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Opinión

España ha banalizado el mal

Hemos de desearle a Feijóo que permanezca alerta porque, de lo contrario, el endriago que nos sobrevuela saltando del Falcon al helicóptero y del helicóptero a la limusina blindada, le devorará

Feijóo no se fía: el gallego y su cuadrilla
El vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, y el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo. Europa Press

Leemos en las crónicas de los informadores enterados, esos que tienen hilo directo con "fuentes" a las que el común de los mortales no puede llegar, que en la planta séptima de Génova 13 existe un serio temor a que "la derecha política, jurídica y mediática" destroce al Partido Popular si Feijóo acepta un acuerdo con el PSOE para renovar el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional que dé por bueno el infumable reparto por cuotas de partido de las vocalías y magistraturas respectivamente de estos órgano constitucionales. Es cierto que sobre el PP están incidiendo fortísimas presiones procedentes de la cúpula judicial y de Bruselas para que se ponga fin de una vez al bochornoso espectáculo de la prolongación escandalosa del mandato caducado del actual Consejo, pero los motivos por los cuales la principal fuerza de la oposición ha de ser sensible a estos clamores en mayor medida que el Gobierno resultan misteriosos. La petición de los populares de que por una parte los perfiles de los pactados sean impecables y libres de toda sospecha y de que, por otra, se suscriba simultáneamente el compromiso de reformar la Ley Orgánica del Poder Judicial para evitar en el futuro más vergüenzas, parece en principio de lo más razonable. ¿Por qué entonces este proceso de salida del impasse en el que nos debatimos está tan teñido de dramatismo?

La explicación nos la da Hannah Arendt en Eichmann en Jerusalén, su gélido relato del juicio al monstruo de Auschwitz celebrado en Israel en 1961 después de su secuestro en Argentina por agentes del Mossad. En su célebre libro, la eminente politóloga alemana consagró la desde entonces famosa expresión "banalización del mal". En efecto, Arendt constató con horror al asistir a los testimonios, los interrogatorios y las alegaciones de acusación y defensa durante las vistas que Eichmann era un hombre normal, que no era un ser demoníaco, excepcional en su capacidad de hacer daño, sino un pobre tipo, un eslabón insignificante e indiferente de una cadena espantosa de muerte y destrucción. Este hecho sobrecogedor produjo un profundo impacto en la pensadora judía y abrió los ojos del mundo ante un fenómeno estremecedor: la posibilidad de la normalización del espanto, de la transformación en rutina de los crímenes más repugnantes y del acceso de nuestra especie, a pesar de siglos de humanismo cristiano, de racionalismo y de luces civilizatorias, a abismos morales insondables que cuesta creer que puedan ser alcanzados.

Hemos ido viendo caer uno a uno todos los escrúpulos éticos y todas las convenciones no escritas de una democracia saludable

Desde esta perspectiva, en España vivimos desde que Pedro Sánchez entró en La Moncloa hace cuatro años y medio una progresiva incorporación a nuestras vidas de acontecimientos, comportamientos, decisiones y actuaciones que han ido emponzoñando la atmósfera pública, de tal manera que cada una de ellos por sí solo no nos causa un sobresalto suficiente como para salir a la calle en una reacción colectiva de rechazo imparable, pero que vistos en su conjunto con mirada retrospectiva y evaluado su sulfúrico volumen ya inocultable, nos sumen en una desazón amarga y atormentadora. Hemos ido viendo caer uno a uno todos los escrúpulos éticos y todas las convenciones no escritas de una democracia saludable, hemos contemplado con incredulidad e impotencia cómo los cimientos del edificio constitucional eran sacudidos, cómo las leyes eran ignoradas, cómo las normas eran retorcidas y cómo los supuestos que creíamos indubitados eran pisoteados con sucio descaro. Hemos contemplado con angustiado asombro cómo golpistas culpables de atentar contra el núcleo más esencial de nuestro ordenamiento, la indivisible unidad de España, lecho en el que descansan nuestras libertades y derechos, han sido exonerados de un delito tan execrable a cambio de un efímero disfrute del poder, cómo asesinos en serie de la peor especie han sido tratados con grandes miramientos o puestos en libertad sin más para ser objeto de homenajes, cómo la Historia ha sido reescrita con ánimo cainita para abrir viejas heridas ya cicatrizadas enfrentando de nuevo a dos Españas extraídas con fórceps de una negra pintura goyesca, cómo se ha negado la existencia del sexo biológico, realidad evidente en sí misma, para ser reemplazado por la aberrante entelequia del género con gravísimo peligro para la integridad física y el equilibrio mental de muchos adolescentes confusos e indefensos y cómo el Gobierno de la Nación se ha apoyado y se apoya para seguir luciendo la púrpura en los peores enemigos de esa misma Nación que se ha comprometido a defender y preservar.

