El pensamiento woke, analizado desde la perspectiva psicológica, tiene más de patología que de otra cosa. Quienes lo defienden proyectan sus imaginarios mentales, sus frustraciones, sus vicios, sobre el escenario político. No se trata de buscar ningún tipo de igualdad o mejorar las condiciones de este o aquel colectivo. Se trata de dar carta de legitimidad a hechos y situaciones que no tienen cabida en una sociedad en la que el respeto al otro, los derechos individuales y, en el caso que nos ocupa, la protección a la infancia sean cosas intocables.
De esa nueva pseudo izquierda hemos visto ya demasiadas cosas como para albergar la más mínima esperanza de raciocinio. Porque aquí no se trata de la tradicional división entre derecha e izquierda, sino de la línea que separa la cordura de la insania mental. Se puede uno reclamar de la ideología que quiera, de la religión que mejor le acomode, del agnosticismo, del ateísmo o de la indiferencia, da igual. Pero cualquier persona sensata coincidirá en que los niños no tiene derecho a mantener relaciones sexuales aunque sean consentidas. Bajo la falacia de defender la libertad se esconde el horror de la pederastia. Si un adulto “convence” a un niño para que practique con él sexo, bien estará dado que el niño tiene derecho a ello, nos dice Montero, así, sin más disimulos. Entendemos mejor ahora casos como el de Oltra y su ex marido, que precisamente ahora se está ventilando en los juzgados gracias a la perseverancia de esa formidable periodista y compañera que es Cristina Seguí. Podríamos hablar de las menores en las Baleares o de muchos otros. Está claro que la ultra izquierda va muy suelta en lo que respecta al sexo embrutecido y sucio. Reivindican el porno feminismo y el ejercicio de la prostitución, cuando el feminismo de verdad siempre los ha visto como elementos que sojuzgan a la mujer y resultan peyorativos para ella. Ah, pero a los ojos de los nuevos heraldos de la bandera roja todo es válido siempre que sean ellos quienes lo practiquen. Tener casoplones está mal, salvo si es el suyo; enchufar a amigos es terrible, salvo si son de tu partido: ser un maltratador condenado es de cárcel permanente, salvo si es de los tuyos; los escraches son jarabe democrático, menos cuando te los hacen a ti; decir qué harías azotar hasta que sangre a una periodista es jocoso, menos cuando la periodista es de izquierdas a machamartillo. Ni las Pías Damas del Ropero, aquellas terribles y avinagradas señoras que rezaban por la conversión de Rusia, eran tan hipócritas ni exhibían con tanta impudicia su doble moral como las ministras podemitas.
Debe saber la señora ministra, y si no lo sabe alguno de los múltiples asesores de lo que dispone debería advertírselo, que el artículo 181 de nuestro Código Penal advierte sin la menor duda interpretativa que los menores de edad no tienen derecho a mantener sexo con adultos. Ítem más, incluso a partir de los dieciséis años, aunque sea consentido, continúa siendo ilegal. Eso incluye los actos que pueda realizar el menor con un adulto a instancias de este. Porque eso se llama pederastia, porque al adulto al que le excite practicar sexo con niños se le denomina pervertido, porque las palabras de la ministra son lo más repugnante que puede decir una madre con hijos menores de edad.
De ahí que el peligro que encarnan Irene Montero y sus conmilitones no sea tan solo ideológico y social, sino sanitario. Son una patología. Y me quedo corto.
Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.
“Las mujeres serán realmente iguales a los hombres cuando haya mujeres incompetentes en cargos importantes."
~Françoise Giroud
Parece ya no hace falta ese Ninisterio que Igual da.
"Nadie en política puede prever las consecuencias ni de lo que destruye, ni de lo que construye."
~Nicolás Gómez Dávila
Qué patología ni qué leches!!
Es maldad pura y dura!
Aquí está el GAÑAN Miquel moviendo el REBAÑO para un lado y para otro, que vergüenza,(el REBAÑO), porque el GAÑAN hace bien su trabajo, tiene que llenar el PESEBRE, y, como se ve, el es de buena boca, osea que hay que moverlo bien, siempre la misma MATRACA, leida y columna suya todas son iguales, QUE MALOS LOS OTROS QUE BUENOS LOS MIOS, así años, hace algun año leí varias columnas, ya mucho que ni las leo, siempre igual, con leer los comentarios, y ver por donde va el REBAÑO basta.
Dios no se... pero amo, me imagino cual es.
