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Opinión

Puigdemont se queda sin argumentos

Carles Puigdemont
Carles Puigdemont Europa Press

El ruido de platos rotos en Junts se oye desde todos los rincones de la política catalana. El de Waterloo, que hasta ahora ha exigido lealtades a prueba de bomba a sus fieles, defenestrando sin piedad a quienes osaban discrepar, se ve acosado desde sus propias filas. Es normal. Cuando te has pasado años hablando de resistencias numantinas, de no cejar hasta instaurar la república catalana del TBO y todo eso lo has hecho insultando y amenazando al gobierno español queda feo que estés pactado que te amnistíen. En Junts, que empiezan a estar hasta el gorro de la banda de els senyorets, como los apodan, quieren explicaciones porque, una de dos, o vas de cara a la DUI y pasas de todo o negocias con España y eso quiere decir que el separatismo “puro” ha perdido.

Como sea servidor siempre ha sostenido que esta banda del empastre jamás ha pretendido independizarse, porque extorsionando a España se vive mejor, que Puigdemont esté en fase “Qué hay de lo mío, nene” ni me sorprende ni me parece extraño. El del flequillo está predestinado a entenderse a las mil maravillas con Sánchez, porque ambos son dos embusteros de marca que pueden decir hoy una cosa y mañana otra totalmente opuesta sin el menor sonrojo. El separatismo se ha quedado en una más de las fuerzas españolas, curiosa paradoja, que conforman el Frankenstein. Con Sánchez pululan y sin Sánchez se hundirán. Por eso su estrategia es muy simple: quieren su trozo de pastel, su consulta, su condonación de la deuda, influir en el gobierno de la nación, quitarse de encima ese engorro que se llama ley y que a los mandamases se les indulte, amnistíe o se les ponga un estanco.

Porque empiezan a abundar los descontentos, los que se sienten engañados, los que han comprado camisetas y hecho manifestaciones todas las veces que se lo han dicho

Todo eso, que entendemos a la perfección quienes conocemos el teatrillo por dentro y por fuera, hace que no pocos separatistas empiecen a mosquearse. Junts empieza a fracturarse. Nacen corrientes internas, la ANC empieza a plantearse ser un partido político y Orriols y su Aliança están recogiendo militantes estelados abandonados por sus líderes en los descampados. Porque empiezan a abundar los descontentos, los que se sienten engañados, los que han comprado camisetas y hecho manifestaciones todas las veces que se lo han dicho. Y se sienten estafados.

Me cuentan que, no hace mucho, en una reunión de opositores a Puigdemont en la que estaba algún destacado miembro de Junts al lado de militantes de base, uno de los asistentes gritó dando un puñetazo en la mesa que el president, léase Cocomocho, tenía la obligación patriótica de dar una explicación. El ambiente estaba caldeadito y todos salieron con un mala leche notable. Ahora bien, ¿qué explicación puede darles el muchacho? ¿Que la amnistía para él, sí, pero no para la Borrás, que aunque sea una cacicada del quince es lo que pedían las bases? ¿Qué lo primero es quitarle a Puigddemont y su adláteres el peso de la justicia dejando a un lado el referéndum? ¿Qué no se dan las cuentas del Consell de la República porque no toca? ¿Qué por qué Puigdemont es ahora el referente si quien se mamó su buena cárcel fue Junqueras y, ojito, también gente de Junts como Forn o Sánchez?

Imagino al de Waterloo asomado al balcón de la plaza de San Jaime, con barretina, y la masa separata esperando. Y, tras un carraspeo, Puigdemont diría algo más o menos así: “Como presidente vuestro que soy, os debo una explicación y esa explicación que os debo os la voy a pagar”. Igual cuela. Cosas peores se han tragado los separatas.

Claro que con esta gente, quienes acaban siempre pagando somos los demás

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  • B
    Beeblebrox

    Como dicen los anglosajones, el patriotismo es el último refugio de los canallas, y en ningún lugar están mejor abrigados que en Cataluña. La versión de Pujol se limitaba a pregonar un "hecho diferencial" y proponer el cínico trato de "fingid que os creeís lo de Cataluña y hablad en catalán y conseguiremos un trozo de la tarta común mucho más grande del que nos tocaría normalmente". Por supuesto, toleradme corrupto porque sacaré de Madrid mucho más de lo que os robo. El problema es que donde los padres eran perfectamente conscientes de participar en una pantomima los jóvenes educados como aldeanos se han creído la mentira. Por un lado era demasiada tentación no darles más azúcar patriotero y meter el hocico en el pesebre, pero por otro en algún lado llegaría el momento en que hasta el paleto más obtuso de Vic se de cuenta de que ha sido todo una mentira de décadas

  • B
    Beeblebrox

    Para mí todas las declaraciones y posiciones de Pigdemont han ido siempre a demostrar que es el independentista más puro, exigiendo la luna, y recolectar la inevitable falta de acuerdo como una medalla con la que presentarse a las autonómicas, que es donde se maneja la pasta. Seguramente es el más sorprendido de que estén dispuestos a la amnistía, y lo del referéndum le alucina. Obsérvese que ERC tiene claro que ese es el plan y aprovecha para pedir lo mismo, para que el futuro portazo tenga el mismo efecto para ambos partidos y dejar claro que lo que hizo la pasada legislatura no es ni más ni menos que lo que Pigdemont está dispuesto a hacer

  • P
    PASTEL DE CIERVA

    Los de ERC ya han aprendido. Habrá que estar 4 años, que si un pasito p'alante, que si un pasito p'atras, pero cobrando y cotizando para la jubilación, que en la calle hace frío.

  • W
    Wesly

    Por un lado, Puigdemont está hasta las narices de permanecer en Waterloo comiendo mejillones y sufriendo el mal tiempo belga. Tiene ganas de volver, y eso le impulsa a rebajar sus exigencias.

    Por otro lado, Puigdemont quiere seguir su pelea contra ERC por el control político de Cataluña, lo que le impulsa a pavonearse ante el rebaño de independentistas fanáticos, aumentando sus exigencias para dejar a ERC como "vendidos" al sanchismo y a él como único libertador, como único garante de la independencia prometida.

    Veremos cuál de las dos pulsiones se hace realidad.

    La primera significa sanchismo (y declive democrático) para rato. La segunda significa repetición de las elecciones y posibilidad de votar con todas las cartas sobre la mesa, con Pedro Sánchez convenientemente retratado sobre hasta dónde está dispuesto a llegar para satisfacer su obsesión enfermiza por el poder.

  • V
    vallecas

    Todo el mundo ha dado por supuesto el apoyo de Junts a Sánchez pero yo lo veo de otro modo.
    No hay negociación. Si Junts no le saca TODAS sus condiciones a Sánchez no le investirán ¿renunciarán a la unilateralidad cuando han repetido una y otra vez que no lo harían? ¿Renunciarán a la Autodeterminación?
    No conseguirlo todo será un paso atrás. Seguir dentro de la estructura Española. Lo veremos en unos días.