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Opinión

Convención (in)constitucional

Íñigo Urkullu y Pedro Sánchez, en Moncloa.

Cuando las Cortes constituyentes optaron por articular territorialmente España de acuerdo con este original constructo denominado “Estado de las Autonomías” creyeron angélicamente que al conceder a los nacionalistas una pseudo-nación con parlamento, gobierno, enseña, himno, Día de la Patria, lengua cooficial, amplísimas facultades legislativas, ejecutivas, fiscales y financieras, flota de coches oficiales con banderín propio y jugosas oportunidades de saquear un abultado presupuesto, sus ansias de reconocimiento simbólico y poder político se verían colmadas y contentos con tan atractivos juguetes aceptarían el orden constitucional, la Monarquía y la unidad nacional. Por supuesto, el invento ha salido carísimo y el sobrecoste para el sufrido contribuyente de tal despliegue de diversidad y de identidades variopintas es ya por lo menos del 20% del total del gasto público. Con decir que está en marcha una reforma del Reglamento del Congreso para que sus señorías puedan verter sus doctas intervenciones en catalán, vasco, gallego y castellano con la consiguiente parafernalia de cabinas de intérpretes y gabinetes de traductores, amén del correspondiente dispendio causado por tales adelantos, no se puede añadir mucho más. Por desgracia, ha ocurrido los que algunos advirtieron muy pronto sin ser escuchados: lejos de conformarse con el creciente nivel de autogobierno, a medida que los dos grandes partidos nacionales iban aflojando los cordones de la bolsa y transfiriendo competencias la codicia de los nacionalistas se incrementaba, sus exigencias se exacerbaban y su insolencia alcanzaba cotas alarmantes. Este proceso imparable culminó con el intento de golpe de Estado de septiembre y octubre de 2017 por parte de los separatistas catalanes.

Cuando una fiera confinada devora a sus víctimas, la culpa no es del carnívoro, sino del imprudente que le ha abierto la puerta de la jaula

Si nos remontamos a la segunda mitad de los setenta del siglo pasado, en aquel momento el porcentaje de independentistas en Cataluña y el País Vasco era muy modesto y la fuerza de sus partidos bastante reducida. Por consiguiente, si los padres de la Constitución se hubieran inclinado por un modelo de Estado centralizado políticamente y descentralizado administrativamente al estilo de Francia, Suecia, Polonia o Portugal, esta solución habría sido plenamente democrática y nos hubiésemos ahorrado mucho dinero e infinidad de disgustos. Es inútil llorar sobre la leche derramada, pero conviene recordar ciertos hechos para delimitar correctamente responsabilidades a la hora de contemplar el caos actual. Cuando una fiera confinada devora a sus víctimas, la culpa no es del carnívoro, sino del imprudente que le ha abierto la puerta de la jaula.

Y así, de concesión en concesión, de renuncia en renuncia y de regate en regate del PP y del PSOE durante cuarenta y cinco años hemos llegado a la dramática situación actual, con el gobierno de la Nación pendiente del chantaje de un golpista enajenado prófugo de la justicia, de los legitimadores del asesinato como forma de acción política y de una organización de raíces integristas que considera al resto de los españoles una raza inferior que le debe vasallaje y tributo. En contexto tan estimulante, el lehendakari, con la exquisita educación característica del ladrón de guante blanco, ha propuesto una convención constitucional basada en la Disposición Adicional Primera de nuestra Ley de leyes, que “ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales”, que se podrán actualizar en el marco de los Estatutos de Autonomía y de la Constitución. Para empezar, ni Cataluña ni Galicia son territorios forales, categoría a la que únicamente pertenecen el País Vasco y Navarra, por tanto, la argucia de Urkullu no parece muy solidaria con sus compañeros nacionalistas catalanes y gallegos. En segundo lugar, la pretensión de que la Disposición Adicional Primera permite fantasías tales como la “capacidad de decidir”, el “bilateralismo” y la “plurinacionalidad” cabrá en los delirios del Euskadi Buru Batzar, pero no en la Constitución. No hay camino legal para introducir semejantes conceptos en nuestro ordenamiento. Afectan de lleno al Título Preliminar de la Norma Suprema y por consiguiente requerirían una reforma constitucional de acuerdo con el artículo 168 de nuestra Ley Fundamental, es decir, dos tercios del Congreso y del Senado, disolución de las Cámaras, ratificación también por dos tercios del nuevo parlamento y a continuación referéndum nacional. Una bagatela, vaya.

