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Opinión

Elecciones en el mar (la serie)

Ada Colau y la Yolanda Díaz, en un encuentro de feminismo EUROPA PRESS

Pesquero gallego XXL y chulísimo, amarrado en el Muelle Barcelona.

Operarios de empresa de vinilos acaban de decorar el casco con cabeza de señora rubia y retiran enseres. “Paco, llego yo a saber que ocupa tanto, y cobro más”, dice uno sudando.

Pasarela desplegada.

Al pie de ésta, la Capitana Yolanda Stubing, esplendorosa en su uniforme blanco con galones dorados y desconcertantemente pechisuelta, da la bienvenida (besa y achucha) a los pasajeros que, de primeras reticentes, se acaban entregando al inesperado magreo. Estos son un folklórico mix de especies a preservar, de la ultraizquierda política: animalistas, Lenin-lovers, insultadores bajo pseudónimo, economistas sindicateros, y cocineras de cuscús.

- ¡¡¡Adaaaaaa, carinyeeeeeet!!!, grita Yolanda hacia el barco, perdiendo la protocolaria compostura. ¿Qué pasa con la músicaaaaa?

Una atorada Colau baja corriendo la pasarela derribando por incongruencia dimensional un par de pasajeros, y al llegar abajo, coloca en el suelo un altavoz blutuz, y hace sonar con el móvil un temazo de revival televisivo:

Love boat
Love, exciting and new
Come aboard. we're expecting you.
Love, life's sweetest reward…

Ya en la parte superior de la pasarela, la rojipeña es recibida por el resto de la tripulación y se les entrega un folleto con las actividades a bordo: Matemáticas 1 (sumar con los dedos); Matemáticas 2 (manejo de la calculadora); Taller de Besos, Plastilina para Dummies, etc. En la portada, de nuevo, el careto de la Capitana de fondo, (esta vez de frente, no como en el casco), y encima escrita la Declaración Emocional 1/3: “Vamos a la cosa pública para hacer felices a las personas; para que no sufran”.

Capitana Stubing; haga usted el favor de decirle a doña Ada que deje de subirse al radar y gritar “Tierra a la vista”. No ya sólo por lo cansino de verla, sino porque nos lo va a tronchar

La vida a bordo discurre con asimétrica saudade (Declaración Emocional 2/3: “saudade es la inquietud de no llegar y la alegría de seguir”); hay más inquietudes que alegrías; más que nada por ese regustillo amargo que le ha provocado dejar en tierra a Irene Montero, (our beloved Tototéibol), de la que hace nada decía: "Me emociono, porque la quiero muchísimo” (Declaración Emocional 3/3).

En su camarote, y para reducir sinsabores, abre el Ipad, pulsa el icono de Okdiario, y va directa al contador de delincuentes sexuales condenados beneficiados por la ley del Sí es Sí; piensa “¡¡¡qué horror!!!”, y, obviando que su voto aprobatorio contribuyó al sindiós, se reafirma en el acto de vetar.

“Toc, toc”.

-Adelante.

Se abre la puerta y aparece el Director de Telecomunicaciones, airado:

-Capitana Stubing; haga usted el favor de decirle a doña Ada que deje de subirse al radar y gritar “Tierra a la vista”. No ya sólo por lo cansino de verla, sino porque nos lo va a tronchar; estos aparatos no están diseñados para aguantar pesos”.

Yolanda se pone roja y le responde.

-Tomo nota, Abelardo.

El hombre abandona el camarote, y ella se entrega a la nostalgia; atrás quedan los tiempos en que su amiga (Cristóbal Colau, le llama ella cariñosamente), era alguien y alcaldeaba… atrás las fotos apoyando cabeza de una en seno de la otra, con la ciudad de Barcelona detrás. El 28M se ha ensañado con la musa okupa, y ella, por solidaridad, le ha nombrado Directora de Crucero.

Mientras tanto, a veintitrés millas de nuestro barco, el submarino Elmugre Rojo, navega a la caza del Pesquero del Amor, petado de torpedos. (“Capitán; o tiramos algunos, o no sale ni su padre a la superficie. Desde el respeto: aquí se respira enconamiento”, dice el oficial encargado de materializar la masacre).

