Opinión

Sánchez engañó a Puigdemont, busca los PGE y pone la piñata de Page

El retraso de la ley implica ue la amnistía se aprobará con la Eurocámara cerrada y la Comisión en funciones
Carles Puigdemont y Pedro Sánchez en el Parlamento Europeo. EFE

El expresidente catalán, Carles Puigdemont, prófugo de la Justicia y socio preferente del Gobierno Pedro Sánchez, puede ser extraditado a España y puesto a disposición del Tribunal Supremo antes de que se apruebe o que se aplique la ley de amnistía. Lo que derrumbaría el castillo de naipes diseñado por Sánchez provocando el adelanto de las elecciones generales y la caída del Régimen autocrático de Poder, al romperse la hoja de ruta que diseñaron Sánchez y Puigdemont en Waterloo para la investidura del candidato del PSOE. 

 El pasado 18 de septiembre, Carles Puigdemont presentó ante el ‘pleno’ del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) un recurso contra la sentencia del TJUE que acordó quitarle su inmunidad europarlamentaria que ya les había sido retirada por el Parlamento Europeo a Puigdemont y a sus compañeros Toni Comín y Carla Ponsatí

 Con el agravante de que, con la supresión en España del delito de sedición, desaparece cualquier argumento de ‘persecución política’ y prevalece el delito ‘común’ de malversación considerado el más grave de los delitos de corrupción que figuran en el ordenamiento jurídico de la UE. 

 De lo que se deduce que el pleno del TJUE confirmará su sentencia inicial y retirará a Puigdemont definitivamente la inmunidad europarlamentaria. Y a la vez permitirá al juez Pablo Llarena reactivar la ‘Euroorden’ de busca y captura de Puigdemont para su extradición a España, una vez que la supresión de la sedición eliminará las reticencias políticas que tenía Bélgica, y facilitará la extradición de Puigdemont y su puesta a disposición del Tribunal Supremo. 

Nadie podrá aplicarla inmediatamente en beneficio de los delincuentes a los que se espera agraciar, porque quedarán en suspenso los procedimientos hasta que se pronuncie el TJUE

 La justicia de la Unión Europea es extremada y obligadamente garantista y, en consecuencia, bastante lenta. De ahí que hayan pasado cuatro meses desde que Puigdemont presentó su recurso del 18 de septiembre de 2023 ante el TJUE sobre su euroinmunidad, a pesar de que dicho recurso parece ser una cuestión sencilla de resolver y en contra de Puigdemont.  Pero esta tardanza anuncia que el TJUE empleará más de un año o de dos en resolver la ‘cuestión prejudicial’ que, sobre la ley de amnistía, le presentará el Tribunal Supremo español.

 A sabiendas de que, en contra de lo que pretende ley de amnistía, nadie podrá aplicarla inmediatamente en beneficio de los delincuentes a los que se espera agraciar, porque quedarán en suspenso los procedimientos hasta que se pronuncie el TJUE, dado que el derecho comunitario prevalece sobre la jurisdicción de los países de la UE. 

Además, la legislación europea es clara y contundente contra los delitos de la malversación y terrorismo que el Gobierno de Sánchez y Puigdemont pretenden amnistiar, tras disfrazarlos de rocambolesca manera como ‘delitos menores’ para camuflar la desigualdad de los españoles ante la Ley. 

 Y también se verá afectada, en el tiempo y en el contenido, la otra ‘cuestión de inconstitucionalidad’ que el TS presentará ante el Tribunal Constitucional. Lo que obligará al TC a suspender la aplicación inmediata de la ley de amnistía en cumplimiento de la Ley Orgánica del TC y hasta que el propio TC dicte su sentencia y siempre que la Justicia europea no haya rechazado la amnistía. 

 Los PGE y la piñata de Page 

 Y ¿acaso el largo procedimiento en curso y el posible fracaso de la ley de amnistía en el TJUE no lo conocía el Gobierno de Sánchez? Por supuesto que lo sabía pero, para conseguir la investidura, se dejaron ‘arrastrar’ por el discurso demencial de la ley de amnistía que lideraba Puigdemont a sabiendas o con la esperanza, ‘maquiavélica’, de que nunca llegaría a buen puerto. 

 Como ahora Sánchez disimula y acepta las enmiendas sobre terrorismo que Junts introduce en la ley de amnistía a cambio de que Puigdemont y demás aliados en su investidura le aprueben al Gobierno los PGE de 2024, que son renovables en 2025, para tener garantizada media legislatura, y a lo que Junts también le pone un precio: la foto de Sánchez con Puigdemont

A Conde Pumpido se le pueden ‘escapar’ dos magistrados progresistas del TC; y no descarta la extradición de Puigdemont a España si antes no huye a Suiza’

 Entre tanto, en el Gobierno y en el PSOE se ha abierto la veda de ‘caza y captura’ de Emiliano García Page colgando una piñata del manchego en el balcón de la sede socialista calle Ferraz para que los ministros y dirigentes lo corran a palos, como ya está ocurriendo en los medios de comunicación, por haber dicho Page que el PSOE está en el ‘extrarradio’ de la Constitución. 

 Sánchez sabe que: las posibilidades de que la ley de amnistía prospere en el TJUE en son muy escasas y su aplicación inmediata imposible; que a Conde Pumpido se le pueden ‘escapar’ dos magistrados progresistas del TC; y no descarta la extradición de Puigdemont a España si antes no huye a Suiza’. 

 Pero el presidente mantiene vivo su discurso en positivo diciendo que todo irá muy bien. Y que si algo sal mal él dirá que hizo todo cuanto estuvo en su mano y lo que le pidió Puigdemont. Y que, por ello, el PSC arrasará en las elecciones de Cataluña de 2025 como el partido de la convivencia y guardián de la unidad constitucional (sic), mientras Puigdemont se queda a dos velas por culpa -le dirá Sánchez- de la ‘maldita lawfare’ europea y nacional.