La ley y su cumplimiento es la garantía de la paz civil y cuando se ignora este principio democrático elemental los acontecimientos pueden desbordarse, como sucedió en Cataluña el 1 de octubre de 2017

La convención constitucional que se saca de la manga el lehendakari es un truco artero para orillar la verdadera naturaleza de lo que demanda, una modificación sustancial de la Constitución en su parte más sensible. En otras palabras, lo que el PNV le pide a Sánchez es que se salte el orden legal vigente, que sea un Puigdemont cualquiera. Puede ser que el jefe de Gobierno en funciones, cegado por su ansia irrefrenable de mantenerse en La Moncloa, intente una martingala confiando en que su acólito Conde Pumpido y sus secuaces en el Tribunal Constitucional la den por buena. Si cometiese semejante desafuero, estableciendo de facto dos clases de españoles, unos de primera, los residentes en las denominadas indebidamente “comunidades históricas”, y otros de segunda, los demás, se expone a que las cosas se le vayan de los manos y entremos en una etapa de agitación social y violencia desatada de consecuencias imprevisibles. La ley y su cumplimiento es la garantía de la paz civil y cuando se ignora este principio democrático elemental los acontecimientos pueden desbordarse, como sucedió en Cataluña el 1 de octubre de 2017, donde si no se produjo una tragedia fue porque la Providencia no quiso, pero no conviene abusar de su tutela. La historia es maestra de la vida y se supone que, aunque no es persona de gran bagaje cultural, Pedro Sánchez tiene una somera idea de lo acontecido en España durante la II República y la contienda civil posterior. Todos conocemos su absoluta carencia de principios y de escrúpulos éticos, pero entre cometer barrabasadas prodigando mentiras y jugar con fuego, hay una diferencia. El que la olvida, se abrasa.

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  • B
    Beeblebrox

    El problema de fondo es que un 35-40% de andaluces, castellanos, extremeños, murcianos, riojanos, aragoneses y cántabros aceptan sumisos su rol de negros en el nuevo régimen de apartheid y su inferioridad racial frente a superhombres como Torra, ese modelo de sofisticación intelectual tan exquisito que en una comparecencia parlamentaria creyó conveniente advertir que, por efecto de su dieta mediterránea, era posible que durante su intervención no expeliera todas sus ventosidades por la boca.

  • E
    Edmundo Dantes

    En resumen. Media España no se va a dejar aplastar por la escoria otra media. Paso en el 36 y volverá a pasar si los zurdos y ultrazurdos se empeñan. Quizá esto según Conde Pumpido será apología del golpismo. No ne importa. Tengo 64 años y como medico creo que he hecho algun bien a la Humanidad. Amigos lectores. No tenggan miedo. Estos van al guerracivilismo, de momento sin armas pero vean como las juegan apedreando con adoquines de medio kilogramo a los amigos de VOX...Reflexionen. Un fuerte abrazo a todos los constitucionalistas.

  • L
    Luzmasluz

    Muy a menudo, el beodo jura y perjura que él no está borracho...

  • J
    JaimeRuiz

    Sánchez no se abrasa, tiene una carrera por delante acompañando a Zapatero en la narcoconfederación iberoamericana, con economías que compiten con la española como México y Brasil y muchos otros países importantes. Pero antes seguirá en el poder, y mientras su rival sea el lamentable paleto gallego, lo más seguro es que haga lo que haga volverá a ganar en 2027. No habrá guerra civil y ellos ganarán y harán lo que quieran porque al PP no le bastó lo que hicieron Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría ni el extraño periodo de Casado y García Egea, ahora tienen en Feijóo y sus mamarrachos a una mezcla de los dos grupos.

  • N
    NormaDin

    Estamos ante un excepcional problema de estabilidad institucional de proporciones sistémicas, cuyos síntomas son la nación de naciones y la amnistía o barra libre para los delincuentes a gran escala. Resumiendo: un panorama delictivo con los propios delincuentes al timón.

  • M
    ManuManu

    Buenos días de domingo pasados por H2O.
    Don Alejo, le tengo por un hombre prudente, racional como sus estudios y profesión de físico lo requiere (yo también realicé esos estudios, aunque, como hombre de acción, me he dedicado al mundo empresarial); le escucho en el Gato el día que nos acompaña y entretiene (el resto de la semana suele ser un programa aburrido y reiterativo...).
    Sin embargo, tanto en sus charlas nocturnas semanales como en sus artículos dominicales, NO VEO ni un ápice o chispa de originalidad, es "mas de lo mismo", una mera constatación aburrida de la realidad como un montón de crónicas de sus compañeros de los medios. Así cualquiera. Incluso una vez leí diciendo que la invasión de Ucrania se hubiese evitado si el país hubiese estado ya en la OTAN desde hace años.
    Mójese hombre, no nos aburra con sus estudiadas y medidas palabras, ya sabemos de su rico vocabulario....pero un poco de "chicha" por favor, de soluciones posibles, de ideas nuevas; a este paso terminaré por obviar su grata compañía virtual y me dedicaré a pasar página por aburrimiento y buscaré en la red o los medios mas originalidad y estímulo mental.
    Un placer.