En la España de hoy nos gobierna un nihilista que pudre todo lo que toca (véase en que se han convertido figuras en otros tiempos solventes y respetables como Nadia Calviño, Margarita Robles o José Luis Escrivá)

Volviendo a nuestra clarividente filósofa, Arendt explica esta cotidianeidad conformista de coexistencia con el mal por la conjunción de tres clases de personas en la sociedad: los nihilistas, que han perdido la conciencia de lo que es moralmente aceptable y lo que no lo es y que sólo atienden a sus fines sin reparar en los medios para conseguirlos, los dogmáticos, que, poseídos por una ideología cerrada e impermeable a la prueba y error constriñen o estiran en un implacable lecho de Procusto a todos aquellos que no se pliegan a su interpretación del mundo y los ciudadanos "normales", que siguen con sus vidas centrados en sus necesidades inmediatas y primarias sin establecer ese diálogo inquisitivo consigo mismos que llamamos pensamiento. En la España de hoy claramente nos gobierna un nihilista, que pudre todo lo que toca (véase en que se han convertido figuras en otros tiempos solventes y respetables como Nadia Calviño, Margarita Robles o José Luis Escrivá), acompañado de una tropilla de dogmáticos y estamos rodeados de millones de españoles de buena fe que son anestesiados con favores que pagan ellos mismos o que pagarán sus hijos y nietos y que son engañados sin descanso por un ejército de creadores de opinión que han renunciado a la verdad a cambio de un sueldo o una subvención.

Este es el cuadro desolador en el que nos movemos, hemos hecho de un monstruo una mascota de compañía y, aunque la máquina de mixtificar y mentir trabaja a pleno rendimiento, hay momentos en que despertamos de este sueño hipnótico y nos rebelamos disipando la niebla a manotazos. Esto es lo que ha hecho Feijóo al suspender las negociaciones para la renovación del Consejo General del Poder Judicial indignado por el cambalache sobre el delito de sedición que la locuaz e intelectualmente acotada ministra de Hacienda ha exhibido impúdica desde la tribuna del Congreso. Cuánto durará este estado de vigilia en alguien que se descuelga con hallazgos tan notables como el de "catalanismo constitucional" o el de "bilingüismo cordial", no lo sabemos, pero hemos de desearle que a partir de ahora permanezca alerta porque de lo contrario el endriago que nos sobrevuela saltando del Falcon al helicóptero y del helicóptero a la limusina blindada, le devorará.

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  • A
    Aquiles

    Nunca perdonaré a Aznar , que en sus pactos con Pujol , condenara al ostracismo a su mejor activo en Cataluña ...Alejo Vidal Quadras !!!

  • E
    el paciente irlandes

    muy buen artículo Sr. Vidal-Quadras.
    Clarividente como siempre.
    Aunque parezca predicar en el el desierto los ciudadanos necesitamos leer y oír sus opiniones. La suya y la de mucha otra gente de Vozpopuli.

  • V
    vallecas

    No estoy de acuerdo. No se trata de banalizar o no el mal. Claro que una persona normal puede cometer actos atroces bajo un conjunto de circunstancias y presiones. De lo que se trata es de aplicar la ley y la Justicia. A un delincuente hay que juzgarle, condenarle y castigarle. La impunidad es la barbarie.

