Presidente, entrena tus tragaderas, tú puedes

Palacio de la Moncloa.

En la habitación contigua a la sala de masajes, las tailandesas han tenido que habilitar una ídem efímera para masajearse entre ellas, porque Jisperson les viene últimamente con unas contracturas tan gordas como miserables son sus negociaciones para la investidura, y acaban agotadas la jornada laboral. En la sala original, anda ahora el susodicho, boca abajo en la camilla, y con dos tailandesas encima aporreándole con los pies. Aunque está más tranquilo tras el sí de Junts, lo gordo viene la semana que viene, y en su cabeza suena la voz en off de Mariabegoña, que le dijo anoche:

-Te quiero invicto, gladiador.

Al estrés que este reto machoálfico le produce, se une hoy una llamada de Ursula Von der Follen, que le ha manifestado sin anestesia (“I have enough with Ukraine and Israel. Behave yourself!”) su lógico desasosiego ante las imágenes de la policía gaseando peña en Madrid y dos noticias que le llegan de España:

• El juez García Castellón imputa a Puigdemont, Marta Rovira, y más primores del independentismo catalán, por delitos de terrorismo.
• El CGPJ aprueba una declaración institucional que afirma que “la amnistía no es compatible con el Estado de Derecho”, y que vulnera principios comunitarios.

Los anteriores hechos, junto a las quejas que diferentes partidos, personas e instituciones van trasladando a Europa, han producido dos reacciones paralelas en la Banda del Poni:

Por un lado, el comisario de Justicia de la UE nos ha mandado una carta pidiendo información sobre la amnistía (Bolaños le he respondido algo entre el “Pero a ti, ¿qué más te da?” de Patxi y el clásico “¿tú eres tonto, o te lo haces?”, y que ya si eso hablarán cuando la ley esté registrada), y por otro y en secreto, Von der Follen ha contactado con nuestro espía internacional Paul Married, para que investigue y le presente un informe “asap, darling”.

Especial ahínco pone el departamento en presentar a la oposición como golpista y a los jueces como fachas insurrectos

Married se pone las pilas al oír lo de “darling”, y contacta con unos hackers venezolanos que andan choteándose de la web de Moncloa, para que le cuenten cosas. Estos le confirman la existencia de un ministerio clandestino (Ministerio en Funciones Amnistiadoras y Asuntos Blanqueadores), creado por el goaverno para gestionar los acuerdos de investidura, y ubicado en el subsuelo de Madrid; con salas y despachos enterrados, y una red de escaleras mecánicas y cintas transportadoras, porque los asuntos delictivos que ahí se dirimen presentan alta interconexión.

Hay varios departamentos, y tres que merece la pena citar:

• El Departamento de Gestión de Urticarias de la UE, destinado a tratar las ampollas europeas que la amnistía pueda levantar, dirigido por Albares, fiel defensor en Europa de causas imposibles (oficializar allí nuestras lenguas no oficiales, o perdonar chavismos). Entre los últimos movimientos estratégicos de este héroe se incluye mandar por guasap a Von der Follen sendas fotos fake de Puigdemont y Otegui de pequeños, vestidos de comunión y besando ponis, con el mensaje “They´re not bad guys”.
• El Departamento de Gestión de Urticarias Internas, destinado básicamente a criminalizar a quienes manifiesten desacuerdos con las innobles artimañas de Jisperson y con las consecuencias que la investidura del perdedor electoral traerá. Especial ahínco pone el departamento en presentar a la oposición como golpista y a los jueces como fachas insurrectos, y en identificar a manifestantes pacíficos con una minoría de tarados tocapelotas.
• Y el de Formación de Personal, con seminarios tipo “Entrena tus tragaderas, ¡tú puedes!”, con ejemplos prácticos como el de la ministra de Hacienda diciendo que lo de que iban a condonar deudas “es una invención”, o la de Transportes diciendo que lo de ceder competencias ferroviarias “es ilegal”, y desdiciéndose ambas de todo después sin que se les caiga medio anillo.

