Esquivando toda censura y contrariando al conformismo pesimista que rige en la conciencia colectiva, se ha realizado el documental What is a woman? en EE.UU., emitido únicamente en Twitter, sobre la locura del género y la proliferación Trans. Una serie de entrevistas con profesores universitarios de estudios de género, cirujanas de clínicas transexuales, psicólogas especializadas en diversidad e incluso mujeres en la marcha por la mujer se les plantea la misma pregunta a la que ninguno de ellos puede responder —¿Qué es una mujer? No sé si es el miedo, la confusión o la estupidez lo que impide a personas cuya conciencia ha sido vaciada responder a tan evidente pregunta. A la parte interesada del milmillonario negocio Trans de extracción de recursos sé que es la maldad. Una sociedad abierta y democrática que persigue a quien diga que el sexo no se elige, ni se asigna, ni puede ser autopercibido. El sexo biológico es una verdad que cualquiera que no viva bajo una hipnosis sádica norcoreana de anulación del alma y el ser puede ignorar o negar.
Las personas que realmente tienen disforia de género han de ser ayudadas y tratadas con respeto y dignidad. Este trato justo por su humanidad, en ningún caso puede alterar el orden de la realidad hasta el punto de arrebatarme mi identidad como mujer para que cualquiera pueda serlo y negar la realidad biológica que impregna mi ser durante toda mi existencia. Yo como mujer no soy un constructo social.
Pero hay algo sobre lo que debemos reflexionar sin más espera. La ideología de género y el movimiento trans vienen impuestas desde el poder sólo en países de la órbita occidental. Todos son democracias o están bajo la influencia de la democracia y la sociedad abierta liberal por excelencia, EE.UU. Si queremos defender la verdad y la razón moral no podemos eludir esta condición democrática. La verdad ha sido proscrita en nuestra sociedad, tan abierta y tan democrática, que en nombre de la mayoría impone una realidad contraria a la razón y a la ética. Una democracia que decide qué es el bien de forma numérica llegando a considerar Derechos Humanos mutilar de forma irreversible a niños sanos, que aún no tienen un desarrollo de la personalidad que distinga la fantasía, las modas o las inseguridades. La igualación estética tranhumanista sin género, ni raza, arrasa con la naturaleza humana, empezando por la belleza de la diferencia. En nombre de la diversidad es con lo que se pretende acabar.
La ideología de género y el movimiento trans vienen impuestas desde el poder sólo en países de la órbita occidental
Una sociedad abierta necesita vaciarse de valores verdaderos y profundos. Necesita que la verdad sea algo difuso y confuso. Cuando has sido apartado de lo moral como acto de liberación individual, el Estado se convierte en fuente de la verdad, lo que convierte al Estado en totalitario.
Si la verdad y el bien no pueden ser determinadas por la mayoría, tampoco pueden serlo por órganos supranacionales o lobbies de poder. Instituciones internacionales se han erigido en consejo de sumos pontífices de una teocracia trans - climática. El transhumanismo busca la deshumanización, la desaparición del hombre, de su dignidad humana y todos los valores inherentes a ésta. Pero sobre todo el movimiento transhumanista persigue que quien toma las decisiones ocupe el lugar de Dios. Los nuevos dioses no sólo están por encima del bien y la verdad, sino que la determinan para el resto. De animales a dioses, en palabras de Yuval Noah Harari.
Nuestra sociedad abierta ha sido precedida de una forma de pensamiento que desprecia los valores por considerarlos opresión de la libertad absoluta. Una supuesta libertad que llega a deshumanizar al hombre que teme y rechaza todo lo que limite sus deseos de adulto infantilizado, cuya filosofía es evitar todo lo que necesite un compromiso más profundo que ver un video de Tiktok en el sillón. Una libertad que esclaviza al hombre en lo absurdo. Solo, perdido y deshumanizado rechaza el amor en la sociedad abierta, que no lo considera una bendición, sino una carga de esa libertad a ninguna parte para convertir al hombre niño en la nada intrascendente sin valor.
