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Opinión

Plebiscito sobre el sanchismo

El truco es simple: reproducen la técnica de la caza con reclamo, que consiste en atraer a los incautos con engaño

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page (i), y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una imagen de archivo.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez EUROPA PRESS / Fernando Sánchez.

El presidente Sánchez ha buscado en esta contienda electoral convertirse en el candidato al que juzguen las urnas el próximo domingo. Consciente del riesgo, intenta camuflar lo obvio, que votar socialista es útil para los proyectos independentistas. Está por ver si los electores se distraen con ofertas como la de las entradas de cine y pasan por alto las ataduras del PSOE a quienes intentan derribar el Estado nacional. En consecuencia, cada resultado parcial del 28-M será interpretado como una sentencia sobre el sanchismo.

En el intento de anestesiar a la opinión pública española, vale todo. A ese objetivo contribuye, a su manera, el candidato socialista en Castilla-La Mancha, que se rasga las vestiduras para afirmar “yo con los asesinos de ETA, ni a la vuelta de la esquina”. Tanto ímpetu hubiera sido muy oportuno, no ahora, a cuatro días del 28-M, sino, cuando debió impedirse el pacto PSOE-Bildu por la presidencia de Navarra. Ese momento significó el Rubicón socialista del sometimiento a las candidaturas con terroristas, y él se aquietó.

En plena campaña, el candidato socialista extremeño Fernández Vara explica que él no quería esos acuerdos, pero “no hay alternativa al pacto con los independentistas”

Garcia-Page tranquilizó entonces a sus electores, declarando su confianza en María Chivite, presidenta socialista navarra por gracia de esos de los que ahora reniega el candidato castellano-manchego. Si los números dan, tras el pasajero “no podría dormir” actual, volverá al redil sanchista. Lo mismo hará Javier Lambán, candidato en Aragón, que ahora se indigna con solemnidad por razones electorales: “Soy un socialista que nunca pactaría con Bildu ni con Esquerra Republicana”. Si es socialista, ya ha pactado con ellos, salvo que milite en un partido diferente al de Sánchez.

Todos ellos arrastran a los españoles a la trampa de la política de la inevitabilidad. Consiste en implantar en la opinión pública que las cesiones a los independentistas son inevitables, única opción para la convivencia. En plena campaña, el candidato socialista extremeño Fernández Vara explica que él no quería esos acuerdos, pero “no hay alternativa al pacto con los independentistas”. Si se persigue sin miramientos el español, lengua materna del 55% de los catalanes y del 80% de los vascos, es porque, según Sánchez, no puede ser de otro modo, despreciando leyes y sentencias.

Al servicio del sanchismo, todo ocurre como si no se pudiera evitar: traspaso de políticas penitenciarias en beneficio de terroristas condenados; entrega de la Seguridad Social, en perjuicio de la gestión solidaria del Estado; inmunidad judicial al servicio de golpistas; aceptación de “embajadas” del secesionismo en el exterior para desprestigiar a España; hasta federaciones deportivas internacionales como concesión al nacionalismo vasco; lo que haga falta para mantener el poder.

El sanchismo debe tratar a los electores como a fans. Intentan convencerles, no por la gestión, sino por la identidad de tribu: “son de los nuestros”

Si los españoles no despiertan el 28-M, como hicieron los chilenos hace veinte días, el sanchismo ya tiene preparadas las nuevas medidas “inevitables”. Lo primero, cumplir con el ya pactado derecho a decidir mediante un referéndum contra el artículo 2 de la Constitución, el de la “indisoluble unidad de la Nación española”. El sanchista presidente del TC Conde-Pumpido fue seleccionado, precisamente, para avalar el tránsito a la plurinacionalidad sin necesidad de cambiar una coma del texto constitucional.

Para que el engaño funcione, el sanchismo debe tratar a los electores como a fans. Intentan convencerles, no por la gestión, sino por la identidad de tribu: “son de los nuestros”. Han convertido la campaña en una borrachera de lo que Orwell llamaba el doblepensar, un neologismo que significa aceptación con total normalidad de ideas contradictorias. Sánchez es capaz, en el mismo discurso, de un elogio de la Constitución y de la defensa de sus pactos con enemigos acérrimos de esta –“puedo repetirlo veinte veces”-.

Los socialistas que se escandalizan por la alianza con “los herederos de ETA” declaran simultáneamente que el Gobierno sanchista lo está haciendo muy bien. Denuncian que el PP trae ETA al debate electoral, pero son el PSOE y sus socios quienes la han sacado a escena. Trampas del doblepensar que ejecuta con maestría Otegi, cuando, tras hartarse de poner terroristas en las candidaturas, hace ahora como que retira a siete “para no generar zozobra” a las víctimas, declara. ¡Doblecinismo!

Ocupando el primer lugar de la OCDE en caída de ingresos de los hogares y, a la vez, el de mayor crecimiento de endeudamiento y déficit, tienen el cuajo de convertir al “doctor” en el padre de un milagro económico

Si hay una trampa que pasará a los anales de la propaganda, es la que un ejército de talibanes mediáticos del sanchismo utiliza para convertir un desastre de política económica en una “brillante” gestión de Sánchez. Si, ocupando el primer lugar de la OCDE en caída de ingresos de los hogares y, a la vez, el de mayor crecimiento de endeudamiento y déficit, tienen el cuajo de convertir al “doctor” en el padre de un milagro económico, en comparación, lo de Orwell es literatura infantil. Pasar por alto, con malicia, que el PIB español cayó un 11% en 2020, en tanto el europeo, un 6%, es un artimaña grosera.

El 28-M, comprobaremos si han despistado al electorado. El truco es simple: reproducen la técnica de la caza con reclamo, que consiste en atraer a los incautos con engaño. Las piezas a cazar son los electores socialistas, a los que se encandila con música constitucionalista para que, logrados sus votos, sirvan a la causa independentista. ¿Brillante?

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.

  • I
    Isacar

    Resumo brevemente mi jornada de reflexión electoral para eleccionesprovinciales y autonómica del 28 M (4 dias desde hoy):

    SANCHEZ Y ALIADOS:
    .¡QUE OS VOTE CHAPOTE!.

    Y si acaso algún comprado de Melilla, Mojacar y....?

  • T
    Termopidas

    Nadie debería votar al Sanchismo..Aunque solo fuera por su propio interés...la cesta de la compra...Sánchez..nos has arruinado..hay gente que pasa hambre..y ellos gastando como si no hubiera un mañana..

  • J
    Jandrichi

    Mucho me temo que lo conseguirán en una proporción importante, pues además de incautos a los que pueden engañar, cuentan también con muchos sectarios y apesebrados y estos no actúan por ignorancia sino por cerrilismo e interés, respectivamente.

  • V
    vallecas

    Hay un grueso de votante del PSOE que no sabe nada, que no participa en nada, que no entienden lo que dice cuando le escuchan pero a pesar de eso le siguen votando, por inercia, por que siempre lo han hecho. Pero atención hay algo que si entienden porque lo han sufrido, la ETA.
    Cuando un Extremeño (por ejemplo) escucha que votar al PSOE es votar a la ETA, se le cambia la cara. El Domingo lo veremos.