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Opinión

Pablo Iglesias: el hombre blandengue

Definitivamente, ya no es lo que era y mal deben de estar las cosas en la formación morada

El exvicepresidente Pablo Iglesias en el acto de clausura de la Universidad de Otoño de Podemos / EFE

Pablo Iglesias ha arremetido contra Yolanda Díaz durante la celebración este pasado fin de semana de la Uni de Otoño, el foro de reflexión de Podemos al que acudieron también Irene Montero y Juan Carlos Monedero, y que finalmente Pablo Iglesias convirtió en la ocasión precisa para atacar a su compañera… y adversaria política. Iglesias ha vuelto por donde solía, solo que, por mucho que digan, con mucha menos fuerza, menos predicamento y menos apoyo social del que tuvo en el pasado.

Durante la diatriba, Pablo Iglesias no escatimó críticas al proceder político de Yolanda Díaz como vicepresidenta, como ministra y como líder de Sumar, ese espacio que Yolanda pretende crear de los restos de Podemos y que no termina de despegar. La acusó de ceder ante la presión de los poderosos con el objetivo de gustar "a la progresía mediática"; de reaccionaria por querer superar a los partidos políticos como forma de representación de los ciudadanos; y de estúpida acobardada que no se atrevió a decir no al envío de material militar a Ucrania. Además, le echó en cara su posición en las negociaciones para la renovación del Consejo General del Poder Judicial e incluso su proceder en la negociación presupuestaria con el PSOE, para terminar acusándola de querer que a Podemos le vaya mal en las elecciones de mayo para que así ella pueda disponer de todo el espacio electoral donde consolidar su pretendida criatura electoral: "¿Quién piensa que le puede ir bien a una candidatura de izquierdas en las próximas elecciones generales si a Podemos le va mal en las elecciones municipales y autonómicas? ¡Hay que ser estúpido!". O estúpida.

Es, además, la lucha fratricida por ocupar el espacio de la izquierda reaccionaria y populista, esa que pacta con los independentistas

En el fondo, el problema no son los detalles sino el meollo: Iglesias no quiere que Podemos desaparezca y que este proyecto que tanto le costó crear y consolidar y que sigue dirigiendo desde la sombra pase a mejor vida y sea sustituido por la nueva marca electoral de Yolanda Díaz. En parte es una cuestión de carácter y de personalidades. Pablo Iglesias ha demostrado ser un animal político y un líder mediático de envergadura, a pesar de sus errores y sus fracasos, consecuencia de su exacerbado egocentrismo, pecado capital de algunos de nuestros líderes. Pablo Iglesias leyó El Príncipe de Maquiavelo y Yolanda Díaz es más de Sonrisas y lágrimas. Y piensa que Yolanda es poca cosa para lo que España necesita. Sería, piensa, como sustituir a un tigre por un gatito. A los efectos que él pretende, no le falta razón. Es, además, la lucha fratricida por ocupar el espacio de la izquierda reaccionaria y populista, esa que pacta con los nacionalistas y los independentistas que quieren romper España, pretende la voladura de la transición y del pacto constitucional y aboga por el odio y el enfrentamiento entre conciudadanos como forma de acción política.

Yolanda Díaz, diputada en el Congreso de los Diputados, ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno de España gracias a Podemos, lleva meses trabajando en la construcción de un nuevo espacio político que supere y sustituya a Podemos en las próximas elecciones generales; en tiempos no muy remotos, ante tamaña deslealtad, Iglesias habría anunciado la ruptura con la vicepresidenta, que Podemos se presentará a las próximas citas electorales con marca propia y que serán los militantes de la formación morada quienes elegirán a su candidato a la Presidencia. Lo de ahora son fuegos de artificio.

Definitivamente, Pablo Iglesias ya no es lo que era y mal deben de estar las cosas en la formación morada

Lo que más me sorprende no es la virulencia verbal de Pablo Iglesias contra Yolanda Díaz que han destacado los medios sino justo lo contrario: que el hoy mero artista invitado al foro del pasado fin de semana en el que se ha convertido Iglesias se haya limitado a pedir a Yolanda que respete y tenga en cuenta a Podemos para que Podemos no se diluya sin más en Sumar, y todo ello sin siquiera cuestionar que pueda ser ella quien lidere el proyecto y la candidata. Definitivamente, Pablo Iglesias ya no es lo que era y mal deben de estar las cosas en la formación morada. Sin embargo, aún es pronto y las espadas están en todo lo alto. Todo puede pasar, incluso que Yolanda Díaz se una finalmente a las listas del PSOE.