  • P
    PACO TITOS

    Muy buen articulo sr. Vidal-Quadras, coincido plenamente con usted.
    Saludos

  • T
    Talleyrand

    El tiempo de los diagnosticos ha pasado.
    Encuentro a faltar para tener la visión completa, poner al PP (controlado tambien por familias mafiosas) y Vox (no se sabe todavía quien esta detraes...) dentro de la ecuación.
    Solo asi se podrá resolver.

    Sobre todo no infravaloremos el hartazgo social de las nuevas generaciones cuando despierten de su letargo solo ligeramente interrumpido con los indignados y debidamente absorbidos por ese partido spontex que fue Podemos, creado para tal fin.

    Cuando los que ahora empiezan a buscarse un trabajo y no quieran o no puedan emigrar fuera (como hacen ya cientos de miles de jóvenes españoles) se den cuenta del enorme fraude de la "democracia española" todo esto explotara.

    Son ellos la ultima esperanza.

    • J
      juande

      O cuando Bruselas, de una puñetera vez, se ponga serio con las cuentas de su socio español y Sanchez tenga que recortar por doquier. Entiendo que lo ideal es que Feijoo no forme gobierno y Sanchez tenga que verse en aquélla tesitura.

    • E
      Edmundo Dantes

      Amigo, a Bruselas España le importa un c*rajo. ¿O aún no se había percatado? Vea la
      inquina que tiene la UE con Polonia e Hungría.

  • P
    Petrarca

    A favor totalmente de tu análisis, solamente se me ocurre una pregunta:
    ¿Cuánto falta para el próximo 18 de julio?
    Son ellos o nosotros.
    ¿Tendremos al ejército, la Guardia Civil, la Policía Nacional y los millones de patriotas para impedirles el paso?
    Porque esa es la cuestión: la supervivencia de la Patria.
    Y para ello hemos de ponerlo todo y echar de España toda la basura que se ha acumulado durante más de 150 años.

    • E
      Edmundo Dantes

      J* der que pegada amigo Petrarca!!!

    • E
      Edmundo Dantes

      Pero si van a nuestra muerte física naturalmente sacaremos la 0.300.

    • E
      Edmundo Dantes

      Albert Bruce Sabin polaco que huyó a USA por el amigo A. Hitler. Judio y primer descubridor de la vacuna de la poliomielitis. Judio.

  • E
    Ernesto Tagliavini

    Al final, pactar con los nacionalistas es como endeudarse con un usurero: cuanto más se paga, más se le debe y la deuda jamás deja de crecer. Y así hasta que el usurero se queda con todo, deja al deudor en la miseria y se va. En este caso, la deuda crece tanto en términos económicos como políticos. Peor aún.

  • N
    Norne Gaest

    Perfecto el artículo.
    Estamos llenos de buenos analistas.
    Falta gente de acción y líderes que que encabecen la contestación, en todos los frentes, a la demolición de España y su democracia por parte de la confluencia progresista- nazionalista.
    En mi comentario al director de VP digo que para empezar a revertir este proceso suicida es urgente relevar a Feijoo por Ayuso. A partir de aquí, generar ilusión, invitar a unirse sobre bases firmes y de sentido común, patrióticas (el Sr. Giménez hace unos días dió ideas de como se podía "reinterpretar" la Constitución en sentido contrario a Urkullu y Puigdemont) definir estrategias, tácticas, prioridades, etc.. Y ponerse manos a la obra con determinación.

  • S
    Silentium

    Excelente, señor Vidal-Quadras. Totalmente de acuerdo en que los problemas que padecemos vienen del diseño territorial que establecieron los redactores de la Carta Magna al conceder capacidad legislativa a las entidades territoriales denominadas CCAA. Si solo gestionaran los recursos que el Estado les transfiriera con las leyes que el Parlamento aprobara para todo el país, otro gallo cantaría.

  • A
    Angel Saguar

    Claro, confuso y exacto.
    Me pregunto si ¿leen sus análisis los políticos?

  • V
    vallecas

    ¿Qué mas tiene que hacer Sánchez para que se den cuenta de su naturaleza?
    Sánchez cederá todo, dará todo, entregará todo lo que esté en su mano. Sánchez solo parará cuando el siguiente paso a dar, suponga que la Guardia Civil le ponga las "esposas".
    Los equipos del PSOE, PNV y Junts no trabajan enfrentados, Trabajan JUNTOS para entre todos lograr sus objetivos, "Constitucionalmente."

    El espectáculo no ha hecho más que comenzar
    ¡¡Pasen y Vean¡¡

  • A
    Aleluyo

    Excelente columna y un claro aviso a navegantes. Digno de enmarcar.

  • E
    Edmundo Dantes

    Excepcional don Alejo, el análisis sucinto de un problema tan complejo que azota nuestra querida España. Enhorabuena.