  • T
    Termopidas

    Muy buen articulo Sr.Vidal-Quadras...la triste realidad,de lo que esta pasando...

  • C
    CMV

    Sr Vidal-Quadras le cabe a Vd el honor de ser un represaliado de Jordi Pujol (un vulgar delincuente al que su senilidad y las disfunciones de la justicia habrán salvado de la cárcel), ante el que JM Aznar se plegó para poder llegar y permanecer en la Moncloa al precio de dejar Cataluña en manos nacionalistas. El resultado de aquel contubernio se ve ahora. Feijóo haría bien en despertar de la ensoñación en que se había instalado. Muy certero su análisis. Gracias

  • K
    Karl

    "El poder atrae a los peores
    y corrompe a los mejores".
    ~Ragnarr Loðbrók, "Vikingos".

  • K
    Karl

    „En el supuesto de que el rey vejara a todo el reino con sus costumbres depravadas y su reinado degenerase en una manifiesta tiranía, ¿cómo podría la comunidad en que gobierna despojarlo del reino e incluso de la misma vida, si fuera necesario, si no hubiese retenido una potestad mayor que la que sus representantes delegaron en el rey?“
    ~Juan de Mariana, †1624

  • R
    riodanubio

    Buen artículo. Solo una corrección: Feijoo no suspendió las negociaciones indignado por el cambalache del delito de sedición, sino porque le advirtieron de que perdería cientos de miles de votos si accedía al cambaleche.
    Y es que, Feijoo se cree que sigue en Galicia, donde controlaba los medios de comunicación TOTALMENTE y que sus votantes tragan con todo porque no hay alternativa.

    Solo queda VOX

  • L
    Luzmasluz

    Bien, como siempre... Aprovecharé otra vez la ocasión para decir que "el mal" está muy extendido en todo Occidente: y su punto más "oscuro" se encuentra en España... "Occidente" ha perdido la chaveta... paso previo para perderlo todo. *** Por cierto: es estado de cosas, en España, ya comenzó con ZP... sujeto verdaderamente corrosivo...

    • V
      Viriato

      Como todos sus comentarios, simplemente genial señor Vida.

  • F
    Fran2

    Esperando a Teseo
    Vidal, brillante y valiente
    Procusto, que adapta, a su lecho mutilando a todo aquel que se acerca a su posada, hasta que aparece Teseo y lo acopla a su propio lecho.
    Con Sánchez, que mutila y corrompe a quien se acerca a él, bien se parece a Procusto.
    Pero, en este caso me permito, señalar que los mutilados (Robles, Escribá, Marlaska….), se han dejado, no ha sido un proceso pasivo, sino activo, los comportamientos aunque sean anómalos se mantienen porque obtienen más beneficios que perjuicios, se refuerzan así. Aunque desde fuera nos cueste entenderlos (véase F, Gonzalez) sometido a unos espectáculos deshonrosos.
    Pues eso, esperando a Teseo

  • P
    PijoListo

    C-day. ¿ Antes del nuevo año?
    Lea Sr. Vidal. Terro.rifico
    https://pro.paradigmnewsletters.org/p/awn_cday_0522/LAWNY6AF/Full?cake_s1=10_161899272_06418f56-62a5-4b1f-9564-975c59599228&h=true

    • P
      PijoListo

      Es, evidentemente, el cuento moderno del vendedor de mantas de las ferias: tres por el precio de una pero... Algo de aprende sin necesidad de comprar

  • M
    mroda

    ¡Muy buen artículo! Ayer ese endriago decía "Hay que cumplir la constitución de pe a pa" y es él el primero que se cisca en ella: No obliga al Gobierno catalán a cumplir con el mandato de enseñar en la lengua oficial del Estado, indulta a los golpistas, y demas locuras en las que esta metido. Y hay ciudadanos que banalizan el mal y dicen "Los catalanes hoy no declaran su independencia, mira que bien lo está haciendo Sanchez". No solo destruye, sino que engaña como malvado trilero.