho con el Marca, La Hoja del Lunes o el Noticiero Universal. El monclovita mira al mundo y solo ve ocasiones para mejor aprovecharse él y su banda. Sus gafas de color de rosa le impiden entender la complejidad del momento presente y lo que se juegan todos los países que aspiran a algo más que a casarse con niñitas de nueve años, azotar a sus mujeres – no sé si aquella canallada que dijo de Mariló el tal Iglesias tenía un sesgo islamista o era sencillamente una basura más excretada por el Lenin de chalé y piscina -, prohibir estudiar a las mujeres, escudarse detrás de niños, matar en nombre de un Dios y eliminar de un plumazo a toda una civilización que, mejor o peor, es de lo más potable que ha producido el género humano.

Sánchez, además de malo, es tonto. Pero tonto, tonto, de esos tontos con balcones a la calle y gorrito de Napoleón hecho con el Marca, La Hoja del Lunes o el Noticiero Universal

Sánchez no comprende que Hamás, la Yihad, Boko Haram y demás organizaciones genocidas no van a por estos o aquellos, van a por todos y en ese todos también está incluido él por mucha genuflexión y por mucha sonrisita que les ponga. Para el integrista musulmán no hay más que ellos y el resto y en las mezquitas salafistas se enseña que hay que matar al judío, pero también al cristiano. Bien podrá repetir Sánchez que no lo es cristiano, que no come jamón, que reza de cara a la Meca y conoce todas las Suras del Corán que le va a dar lo mismo. Es un objetivo tan válido para el fusil del terrorista belga como para el apuñalador francés y tan válida su muerte para que su asesino alcance el cielo donde le esperan miles de mujeres siempre vírgenes como la de cualquier otro kafir wathanium, infiel pagano. ¿ No le han dicho sus amigos podemitas que, según el Corán, matar infieles redime ante Alá setecientos pecados? ¿Desconoce Sánchez lo que predicaba Muhammad Ibn Ismail Bujari , quizá el más gran compilador y erudito de los Hadices? Lean: “Se le preguntó al Apóstol de Alá qué cual era la mejor obra. ‘Creer en Alá y en su apóstol Muhammad’. Después le preguntaron acerca de cual era la siguiente mejor obra en bondad para un musulmán, a lo que éste respondió ‘Participar en la Yihad, la lucha religiosa en la causa de Alá’, alabado sea siempre su nombre”.

¿Desconoce Sánchez lo que predicaba Muhammad Ibn Ismail Bujari , quizá el más gran compilador y erudito de los Hadices?

No es una cita buscada a propósito. Es una de muchas, de cientos, que le dicen al creyente que matar infieles es grato a los ojos de Alá y que quién muere haciéndolo tiene segura la entrada en el Paraíso. Estamos viendo a auténticas turbas en Suecia, París, Australia, Londres, Italia, también aquí, en España. Sánchez, no son casos aislados ni quienes cometen esos actos terroristas están mal de la cabeza. Son la consecuencia de haber dejado entrar al lobo desconociendo – o no – las consecuencias de tamaña imprudencia. Y esto solamente acaba de empezar. Es la Yihad, la guerra santa, en la que luchamos contra un ejército que ya nos invadió hace años y que ahora tenemos en nuestras ciudades, en nuestros barros, en nuestras calles, invisible, oculto pero mortal. Pero no te equivoques, Sánchez. No estás a salvo porque tú no eres una excepción. Eres, te recuerdo, un kafir wathanium y con Maduro o Petro podrás negociar, pero con Hamás, no. Porque se consideran superiores a ti. Y para ellos todo lo que no sea Islam está, estamos, de sobra en el mundo.