Nuestra sociedad abierta ha sido precedida de una forma de pensamiento que desprecia los valores por considerarlos opresión de la libertad absoluta
La ficción de la democracia tolerante necesita seres vacíos en los votantes inconscientes, sumisos. No creer en nada es la ideología del gobernante, como Pilatos, tal y como recordó Joseph Ratzinger en Bratislava siendo Cardenal. El demócrata no se pronuncia ante dilemas morales, sino que lo traslada a la mayoría, a la modernidad de los tiempos abiertos. No se apoya en la verdad o el bien, sino en la mayoría de titulares de prensa alejados del ciudadano.
La verdad se considera radical y no creer en nada es moderación y buen gobierno, perfecto para ser siervo en el orden moral de quienes juegan con nosotros a ser dioses. Moderados ante la nada, feroces contra la verdad. Tener creencias te clasifica como intolerante y peligroso. Porque la finalidad no es la diversidad, la libertad, ni la felicidad del individuo, sino su debilidad como ser humano para transformarlo en un esclavo manejable en planes contrarios al humanismo.
La ética nos hace rebeldes. Nos han convencido de que olvidar a Dios nos hace libres, cuando es el primer paso que nos impide asentar valores como la verdad y el bien, que son los que mantienen la dignidad humana, la verdadera libertad y la verdadera belleza.
Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.
Magníficas reflexiones. El documental al que alude, "What is a woman?" es muy recomendable. Se puede ver en YouTube y está subtitulado en español. Son increíbles los rodeos y las piruetas conceptuales que dan muchos entrevistados (profesores, "intelectuales", activistas...) para no responder a una sencilla pregunta: "¿Qué es una mujer?"
Fantástico comentario. La señora Irene sabe de que " va esto". El Estado provee al hombre de su propia naturaleza, le dicta su condición de nuevo "Dios", al mismo tiempo que lo convierte en un escombro intelectual y moral. Un totalitarismo sutil que supone la némesis de una libertad aparente, destruyendo su humanidad.
Suscribo hasta la última coma. Sin embargo debo comentar el título del documental con el que se introduce en el asunto. Y es que parece que nadie (no me refiero a Ud, Irene) se pregunta qué es un hombre, es como si la única identidad afectada por la ley trans fuese la de las mujeres. Y es que, sin pretenderlo, la ley trans ha proporcionado a los varones la posibilidad legal de eludir la discriminación por razón de sexo que han legalizado el PPSOE. Para muchas feministas, las TERF, este es el verdadero motivo de sus protestas: no tanto la disolución de su identidad sino que se legalice el intrusismo en su club de privilegios legales. Y es que parte del mecanismo de sometimiento, que tan acertadamente Ud denuncia, es fomentar el odio y la rivalidad, dividirnos en tribus irreconciliables y así mantenernos desunidos, concentrados en nuestro propio egoísmo, sin ser capaces de formar un frente común para liberarnos.
Por exclusión, las mujeres pobres de solemniidad, que vienen a España a trabajar en el sector de los frutos rojos engañadas por el/los Gobierno/s español/es, no son huanas. Son esclavas. Esclavas olvidadas.
Cuando no existían ppruebas, se hablaba mucho de ello. DDesde 2018, que existen PRUENBAS, no solo de la esclavitud en Huelva, sino de quienes son los sicarios que se benefician de esa esclavitud. QUe están determinadas y probadas, pese a lo cual, se silencia.
Empezó Jodi Évole, con información falsa, emitida en prime time, que negaba la realidad. a abogada de Womans Link lo reconoce por escrito. Pero los jueces no admiten las pruebas, para luego decir que no se ha acreditado.
Me ha gustado especialmente esta frase del artículo:
"asentar valores como la verdad y el bien, que son los que mantienen la dignidad humana, la verdadera libertad y la verdadera belleza".
Pero en esta Sociedad Cerrada a la verdad, que usted denuncia, la verdad no puede ser liberada. Es e DINERo el rector de la "libertad, la bondad y la belleza".
Francamente asqueroso, como las denuncias, tan pretenciosas como la demagogia en que se sustentan.
La Libertad, la Verdad y la Belleza, ocultan la censura de la escavitud. No hay Libertad, ni Bondad, ni Belleza en quien oculta la Esclavitud, manipula la Verdad y desconoce la Belleza de ser Libre.
y esta parrafada que has escrito que tiene que ver con el articulo?
