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Opinión

El caso Olona: los efectos psicosomáticos de la política

Olona es una mujer cuya fuerza dialéctica, potencia de fuego argumental y ambición personal exigen un campo de juego de grandes dimensiones y eso lo da la política nacional

La exportavoz de Vox en Andalucía Macarena Olona recorriendo el Camino de Santiago el pasado agosto. EUROPA PRESS

La reaparición pública de Macarena Olona después de semanas de silencio discreto tras su súbita e inesperada renuncia a su escaño en el Parlamento andaluz y a su militancia en Vox para recorrer un tramo del Camino de Santiago acompañada de un reducido número de fieles admiradores, ha despertado una gran atención de los medios y ha merecido incluso alguna portada. La brillante y valiente ex diputada en el Congreso, que ha proporcionado a su formación notables éxitos y creciente proyección social con sus vibrantes intervenciones en el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo, es una demostración más -los ejemplos abundan en España y en otras latitudes- de trayectorias políticas estelares que se consumen con rapidez en el fuego de su propio éxito. En ninguna otra actividad humana se producen con tanta frecuencia ascensos fulgurantes seguidos al poco tiempo de caídas o abandonos bruscos casi siempre irreversibles. Por eso se ha dicho, con razón, que la política es un recorrido de fondo en la que los verdaderos profesionales de este ámbito no son los que alcanzan la cumbre rápidamente, sino los que consiguen sobrevivir largos períodos. El caso Olona, construido a partir de su polémica candidatura a la presidencia de la Junta de Andalucía, su desacertada campaña electoral, su resultado decepcionante no tanto por los escaños conseguidos como por la enorme distancia respecto a las expectativas levantadas, su condena a la irrelevancia en una cámara autonómica dominada por una amplia mayoría absoluta del gobierno, su sorprendente salida apenas estrenada su nueva función aduciendo motivos de salud y su veloz recuperación manifestada en sus declaraciones y en su excelente aspecto durante su voluntariosa andadura hacia el trono del Apóstol, representa para no pocos españoles un enigma que ha dado lugar a todo tipo de especulaciones, interpretaciones y, cómo no, a algunas maledicencias.

Sin embargo, un examen objetivo de esta historia desde una perspectiva estrictamente racional despeja por completo el misterio y ofrece una explicación más que plausible de la que se pueden extraer, y esto es lo interesante, algunas lecciones útiles para los que se dedican al duro y denostado menester de la representación ciudadana y de la gestión de gobierno. Lo que ha sucedido queda perfectamente aclarado si se contempla en su evidente realidad: el desenlace de una serie de errores tácticos fruto de un deficiente análisis sociológico y de las fragilidades de un organismo humano sometido a una excesiva y prolongada tensión. Así, una combinación de superficialidad política, de errores de diseño de la campaña y de desconocimiento de la fisiología del sapiens sapiens han conducido a la interrupción traumática de una prometedora senda que, sin este tropiezo lamentable, hubiera llevado sin duda a su protagonista por su preparación, su valía, su talento y su coraje, a los más altos destinos institucionales de nuestra democracia.

Una dirección de campaña a cargo de ineptos la empujaron a un andalucismo forzado, impostado y sobreactuado -su cacareado vínculo con Salobreña nunca fue creíble- que la hizo naufragar

La primera enseñanza de este episodio es que no se puede trasladar un espécimen de su ecosistema natural, en el que vive en condiciones óptimas y desarrolla al máximo sus aptitudes y potencialidades, a un entorno distinto en el que los parámetros ambientales no son los adecuados para sus características biológicas. Olona es una mujer cuya fuerza dialéctica, potencia de fuego argumental y ambición personal exigen un campo de juego de grandes dimensiones y eso lo da la política nacional y la tribuna que ocuparon en su día Cánovas, Sagasta, Maura, Azaña y Cambó. Dicho sea con todo el respeto debido a las Autonomías, constreñirla a la división regional es asfixiarla dentro de un perímetro que le queda muy pequeño. La segunda conclusión apunta a la probada experiencia de que el éxito en un determinado espacio no garantiza que se reproduzca en otro marcadamente diferente. Inmersa de pronto en una atmósfera que no le era familiar y sin un contacto profundo previo con los problemas y las claves andaluzas, su desconcierto y una dirección de campaña a cargo de ineptos la empujaron a un andalucismo forzado, impostado y sobreactuado -su cacareado vínculo con Salobreña nunca fue creíble- que la hizo naufragar y ahogó sus notorias cualidades. La tercera lección consiste en la necesidad de asignar la responsabilidad de las campañas electorales a gentes competentes y no a aficionados de pacotilla.