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  • N
    NormaDin

    Este capullito de alhelí habrá leído, en diagonal, algún folleto sobre la ingesta de calimocho.

  • M
    Madrid

    Pues a mi me van a perdonar pero yo cuando escucho lo de inteligentisimo, animal político, lider de masas... es que no lo entiendo, me hago cruces.
    A mi me parece un charlatán de feria, desagradable, macarra ofensivo, con pocas luces y mucha vagueria que, simplemente se encontró en el lugar y momento oportuno y lo aprovechó como buena alimaña que es. Ni más ni menos. Ni menos ni más.

    • M
      Madrid

      Y de su indecente marquesita ni hablo porque soy mujer y, además, mi educación no me lo permite pero... podría empezar y no acabar.

  • V
    Variopinto

    La gran mayoría de los que andan movilizando lo de Sumar militan en el viejo partido PCE. Esas siglas nunca han desaparecido, aunque sí que siempre han sido ocultadas entre otras coaliciones (Izquierda Unida, Unidas Podemos y ahora Sumar). Por eso va a ser difícil que, en el corto plazo, Yorona Díaz encabece alguna lista del PSOE. En el largo plazo, el que va más allá de las próximas generales, ya nada será descartable.

    Los que, según parece por encuestas internas, van a tener más difícil revalidar su representación en muchos ayuntamientos y en algunas autonomías, son lo que militan en Podemos (en aquellos sitios donde van a ir por libre), que son las siglas que antes movilizaba a la mayoría en la coalición, pero ahora ya no. Esto de que venga alguien que decidió motu proprio marcharse, para hacer valer unas siglas en la negociación como coalición, segun unos parámetros que ya no existen, es muy de casta y muy de política vieja.

    Lo curioso es que los analistos mediáticos se hayan quedado con el mensaje, con los insultos o con la señalada. Es curioso el poder que le están otorgando todos éstos al discurso caducó de quien es un veleta y un vividor.

  • A
    Agustin La Mancha

    Espero que sean los últimos coletazos de este personaje que sólo ha aportado crispación a nuestra sociedad.

  • B
    Beeblebrox

    Hay un hecho fundamental necesario para entender todo lo que pasa en la izquierda, y es que Iglesias parió un plan para sustituir nuestra democracia por una dictadura y tiene embarcados en él a ERC-ETA (de forma indisoluble hoy en día) y a Sánchez, aunque de forma más dubitativa. Este plan genera una tensión estructural entre sus miembros, porque el interés colectivo en que triunfe suele ir en contra del interés particular de cada partido. Podemos tiene que disolverse en los territorios independentistas, ERC tiene que aceptar pasar por menos independentista para mantener el golpe en marcha en Madrid. Iglesias dijo claramente que se iba de portavoz, porque su general impresentabilidad dañaba al proyecto, pero seguiría participando en el proyecto, y eso incluye meter en vereda a quien aspira a montar un partido de izquierda fuerte pero perjudica con ello los intereses del golpe

  • K
    Karl

    Dicen que la Política es la segunda profesión más antigua de la historia; Se parece mucho a la primera.

    "Someone once said that politics is the second-oldest profession. I'm beginning to think it bears resemblance to the first."
    ~Ronald Reagan

  • V
    vallecas

    Pablo está acabado, y tanto él como su formación a lo único que aspiran es a obtener un puesto de trabajo. Lo único que tiene es que usted, incomprensiblemente, le dedica un columna.
    Nunca he entendido que lo de "animal político" se tome siempre como algo positivo. ¿Hitler era un animal político?

  • T
    Talleyrand

    Las revoluciones acaban con sus lideres.
    Siempre ha sido asi, incluso con las revoluciones de señoritos con mansion.

  • F
    Fran2

    Ya es cansino hablar de este personaje.
    Una construcción de los medios.
    Un momento de agitación 15 M, estaba allí, por unas circunstancias con otros, y aprovecharon la ola. Esta, les ha dado dinero y privilegios. No hay contenido político (eslóganes de universidad), enormes contradicciones entre los eslóganes que predican y sus vidas privadas de opulencia. Iglesias fantasea que pudiera ser un gran político de nuestro tiempo y vive la alucinación. Entre todo ello, juega en su grupo a la manipulación, con conductas deshonrosas, echando a pelear, etc…
    No es más que una marioneta ahora de Roures.
    Y en su grupo, “la caricatura de un líder tóxico” (Espinar)