¿Qué es una mujer en una democracia? y ¿Tú me lo preguntas?
Una MUJER en democracia eres TÚ IRENE. Tan bella como inteligente.
(Que conste que suscribo su comentario, pero tenga cuidado, que últimamente los piropos son punibles)
Es que cada vez resulta más evidente que existe un movimiento en Occidente que pretende imponer una concepción de la vida, de la convivencia basada en ficciones, en dogmas de fe irracionales y sectarios, con el fin último de conseguir que funcionemos como un rebaño sumiso, irreflexivo, infantilizado, que no ocasione problemas a las élites políticas y económicas que nos han de guiar hasta que se hagan realidad los postulados de la agenda 2.030, que se resumen en que no tendremos nada pero seremos felices. Eso sí, quienes lo tendrán todo (y serán inmensamente felices) serán las élites políticas y económicas que nos conducen al vertedero.
Como dicen los demás, gran columna, que va más allá de la pregunta original que usted se plantea. Y es el devenir de las democracias actuales que al socializar el ser eliminan su esencia individual. Así, diría yo que todo movimiento que no afecta solo a las condiciones en que se desarrolla el ser (v.gr. movimiento feminista tradicional), sino al ser mismo (v.gr. transhumanismo) es por propia naturaleza reduccionista de la experiencia humana. Dicho sea, yo creo que una mujer es mucho más compleja, rica y bella en un sentido esencial, en un sentido puramente humano, que las condiciones sociolaborales en las que vive. Y desde luego, autoreducir la experiencia humana a la "decisión de ser mujer", solo crea esclavas gragarias de aquel que decida qué es ser mujer. Estos movimientos reduccionistas del ser humano en lo social tienen, curiosamente, muchos más tintes neofascistas que de izquierdas, aunque sean soportados por ese espectro.
Las democracias occidentales viven tiempos difíciles, con experiencias no basadas en la libertad sino en la productividad. La ideología woke no es más que una consecuencia, manifestación, de un ser humano carente de anclajes tradicionales.
Magistral columna llena de pensamiento en la sociedad actual. Irene, usted se pregunta ¿qué es una mujer en una democracia? Su razonamiento es perfecto y, al mismo tiempo, una realidad a la que nos enfrentamos sin saber como hacerlo para que la condición biológica de cada ser humano no nos sobrepase. Su frase: "Una libertad que esclaviza al hombre en lo absurdo. Solo, perdido y deshumanizado rechaza el amor en la sociedad abierta ..." es de vital importancia. Se anteponen libertad, democracia y hasta derechos de género para destrozar, poco a poco, la dignidad humana. Gracias, por esta columna llena de grandes verdades.
La democracia es una señora muy sabia y muy anciana, necesita una silla de ruedas y apenas puede oír y ver. No tiene defensas y es totalmente vulnerable a indecentes y psicópatas, todos ellos muy "demócratas". Grupos de presión muy poderosos tratan de hacer grandes grupos en la sociedad. Feministas/Mujeres. Antiracismo/Negros, etc,etc. A continuación les dicen lo que tienen que pensar, lo que tienen que comprar, y sobre todo lo que tienen que VOTAR. Su columna es extraordinaria pero inane, la sociedad está perdida, no hay nada que hacer.
Me ha encantado la claridad y concisión del artículo, gracias Irene.
podias explicarme la claridad que dices del articulo que solo dice lo obvio que todo el mundo sabe,gracias
Ésteésta parece discutir la claridad del artículo al tiempo que la contrapone con su afirmación de que el artículo sólo dice obviedades. Alguien que me lo explique, que hay algo que mesescapa.
ser una mujer en España es lo que le hizo Salmerón y las de INFANCIA LIBRE a sus ex, lo que hicieron Griso, Quintana, Ana Bernal, Sandra Golpe, Soraya, Robles, Delgado a Francesco Arcuri, o la ex de Teodoro L R.
Exacto, pero de ese posmodernismo no escribe porque le viene bien.
Me retracto de mi comentario anterior. La señora Gonzalez le da un buen repaso al feminismo en su artículo “ Cómo acabar con el feminismo”.