Opinión

Ni chino ni hindi: el español es la segunda lengua del mundo

Diccionario Rae
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Que el español es la segunda lengua del mundo lo sabíamos, pero la publicación del informe 2022 del Instituto Cervantes lo actualiza. El inglés ocupa, con diferencia, la primera posición en todo, salvo que es nativa de solo unos 373 millones. Como lengua necesaria y útil aparece, con mayor o menor destreza, en boca de unos dos mil millones de hablantes, el 25% de la población mundial; para el español unos 600 millones, 7,5 % de la población mundial.

El español es la segunda lengua en Internet, en textos de carácter científico, en Facebook, Linkedin, Youtube, Twiter y Wikipedia (número de usuarios).  El interés por aprenderlo es especialmente intenso en países anglófonos. En ellos se concentra casi el 40 % de los estudiantes. Si consideramos la universalidad como característica esencial, las lenguas de más utilidad entre las diez más habladas, son el inglés, español, francés, portugués y ruso.

El francés, rico en tradición cultural, no llegó a ser lengua de transmisión generacional fuera de Europa, salvo en los territorios franceses de Ultramar y en Canadá. Ahora pierde fuelle en Argelia, por ejemplo, donde las autoridades académicas lo sustituyen por el inglés como lengua de enseñanza.

En cuanto al ruso, tienden las antiguas repúblicas soviéticas a deshacerse de la lengua de quienes consideraron opresores. Países como Polonia o Hungría ya lo han desalojado. Otros como Ucrania, Georgia o Armenia intentan excluirlo con irregular fortuna. Bielorrusia lo mantiene vivo. Es importante señalar que tanto en Moscú como en Minsk la enseñanza del inglés es habitual, pero no podríamos decir lo mismo de la enseñanza del ruso en los países anglófonos. 

El chino mandarín ni es lengua vehicular fuera de sus fronteras, ni viaja. Sí es, tanto en número de hablantes como en tradición cultural, una de las más ricas de la humanidad

El portugués es la lengua más hablada en la mitad sur del planeta, pero en el hemisferio norte se reduce a la nación que lo vio nacer con unos diez millones de locutores. Entre las diez lenguas más habladas sin dimensión internacional encontramos al mandarín, hindi, árabe, bengalí y urdu.

Como las estadísticas se deben interpretar con precaución, topamos con el primer desajuste, pues el chino mandarín ni es lengua vehicular fuera de sus fronteras, ni viaja. Sí es, tanto en número de hablantes como en tradición cultural, una de las más ricas de la humanidad por varias razones, todas ellas relacionadas con una cultura milenaria mal conocida en occidente.

El hindi, lengua muy extendida en India y oficial junto a otras dieciocho, cuenta con dos inconvenientes: sus limitaciones como lengua de cultura y su fragmentación. Los lingüistas hablan del crecimiento de ocho importantes dialectos que avanzan hacia la condición de lengua. A eso añadimos que la mayoría de la ampliación cultural de sus hablantes se desarrolla en inglés. Carece, por tanto, de hablantes monolingües cultos, si el lector considera que no es una exageración decirlo así para que se entienda bien y rápido.

El árabe, seré tajante, ya no es una lengua, sino muchas. Lo que existe como unidad es un uso estándar para la escritura llamado fuṣḥà usado en medios de comunicación. Algo así como el latín medieval una vez formadas las lenguas románicas. El árabe oral son dialectos distantes unos de otros: egipcio, libanés, palestino, jordano, marroquí o dariya, tunecino, argelino... La formación universitaria de quienes tienen al árabe como lengua materna se formaliza en inglés o en francés.

Casi la totalidad de los habitantes de Bangladés hablan bengalí, lengua de sólida y de milenaria tradición literaria y una de las más destacadas de Asia. Pero la lengua no tiene vida independiente o tiene poca porque el inglés es ampliamente hablado y comúnmente entendido.

La posición del urdu, décima lengua en número de hablantes, es realmente accidentada. Es lengua oficial de Pakistán junto al inglés, aunque solo el 8 % de la población la hereda en el seno familiar, el resto la aprende en sociedad. Hindi y urdu son fueron la misma lengua, que a veces fue llamada de manera conjunta indostaní. El inglés está presente en todos los niveles de enseñanza, especialmente en la universitaria. 

Más allá del número de hablantes

Solo el español y el inglés son grandes lenguas internacionales en expansión, está claro, pero no debemos concedernos más de lo que significamos en el contexto mundial. En el Baromètre des langues dans le monde de 2022 que publica el Ministerio de Cultura francés, los factores que describen el peso de una lengua son el número de hablantes, claro, y muchos más: el número de países donde se habla, el factor vehicular, el estatus, el número de traducciones a partir de esa lengua, el número de traducciones hacia esa lengua, la presencia en Wikipedia, la enseñanza a nivel universitario, el índice de desarrollo humano, el índice de fecundidad o trasmisión generacional y la presencia en Internet. Al convertir estos parámetros aleatorios en numéricos y sumar los índices, la lengua que ocupa el primer lugar es, una vez más, el inglés. Y ahora viene la sorpresa, la segunda es el francés. Se podría pensar que lo han hecho a propósito para inflar su chauvinismo. El tercer puesto lo ocupa el español, y los siguientes pertenecen al alemán, ruso, italiano, sueco, rumano, portugués y polaco, en ese orden. Sorprende ver al sueco y el rumano en séptimo y octavo lugar, y sorprende mucho más que el chino mandarín ocupe la posición décimo quinta y el hindi, árabe, bengalí y urdu ni siquiera aparezcan entre los veinte primeros.

A diferencia del mandarín, la nuestra sí es una lengua universal; a diferencia del francés, tiene asegurada la transmisión generacional; a diferencia del ruso, no es rechazada en ningún país del mundo, salvo la marginación en la enseñanza, que no en el resto de los ambientes, en Cataluña y el País Vasco; a diferencia del hindi, árabe y bengalí, es una lengua de hablantes monolingües que se usa en la enseñanza universitaria; y a diferencia de muchas de ellas como el hindi y el árabe no tiene signos que anuncien su fragmentación.

La demanda de español ha crecido tanto que supera, tal vez, a la de francés. Lo argumenta un informe de la prestigiosa página Duolingo, plataforma de aprendizaje de idiomas, en la que, de un total de 19 lenguas ofrecidas, el 53% de los usuarios elige mejorar su inglés, el 17% español y el 11% francés.

Es evidente que, tras el inglés, la siguiente lengua de peso en el mundo es la que ha servido para la redacción de este artículo.

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