Todos los que hemos concurrido a elecciones como cabeza de cartel y hemos cometido equivocaciones de bulto sabemos de la relevancia de estar asistidos por asesores con el cerebro bien amueblado y no de chorlito. Ofrecerle en un debate televisado al candidato que lidera las encuestas muy por encima de nosotros la vicepresidencia del gobierno o anunciar a bombo y platillo que si al presunto ganador le faltan unos pocos escaños para la mayoría absoluta o nos integra en el ejecutivo o se repetirán las elecciones, es regalarle automáticamente al favorito los votos que le faltan para no depender de nadie. Y la cuarta y última verdad nos recuerda que el cuerpo humano no debe ser castigado con dosis de estrés que vayan más allá de lo prudente. Su aventura andaluza fue sin duda una prueba excesiva y es bien sabido que la tiroides es una glándula muy delicada que responde mal a cargas emocionales y a disgustos más allá de lo aconsejable. Según confesión de la propia Olona, hubo un momento tras la campaña en que experimentó síntomas de una grave afección tiroidea. Afortunadamente, los peores pronósticos han resultado infundados y su salud vuelve a ser satisfactoria. Nadie le puede reprochar que decidiese en estas circunstancias un cambio de enfoque en su vida porque lo prioritario no es la supervivencia política, sino la física.

Hay que desearle a la intrépida abogada del Estado un futuro feliz dedicada a su profesión, a su familia y a aquellas empresas en el seno de la sociedad civil en que su inteligencia, su patriotismo y su tremenda capacidad de trabajo puedan rendir valiosos servicios a su país. En cuanto a los integrantes de la dirección de su antiguo partido, es de esperar que a la luz de esta peripecia aleccionadora estén mejor armados intelectual y estratégicamente para los difíciles desafíos que les aguardan a la vuelta de la esquina.

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  • K
    Karl

    “Politics is no longer theater,
    it’s show business.”
    ~Frank Underwood (House of Cards)

  • U
    unidospode0S

    Hay más gente de la que se cree que la echa de menos... EN EL PARTIDO Y EN EL CONGRESO.
    Ojalá Abascal lo vea tan claro como todos.

  • W
    Wesly

    Bueno, también podría ser que, aún reconociendo la capacidad de la Sra. Olona, el principal problema resida en que tiene un ego excesivo.

    Egos excesivos, ansias de reconocimiento excesivas, creerse el rey del mambo, a veces acaba arruinando proyectos que, como el de VOX, pueden ser muy necesarios.

  • A
    Alias22

    Se eligió a la candidata pensando en obtener mejores resultados. Y pensando también que la candidata contribuía a obtenerlos, que yo creo que sí. A toro pasado fue un error, porque en la oposición a una mayoría absoluta es un desperdicio.

    A diferencia del articulista, no creo que estuviera mal informar a los posibles votantes de que los votos no se iban a regalar al PP. Peor hubiera sido no regalarlos sin haberlo advertido. O tal vez el articulista lo que quería es que se regalasen...

    En cuanto al culebrón, si el objetivo es recuperar a Olona para la política nacional y sale bien, pues perfecto. Pero es que nadie sabe de qué va esto.

  • L
    Luzmasluz

    "Olona es una mujer cuya fuerza dialéctica, potencia de fuego argumental y ambición personal exigen un campo de juego de grandes dimensiones y eso lo da la política nacional". ¡Vaya loa!... Pues pensaba, Don Alejo, que todavía no teníamos, en España, ninguna Margaret Thatcher, y resulta que sí, que ahí estaba Macarena Olona... De momento, fuera de la política. Podría ficharla un partido ha hecho y rehecho, pero no presidido por un tío. Sólo le queda, pues, a Macarena Olona, fundar su propio partido...