Ella dice que todo es por culpa de los jueces, los pone a parir un rato, y estalla en llanto. Iglesias claudica ante su lado machoálfico

A bordo, encapsulados en un ambiente rojizo, el Capitán Iglesias, Tototéibol y Echenique, ultiman el plan; no sin antes comentar entre ellos, la pena de no haber podido colar a la segunda en el pesquero, aunque fuera de polizón. Ella dice que todo es por culpa de los jueces, los pone a parir un rato, y estalla en llanto.

Iglesias claudica ante su lado machoálfico y le dice:

-Nena, confía en mí. A mí la Yolanda ésta no me toca más el periscopio.

Acto seguido, por ilustrar la chulería, se lanza al suelo a hacer unas flexiones de pecho, acompañadas de jadeos guturales. Los otros dos flipan.

A la quinta flexión se levanta, rozando la pájara, y anuncia que se va a refrescar: “Aquí huele a choto”.

“Toc, toc”

-Siiiiiiii, dice la Capitana ocupada ahora en menesteres peluqueriles. Un momentoooo…

Sale a medio peinar del baño y abre la puerta.

Irrumpe de nuevo Abelardo y, no sin antes flipar con los pelos de ella (“hay que ver: se queda en nada”), le comunica que de una hora a esta parte no paran de recibir mensajes hostiles en morse de un tal Capitán Iglesias, y que el radar no capta ninguna nave próxima. “Que digo yo que igual está perjudicado por los encaramamientos de su amiga”, añade con un pelín de mala leche.

Y procede a exponer algunos de los amorosos mensajes:

  • “Esto no es decente”. Tu verás
  • Sábado 17 11:00 a.m. Reunión Consejo Ciudadano Estatal. Tu verás.
  • “Te pesará dentro de unos años”. Tu verás.
  • Seguimos teniendo partido registrado. Tú verás.

- ¡Este tío es un peñazo!, dice ella perdiendo de nuevo la oficial compostura delante del subordinado. ¡Respóndele de mi parte que se meta los puntos y las rayas por donde le quepan, y se deje de macarrismos!

Al ver la cara como de espectador de El Exorcista que pone el hombre, se corta, respira hondo, ladea la despelujada cabeza, y le dice sonriendo:

-Abelardo querido: esto “no tiene demasiado interés”.

SPOILER: Dentro de cuarenta días, Yolanda suelta una paloma, a ver si toca tierra, (“amor meu, esta vez sí”, le dice a Colau). La paloma vuelve de votar convertida en gaviota y con un mensaje en el pico:” Hay amores que matan”. Elmugre Rojo sigue sin aparecer en el radar.

Hoy para terminar, otras declaraciones, un comentario, y una definición.

Las recientes DECLARACIONES EMOCIONALES de la etnia podemita:

  • “Jefe, te quiero mucho”, de Tototéibol a Echenique.
  • “Me entristece profundamente que Yolanda (…) proponga que el acuerdo (…) se construya sobre la exclusión”. De Belarra sobre el veto a Tototéibol.
  • “Me voy a callar para que no se me caigan las lágrimas”, de Iglesias sobre lo mismo.
  • “He visto sufrir mucho a Irene en estos años”. Del mismo sobre lo mismo.

El COMENTARIO

Decir que esta impúdica exhibición emocional, que realiza la casta ultraizquierdista, no es buena para nadie. Desconfiemos de los políticos que, con verborrea límbica, hablan sin parar de cómo se sienten; de sus cariños, pasiones y venganzas. Esta turra de pucheritos y biquiños es incompatible con una gestión profesional, seria, y eficaz de la política. Y da un alipori insoportable.

La DEFINICIÓN: Movimiento Sumar no es más que una peregrinación poliamorosa hacia el bienestar pecuniario. Una orgía de sumandos, frustrada desde el inicio por una atolondrada búsqueda de la diversidad, que ignora el hecho de que las ansias compartidas de cópula política no garantizan ni el entendimiento mutuo ni el éxito de un proyecto.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.

  • A
    Aquiles

    Efectivamente , "Sumar" solo es una campaña de NADA , con venta de AIRE fetido , por su olor a golpistas y terroristas , de ambientes que suelen frecuentar .

  • S
    Sor Intrepida

    Muy bueno María,como siempre.
    Desde luego los problemas afectivos,pucheritos,sobeteos y besitos se dejan en casa.Como los trapos sucios,se lavan en casa.
    Echo de menos la declaración programática de Yoyoli,la gran inteligencia de la cosa:«Vamos a hacer lo que es fundamental para la vida pública que es para que la gente sea más fácil para las personas en nuestro país».
    Soberbio.