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Opinión

Innovación y seguridad en los pagos electrónicos

El panorama de pagos en Europa, y consecuentemente en España, está experimentando una profunda transformación digital. Gracias a las tecnologías más vanguardistas y al creciente uso del comercio electrónico (e-commerce) y los pagos por móvil o 'wearables', los pagos electrónicos están evolucionando y transformando la manera en la que realizamos nuestras compras, aportando valor y beneficios tanto para comerciantes como para consumidores.

Pero también hay que hacer frente a más desafíos. Los pagos electrónicos, especialmente online, son en muchas ocasiones objeto de fraude. Es necesario que la seguridad y la protección siga siendo una de las prioridades y que las nuevas soluciones se basen en aprendizaje e innovación en todo el mundo. La nueva Directiva de Servicios de Pago II, recientemente traspuesta en España, no sólo abre el ecosistema a mayor competencia y nuevos actores, sino que también refuerza los aspectos de seguridad ligados a la autenticación reforzada de los pagos y los estándares regulatorios que deben requerirse. Los bancos europeos deben implementar numerosos cambios ligados a la seguridad de la autenticación antes del 14 de septiembre de 2019. El éxito de los pagos digitales en Europa dependerá de nuestra capacidad para mantener la seguridad de las transacciones y construir la confianza de los consumidores y de los comerciantes en el sistema.

La Directiva de Servicios de Pago II, recientemente traspuesta en España, amplía la competencia y refuerza los aspectos de seguridad

Lograr el equilibrio entre seguridad y facilidad de uso es algo complejo y no está exento de coste. Desafortunadamente, no pasa una semana o un mes sin noticias sobre una violación de datos. Para ayudar a disipar las preocupaciones por la seguridad, el sector de la tecnología de los pagos lleva a cabo inversiones significativas cada año para mantener la seguridad e integridad de nuestros sistemas y para mantenerse por delante de los ciberdelincuentes.

Este es un trabajo que no acaba nunca, ya que la necesidad de invertir aumenta a medida que los cibercriminales se vuelven más avanzados, y los consumidores y las empresas piden métodos de pago más rápidos y cómodos.

Crear confianza en el sistema y mantener a los consumidores y comerciantes seguros es un objetivo que el sector privado comparte con el regulador. Como industria, nuestro papel consiste en realizar las inversiones necesarias para ofrecer la seguridad y facilidad de uso que esperan los consumidores, los comerciantes y los responsables de la elaboración de políticas públicas. Para ello, el legislador debe asegurar un desarrollo normativo adecuado; legislación que permita a la industria mantener modelos de negocio sostenibles para realizar inversiones continuas en seguridad.

Los cambios propuestos por la Directiva de Servicios de Pago II en materia de autenticación, representan un paso adelante en términos de seguridad, confianza y facilidades de uso para los consumidores, y la industria y los consumidores están ahora adaptándose a este nuevo entorno que promete salvaguardar aún más los pagos.

El legislador debe ayudar a que a la industria desarrolle modelos de negocio sostenibles que permitan inversiones continuas en seguridad

Solo un enfoque a distintos niveles de herramientas interconectadas e interdependientes puede mantener seguros los pagos, prevenir el robo de identidad y, en el caso de que se produzcan, minimizar el impacto para los consumidores, comerciantes y el conjunto de la economía.

Los medios de pagos se han globalizado y sólo se puede hacer frente a sus desafíos desde un ámbito global, aportando ideas que permitan aplicar las mejores soluciones posibles disponibles. La identificación de mejores prácticas desempeña un papel crucial para poder luchar contra la ciberdelincuencia de forma más eficaz y esto requiere importantes inversiones.

En estos momentos, la principal inversión de la industria se realiza en biometría e inteligencia artificial para reducir las transacciones rechazadas de forma errónea y para incrementar la experiencia del usuario y las ventas de forma segura.

Sin embargo, no hay una solución milagrosa en lo que se refiere a la seguridad de los pagos. Por ello, la inversión en soluciones innovadoras que mitiguen el fraude y los ciberataques ha de ser continua, y solo así se puede ofrecer un sistema de pago seguro y fiable.

Esta es una tarea que requiere del esfuerzo de todos. Los gobiernos, las empresas y los ciudadanos necesitan trabajar juntos para centrarse en la importancia de asegurar nuestra infraestructura digital, asociándose con desarrolladores y emprendedores. Solo a través de este enfoque podremos facilitar mejoras en todo el ecosistema de pagos y generar futuras innovaciones para el beneficio de la sociedad.

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