  • G
    Gala

    Anyone in the office is boyfriend of Olona? If not, where are the lost answers?

    Have a nice day then.

  • G
    Gala

    Boss, Have you forgotten to put my answer? Go on do not be bad boy.

    • M
      Magdalena

      Quién se va a fiar ahora de ella? También Abascsl y Espinosa de los Monteros han perdido credibilidad por su malvada decisión de enviarla a Andalucia.

  • K
    KVLT

    Pues no sé. A mí lo de esta señora me parece muy poco serio.

  • N
    NormaDin

    Alejo Vidal-Quadras siempre se muestra extraordinariamente brillante y agudo en sus reflexiones sobre política, de hecho pulveriza esa arbitraria distinción entre ciencias y letras.

  • K
    Kj26

    Como no estoy al tanto de los entresijos de VOX solo puedo hablar de las suposiciones que dan forma a mi opinion.

    VOX cubre un espectro de votantes que el PP ha abandonado. Me preocupa su evolucion porque le he votado en las ultimas elecciones ya que es el unico que mejor se ajusta a mi interese y mi opinion.

    Lo de Olona es el típico caso de desavenencia en un grupo que lidera un partido. Antes que una cuestion de ideas es una cuestión de envidias, desencuentros. Estos problemas son muy dificil de resolver.

    Supongamos que hay tension y discrepancias entre Olona y algunos compañeros dirigentes. Estos, viendo el incremento de popularidad, le tienden una trampa: " como eres tan popular, sacrificate, vete a Andalucia y entra en el gobierno, lo cual nos beneficiará a todos". De esta forma la sacamos de los focos mediaticos y si no obtuviera los resultados esperados será su tumba.

    Olona siente la tensión en el cuerpo (supongo que tendra los TSH desmadrados) descubre la trampa y se larga.

    Reconducir esto es complicado o imposible. Exigiria un acto de humildad por parte de Abascal: " nos hemos equivocado, nos cegó la ambición, Olona es un activo que no puede perderse". Pero antes debe llamar al orden a los que conspiraron para sacarla del Congreso. Da la sensacion que en el grupo directivo de VOX hay un (o varios)topo del PSOE.

    • M
      Magdalena

      Totalmente. Muy acertado su comentario.

    • X
      xsibai

      De acuerdo en todo el contenido de su comentario. Que pena que quitaran los + y -. Nos daban un gran servicio a los foreros.

  • S
    sinperdon

    Tenia que haber machacado al sonrisitas.Al menos haciendo ver a la gente lo podrido que es el PP.Sacarle que sigue todo igual ,todos los rollos del Juanma de ser los mejores de haber cambiado...pero le consintio ese discursito propagandistico por no molestar a la derecha.Osea se junto todo y ella ¿que hacia aqui?pues lo que hizo,vestirse de andaluza.Aparte de esto,si se presenta otro,saca menos votos aun.Fue un despropòsito al que ella no se tenia que haber prestado.Que vaya Smith que yo creo que al menos le hubiese puesto en su sitio al sonrisitas

  • M
    Manuteide

    Muy buena reflexión de D. Alejo. Como siempre. No se cómo pero de la resolución de este conflicto dependerá el futuro de VOX. Tan necesario para syudar a echar a Sanchezstein...y por otro lado hacer de contrapeso ante el desvío del PP de Feijoo hacia la socialdemocracia de la agenda 2030. Por ello es vital el papel de VOX.

  • D
    Determinante.

    Cualquier idea o estrategia es la correcta cuando se demuestra su efecto positivo. Evidentemente la estrategia y desarrollo de Vox en Andalucía, no fué la mejor posible.
    Mascomplicada será la maniobra que se prepare, para reincorporar a Olona al cometido espectacular inicial en la formación (si es que ese es el objetivo), por lo embarrado de la espantá.