No hay que perder de vista que el tratamiento penal de esto es otra manifestación del consenso que hay de que los menores de edad no tienen madurez para dar un consentimiento cuando se requiere uno, de la misma manera que tampoco la tienen para comprender las consecuencias de sus actos y por eso no se les reconoce capacidad de auténtico dolo a efectos penales. A Podemos le interesa decir que un niño tiene madurez para abortar, tener sexo o cambiar de sexo porque quiere decir que tiene madurez para votarle cuando lo único que conoce de la vida son charlas de adoctrinamiento en el colegio. Si para robarle el voto hace falta dejar al niño indefenso para que un adulto depredador le cree un trauma de por vida con el fin de satisfacer sus deseos o lucrarse eso a Podemos no le importa nada
Siento pena y verguenza que esta elementa forme parte del Gobierno de mi país.
Critíquese a la ministra lo que haga falta pero sin mentir ni manipular lo que ella dijo, citando el contexto en el que lo dijo. La frase literal que pronunció fue la siguiente: "Porque todos los niños, niñas y niñes de este país tienen derecho a conocer su cuerpo, a saber que ningún adulto puede tocar su cuerpo si ellos no quieren y derecho a amar o tener relaciones sexuales con quien les dé la gana, basadas eso sí, en el consentimiento". Y el contexto era el de la discusión sobre la Ley de Derechos Sexuales y Reproductivos y sus propuestas sobre las jóvenes de 16 y 17 años. No defendió la pederastia, eso es directamente mentira y no ayuda en nada al debate público ni a las legítimas críticas a la ministra el mentir descaradamente sin explicar con detalle sus palabras y el contexto en el que las pronunció.
Tiene usted parte de razón, puede que la mayoría de la razón.
Pero el caso es que el entrecomillado empieza con «... todos los NIÑOS, NIÑAS y NIÑES de este país».
Que yo sepa, los que tienen 16-17 años son, como usted bien dice, JÓVENES, no NIÑOS. Y no cabe el desliz en una política cuyo partido propugna la mayoría de edad a partir de los 16.
La ministra se salió, ella sola, del contexto.
¡Ay, Aberroncho, que me troncho! Esta elementa debe dimitir, y usted debe pensar en lo que escribe antes de hacerlo.
Pero qué contexto ni qué gaitas, esta sujeta entra de lleno nada menos que en la sexualidad infantil, refiriéndose al toqueteo corporal con adultos. Pura literalidad. No requiere la menor interpretación.
¿Desde cuando, los niños y "les niñes" abortan?
NO. Lo dijo. Se retrató y no se retractó.
La ministra (la ministra del o/a/e) ha hecho apología de la pederastia. De oficio, el Tribunal Supremo debería tomar cartas en el asunto. Sánchez, con un mínimo sentido común (ojo, si le aconseja Bolaños la nombra vicepresidenta) que no lo que no tiene, que es vergüenza, debería cesarla.
La cosa es que ha cruzado la línea.
La ignorancia y el cólico mental, la han precipitado al despropósito. Que es cierto como dice el articulista, está muy cercano a la patología.
La cuestión es que cese, y deje esto. No es la persona adecuada para ello.
Está gente están como para ponerles a todos camisas de fuerza
A sus pies Don Miquel.
Son las 06,30 del 23 de septiembre. Llevo cerca de una hora buscando jurisprudencia sobre apología de la pederastia. Pero no puedo con ello...
¿ Cómo es posible que, en pleno siglo XXI, esté sobre la mesa un debate como la normalización de la pederastia "consentida" por un menor?
Miro a mis dos hijas de siete y ocho años mientras duermen y pienso en la asignatura afectivo-sexual obligatoria, en los talleres de educación sexual en Cataluña, en las explicaciones de la consejería de juventud del gobierno valenciano (en minusculas. Sí) sobre las bondades del chemsex. Sinceramente, asusta pensar que personajes como Irene de Montero puedan perpetuarse en el poder.
Afortunadamente, ella misma se ha abierto la puerta de salida. Sólo hay que darla un empujón.
Todos y cada uno de los padres asustados por la posibilidad de que sus hijos puedan tener relaciones sexuales a los 12, 13, 14 años con un adulto y sin consecuencias para éste deberíamos ir ya mismo a la comisaría más cercana y poner una denuncia por apologia de la pederastia contra esta ...señora. Miles, cientos se miles de denuncias plasmarían los cientos de miles motivos para decir a este gobierno: BASTA!!!
Y que cada votante con hijos de esa izquierda repugnante piense en sus niños antes de votar.
La pija del sacaleches está tarada. Sus más devotos admiradores siempre lo sospechamos y ahora ella misma lo evidencia al describir airadamente un escenario fáctico de actividad sexual con menores, sin distinción entre la sexualidad infantil y la adulta. Habrá un antes y un después en la conceptualización que se tenga de esta personaja. Es de esas que todo lo ha aprendido en los libros, leyéndolos en diagonal.