Puesto ya al día, Married decide llamar al número del ministerio que aparece en la Dark Web.

Después de cuatro “piiiiii” salta una locución telefónica y femenina que dice:

-Ha llamado usted al Ministerio en Funciones Amnistiadoras y Asuntos Blanqueadores. Si quiere ser atendido en catalán, pulse 1. En euskera, pulse 2. En español, 3 y ármese de paciencia, que les prioritats són les prioritats.

Married pulsa 3, y tras un montón de sucesivos “piiiiii” y una uña comida, la locución prosigue:

-Si su asunto está relacionado con amnistiar deudas, pulse 1. Si está relacionado con blanquear violencias, pulse 2. Si se autopercibe víctima de laaawfare (se regodea en el pronunciar), pulse 3.

El mensaje le pilla por sorpresa y comienza a analizar cada opción:

Deduce que lo de “amnistiar deudas” va por los 15.000 millones (ampliables en cualquier momento) de la deuda con el Estado, que se van a condonar a Cataluña; lo de “blanquear violencias” no sabe si es por Bildu, por los CDR o por Tsunami; y lo de lawfare…

-¡Que pulse algo! -le increpa de pronto la voz.

Married flipa y, llevado por el ansia de desbloquear intrigas, pulsa 3.

Más locución:

-Ha elegido la opción laaawfare, por lo que deducimos que se siente atacado por la justicia española, que se le antoja mafiosilla y entrullable. Si es usted persona habituada a tratar afablemente con rusos que practican la desestabilización de democracias occidentales, espere y le pasaremos con un agente ministerial. Si usted se apellida Pujol, o es cualquier otro tipo de espécimen, póngase a la cola, y tenga más paciencia y menos morro.

Tanto en el caso de los terrorismos como en los de lawfare, las llamadas se acaban derivando al departamento principal, dirigido por Meretriz Brasileña (nombre secreto de Santos Cerdán), nivel C2 en catalán, y musa fotográfica de los acuerdos. Conviene comentar, al hilo de los terrorismos, que mientras hemos estado pendientes de su Operación Triunfo con Puigdemont, Bildu ha elaborado un informe que aporta supuestas pruebas que demuestran la “violencia estatal” ejercida contra los “presos políticos” (etarras), para poder incluirlos en el chollo de la amnistía.

Una legislatura así parida es una estafa cutre, apuntalada de manera burda por el “miedodio” a la derecha, que funciona de narices

El informe que Married pasa a Von der Follen concluye con un “in my humble opinion, you must help Spain”.

Alegorías ministeriales aparte, lo que se infiere de todo este panorama de subversión legal es que recurrir a estas maniobras para comprar apoyos, ilegitima al que los vende y al que los compra. Y que una legislatura así parida es una estafa cutre, apuntalada de manera burda por el “miedodio” a la derecha, que funciona de narices.

La estafa, además, es rotundamente perniciosa: amnistiar deudas no hace sino fomentar el uso descontrolado del dinero público; amnistiar terrorismos valida la violencia como método político y denigra a las FFCCSE; y admitir el lawfare no hace sino deslegitimar a los poderes jurídicos como garantes de la estabilidad del Estado.

El Soe anda arrastrándose, para sobrevivir, delante de gente implicada en delitos tan jevis como la desobediencia, la malversación, el terrorismo y la corrupción. Si esta estafa prospera, España se habrá convertido en un país con una naturaleza tan autodestructiva, que quizás ni a Europa ni a nadie le compense el desgaste que supone implicarse en defendernos de cosas que nosotros aceptamos.

"El problema puede venir si hay algún muerto”, dijo Puigdemont en una de sus conversaciones con cabecillas de Tsunami…

Pues sí.

Esperemos que no haya muertos, más allá de la propia justicia española.