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Opinión

Sánchez mete prisa al Felipe VI para que desaloje a su padre de la Zarzuela

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el rey Felipe VI
El diálogo entre Moncloa y la Zarzuela sobre el futuro del rey Juan Carlos I avanza sin contratiempos, según las versiones de ambas partes. "Estamos ayudando en todo lo que podemos. Lo que haya hecho el rey emérito es una cosa y otra bien distinta es la institución. Se diga lo que se diga, no hay 'plan B' al del fortalecimiento de la monarquía parlamentaria". Así se expresan en fuentes del Ejecutivo sobre la complicada situación surgida tras las revelaciones sobre las antiguas actividades de Juan Carlos.
Pedro Sánchez mete presión para solventar este asunto cuanto antes, a ser posible antes de que concluya el verano. "Sí, estamos ayudando a buscar un sitio para don Juan Carlos", reconocen las mencionadas fuentes, que subrayan que la salida de Palacio del antiguo rey es una cuestión prioritaria en términos de imagen. 
El presidente del Gobierno pisó días atrás el acelerador de este 'affaire' al calificar de ‘inquietantes y perturbadoras’ las noticias que emergen sobre las relaciones del emérito con la familia real saudí, que pudieron traducirse regalos o comisiones, de acuerdo con las versiones que circulan ahora en los medios. 
y que son objeto de investigación por parte de las fiscalías de España y Suiza.

'Medidas futuras'

Esas palabras de Sánchez sonaron como un aldabonazo, el primer aviso serio del Gobierno a la Zarzuela, una advertencia que el propio presidente remachó al día siguiente con el anuncio de que será preciso acotar tanto la inviolabilidad como el aforamiento de monarca. Sánchez agradeció al Rey el 'haber puesto distancia'  con su padre en otra muestra más de su voluntad de solventar este episodio. María Jesús Montero, ministra portavoz afirmó también en esta línea que 'el Gobierno celebra las medidas pasadas y futuras que se puedan impulsar para que se incremente la transparencia y se garantice la ejemplaridad de la jefatura del Estado". 
Felipe VI había repudiado públicamente a su progenitor el pasado 15 de marzo, al comienzo del estado de alarma, mediante un comunicado público en el que renunciaba a su herencia y le retiraba su asignación. El rey busca ahora dar con la fórmula para cerrar ese cortafuegos que proteja a la Institución de las escandaleras de su progenitor en forma de dineros saudíes ocultos en Suiza o sus apasionadas y polémicas correrías junto a Corinna

Se descarta de entrada una 'deportación' forzosa fuera de nuestras fronteras, especialmente por cuestiones estrictamente de seguridad. Ahora se valoran diversas alternativas nacionales 

Desalojarle de Palacio es prioritario en el plan del Ejecutivo. Sánchez no lo quiere allí y así lo ha hecho saber sin ambages. El Gobierno da a entender que ha de ser don Felipe quien proponga las salidas adecuadas para superar esta enrevesada situación. No obstante, Moncloa colabora con la Casa para dar con una solución para la futura residencia del rey emérito. La Casa se muestra muy receptiva ante los planteamientos del Ejecutivo, no quiere crear problemas en unos momentos sumamente delicados para la institución. La facción morada del Gobierno le ha declarado abiertamente  la guerra a la Corona y Sánchez ha evitado salir públicamente en su defensa. Iván Redondo, jefe de Gabinete de Presidencia y Alfredo Martínez, de la secretaría general de la Casa, están encargados de dirigir el operativo de desahucio del emérito, según 'La Razón'.

Se descarta de entrada una 'deportación' forzosa fuera de nuestras fronteras, especialmente por cuestiones estrictamente de seguridad. Ahora se valoran diversas alternativas nacionales que no causen demasiados contratiempos. Una opción muy valorada sería Sanxenxo, donde el rey cuenta con una pequeña 'corte', amigos con quienes comparte su afición por la vela. También se sugiere el Palacio de Marivent, en Mallorca, donde la Familia Real pasaba tradicionalmente sus vacaciones estivales. 
Hay prisa en dar con la solución. Sánchez necesita esta baza en momentos sumamente comprometidos para la coalición en el Gobierno, después del desastre de las elecciones del domingo y ante el complicado panorama de las negociaciones con Bruselas para conseguir apoyo económico. 

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