No se asusten que el chiquillo, Joel Díaz, no ha sido censurado ni por defender la Constitución, ni porque se margine el español en las aulas ni mucho menos por denunciar al golpismo lazi y su contumacia. Ya lo vimos con problemillas cuando un patrocinador de eso que perpetraba en TV3 cada noche – “Zona Franca”, se llamaba – se retiró al constatar que el muchacho iniciaba su engendro diario con un Puta nit i bona Espanya como servidor explicaba en esta casa hace poco. Pero la cosa ha ido a más y uno de sus colaboradores, Manel Vidal, ha sido fulminantemente despedido por la cadena al comparar al PSC con los nazis en un gag visual en el que equiparaba una esvástica con ser votante socialista en Cataluña.
No seré yo quien defienda a esa cosa llamada Pesecé, pero entre abominar de esa recua de estómagos agradecidos y buenos burguesitos nacionalistas a llamarlos nazis hay un mundo y un diferencial de coeficiente intelectual notable. Así las cosas, y con más orgullo que Don Rodrigo en la horca – bien, que Don Roderic a la forca – Díaz, apellido profundamente catalán, se ha echado al monte y ha presentado la dimisión. El director de TV3, Sigfrid Gras, me cuentan, ha suspirado de alivio tan fuertemente que podría haber alimentado un parque eólico. Se ha ahorrado tener que cesarlo.
No seré yo quien defienda a esa cosa llamada Pesecé, pero entre abominar de esa recua de estómagos agradecidos y buenos burguesitos nacionalistas a llamarlos nazis hay un mundo y un diferencial de coeficiente intelectual notable
El expresentador se ha quejado en Tuiter, patio de escuela de malcriados y matones de medio pelo, diciendo que se había despedido a su colaborador “De manera injusta e inaceptable”. Ah, caramba, qué piel más fina tienen estos cachorros de Pujol. Te tiran piedras y cuando los riñen dicen que la culpa es tuya por no apartarte. Pero Joel Díaz no se quedará en el paro porque continúa trabajando como hasta ahora en el matinal de Cataluña Radio. Así da gusto, caramba, de esta manera y con el culo a salvo ya puedes hacerte el héroe.
Todo esto confirma que el OK Corral mediático separata está nervioso con la consigna de Esquerra de que hay que tascar el freno porque vienen curvas. No es casual que una lazi de pro y presentadora de otro programita de la tele catalana, Juliana Canet, haya dicho Quin puto fàstic aquests putos espanyols de merda refiriéndose al cese del que equiparaba nazismo y PSC.
Añadamos que Calvet se ha significado defendiendo la quema de contenedores y los disturbios de las escuadras de choque lazis argumentando “Estoy súper in con la causa, fuego, contenedores y más si hace falta”, abomina de lo que califica como “puto pacifismo” – qué manía con la palabreja -, insta a las mujeres a masturbarse en catalán para que “el castellano no nos invada”, asegura que los hombres le provocan repulsión y cosas así. Dime quién te defiende y te diré de qué red de alcantarillado sales. De momento, Zona Franca está suspendido por TV3, pero el italiano Nicola Pedrazzoli, propietario de 8tv, auténtico cementerio de elefantes separatistas, ya le ha hecho una oferta via Tuiter a los ofendiditos.
El milanés ha dicho que los quiere en su cadena y que a ver si tienen collons de irse con él. Señalemos que el empresario televisivo, amigo íntimo de Artur Mas que tiene a Rahola lanzando espumarajos por la boca a diario en un programa dirigido por el ex director de TV3 Vicent Sanchis, les ha propuesto el nombre: “Puta censura”. Él sabrá. Pero lo sustancial es que un lazi haya dimitido a la brava y sin que medie la fuerza pública. Aunque siga chupando de la ubre separata que debe ser interminable, porque sigue dando dinero a espuertas a sus allegados aunque les pase como a la chica del diecisiete, que nadie sabe de dónde saca pa tanto como destaca.
En fin, no deja de ser milagroso que la mano incorrupta de Junqueras barra a los ultras hiperventilados cupaires y de Junts de la sacrosanta televisión separatista. Veremos cosas.
