El neocentralismo fiscal de Pedro Sánchez

Este Gobierno, que presume de respetar la diversidad territorial de España y la pluralidad política, está decididamente lanzado a construir un neocentralismo fiscal que reduzca o incluso elimine la autonomía de las Comunidades Autónomas en materia tributaria. El primer paso fue la creación del llamado Impuesto a las Grandes Fortunas con el que se ha suprimido de un plumazo las bonificaciones autonómicas en el Impuesto sobre el Patrimonio, ése que ya no existe en ningún país de la Unión Europea salvo en España. De modo que aquellas Comunidades que apostaron porque en esta cuestión su fiscalidad se aproximara a la europea, han visto cómo el Gobierno les impone ser antieuropeos. Claro que, haciéndolo así, Sánchez ha dado satisfacción a las huestes comunistas de su vicepresidenta segunda, eufóricas por el castigo a los que ellos llaman 'ricos', ésos que según la propia Yolanda andan construyendo cohetes para expatriarse en otros planetas y dejarnos una Tierra contaminada a los demás.

El descrito no es un hecho aislado pues las huestes comunistas del Gobierno lideradas por Yolanda ya andan en la siguiente batalla en pro del neo centralismo fiscal. Anuncian ahora que su próximo objetico será eliminar las bonificaciones autonómicas del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. ¿Cómo se atreven algunos gobiernos regionales a aliviar la carga tributaria que debe asumir un hijo por heredar a su padre? ¡Menuda desigualdad! ¡Tamaña insolidaridad! claman los progres, todo el mundo sabe que el dinero ahorrado por unos padres debe ir al Estado, así piensan. En definitiva, de confirmarse lo deseado por los de Sumar, España -que hoy es uno de los solo tres países de la Unión Europea en gravar las herencias- intensificará el coste fiscal de heredar.

El próximo paso que propongan los sumarios y ejecute Sánchez quizás sea el de suprimir la tarifa autonómica del IRPF que pueden aprobar las Comunidades sometiendo así a todos los contribuyentes a una única escala estatal

Visto lo visto y dada la necesidad que tiene Sánchez de contar con los votos de Sumar y no siendo excesivamente grandes las diferencias ideológicas entre ambos, es posible que el personaje también obedezca a este nuevo requerimiento sumario y acabe asestando otro hachazo a la autonomía fiscal de las Comunidades Autónomas. Sería un paso más de este neocentralismo fiscal iniciado por Sánchez que, no puede olvidarse, está horadando gravemente la autonomía política de las Comunidades dada la correlación positiva existente entre ésta y la autonomía fiscal según tiene declarado reiteradamente el Tribunal Constitucional. Aunque con el actual pumpido conde que lo preside, cualquier cambio de criterio es factible.

Y no se descarta tampoco que, siguiendo por la senda iniciada, el próximo paso que propongan los sumarios y ejecute Sánchez fuera suprimir también la tarifa autonómica del IRPF que pueden aprobar las Comunidades sometiendo así a todos los contribuyentes a una única escala estatal. Se abortaría de ese modo la tentación en la que incurren algunos Gobiernos Autonómicos de reducir la factura fiscal que han pagar sus contribuyentes ¡Serán insolidarios! Exclaman los progres.

Ya no se trata exclusivamente de castigar a los ricos, sino de hacerlo también a todos aquellos, ricos o no, que prefieren que sus hijos no sean educados por el Estado

En cualquier caso, sorprende la coexistencia de este neocentralismo fiscal que Sánchez ha empezado a imponer a las Comunidades Autónomas de régimen común con lo que pacta y está pactando con los independentistas. Recordemos que entre lo firmado entre el PSOE y los soberanistas catalanes está el compromiso de aumentar la autonomía financiera de Cataluña. En definitiva, el quehacer y los proyectos de Sánchez aúnan al tiempo la recentralización de las competencias de catorce Comunidades con el aumento de las que tiene la décimo quinta. Sorber y soplar. Se trata de una manifestación, otra más, del caos imperante en un Gobierno que se halla secuestrado y, además, es públicamente humillado por sus secuestradores al retransmitirse en directo y en abierto las vicisitudes del secuestro.

No acaban aquí los proyectos de los socios comunistas de Sánchez, pues también han anunciado que quieren eliminar la exención del IVA en el servicio de Educación cuando quien lo presta sea una entidad privada. Ya no se trata exclusivamente de castigar a los ricos, sino de hacerlo también a todos aquellos, ricos o no, que prefieren que sus hijos no sean educados por el Estado y optan por el modelo de enseñanza que libremente deciden ¿Qué quieres libertad para elegir el centro donde educar a tus hijos? Pues entonces te crujo a impuestos.

Es la enésima muestra del peligroso estatismo presente en el Consejo de Ministros, algo inaudito en los países democráticos y desde luego inexistente en el seno de la Unión Europea. Lo malo es que su presencia en el Gobierno de España no es anecdótica porque, lamentablemente, buena parte de la política económica aplicada por Sánchez responde a esa orientación estatista partidaria de aumentar el intervencionismo, la sobrerregulación o el control público y simultáneamente dificultar la actividad privada. Si se quiere adivinar el destino de una economía así dirigida basta con mirar hacia Cuba, paradigma del fracaso de las fórmulas económicas estatistas.