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Opinión

Cinco retos para el gobierno que viene

Cómo saber el colegio y la mesa en la que tengo que votar en las elecciones generales 2023
Un hombre votando en las elecciones EP

Es un día de elecciones, así que supongo que ahora mismo estarán más interesados en saber quién va a ganar qué otra cosa. Dado que escribo este artículo con varios días de antelación, lo único que les puedo decir es que hasta que empieza el recuento nadie sabe realmente el resultado, sean expertos o no. Les recomiendo un poco de paciencia y esperar hasta esta noche, sin nervios ni ansiedades.

De lo que sí que puede hablar es que se va a encontrar el ganador de las elecciones una vez sea investido presidente y llegue (o vuelva) al despacho de La Moncloa. Quienquiera que sea, va a tener la suerte de encontrarse un país en razonable buen estado. España, aun con sus problemas y achaques, tiene el envidiable privilegio de sufrir males de país rico; tenemos instituciones funcionales, una burocracia competente, una buena Constitución y un nivel de riqueza y bienestar envidiables. Hay muchas cosas que solucionar, pero son, por primera vez en la historia del país (o al menos, desde mediados de los años ochenta) retos manejables, no crisis existenciales.

Pero son retos, y siguen siendo importantes para el bienestar de todos. En mi opinión, estos son los cinco temas que deberían centrar la agenda del próximo gobierno.

  1. Vivienda

He escrito varias columnas en este periódico sobre el problema de la vivienda en España. Construimos poco y a menudo bastante mal, sin densidad suficiente y sin pensar en un uso racional del suelo. Nuestro problema principal es uno de falta de oferta, tanto pública como privada.

La flamante ley de vivienda recién aprobada por el Gobierno es una chapuza inaplicable. Tras las elecciones, o bien tendremos un gobierno de izquierdas intentando hacer funcionar lo poco salvable de la ley o uno de derechas sin un programa explícito sobre cómo resolver este problema. Sea quien sea el que mande, reducir el coste de los alquileres en las zonas más dinámicas y que más rápido crecen del país es una necesidad urgente tanto para ayudar a las familias como para mantener nuestro crecimiento económico.

  1. Estado de bienestar

Nuestro estado de bienestar tiene muchas virtudes, empezando por un modelo sanitario muy eficiente y efectivo. El problema es que la mayor parte de los programas de nuestra red de protección social son espantosamente malos tanto para redistribuir renta como para dirigir ayudas a quienes más la necesitan.

La buena noticia es que esto tiene arreglo y en Europa (y en Estados Unidos) hay multitud de programas y políticas públicas que podemos copiar descaradamente para hacer que todo este gasto de protección social que hacemos sea más efectivo. Cosas como un Impuesto negativo sobre la renta (o un crédito fiscal para salarios bajos), ayudas automáticas para familias con hijos con pocos ingresos, guarderías públicas gratuitas, vivienda pública de alquiler subvencionada, y un largo etcétera de programas que pueden ayudar a familias pobres o en riesgo de pobreza a salir de esta y poder prosperar.

La mala noticia, por supuesto, es que estas medidas cuestan dinero. Sabemos que el próximo gobierno va a tener que subir los impuestos a alguien durante la próxima legislatura (esos déficits no van a bajar solos), así que no estaría de más usar parte de esa nueva recaudación en una buena reforma de nuestro estado de bienestar.

  1. Pensiones y demografía

Hablando sobre estado de bienestar, nuestro sistema de pensiones sigue siendo insostenible, y en algún momento vamos a tener que aprobar cambios para poder pagarlo. La reforma recién aprobada no es del todo espantosa, pero elimina el factor de sostenibilidad que era la pieza clave y la mejor idea de la ley anterior. Soy perfectamente consciente que reformar las pensiones es como pedirle a un político que se tire de un puente, pero o lo hacemos pronto o de aquí unos años se van a estar comiendo vivas al resto del presupuesto.

Directamente relacionado con esto, también nos enfrentamos a un problema demográfico: la población española va a empezar a disminuir en las próximas décadas. Esto es un problema al que se enfrenta básicamente todo el mundo desarrollado, y al que nadie, con la posible excepción de Estados Unidos y Canadá, han encontrado una solución. La solución americana y canadiense es la inmigración, el verdadero secreto de la enorme prosperidad de esos dos países. Podemos adoptar ese modelo, o buscar otro, pero vamos a tener que arreglarlo de un modo u otro.

  1. Productividad

El eterno problema de la economía española. En las dos últimas décadas, la productividad de nuestra economía, medida por la productividad total de los factores, ha caído un 14,7%. Nuestra productividad por hora trabajada es de las más bajas de la Unión Europea y está a años luz de Estados Unidos. Aunque es esperable que un país que depende tanto del turismo sea un poco menos productivo que un país muy industrial, nuestra brecha es enorme, y el hecho que estamos empeorando es muy preocupante. En último término, la riqueza del país y los sueldos de los trabajadores dependen de lo eficientes que sean nuestras empresas. Ahora mismo, nos estamos empobreciendo.

Arreglar este problema es complicado, y exige soluciones a largo plazo. Necesitamos mucha más inversión tanto en investigación y desarrollo como en implementar tecnologías, necesitamos liberalizar mercados, necesitamos universidades mucho más conectadas con las necesidades de nuestra industria, necesitamos políticas que ayuden a las empresas a crecer, necesitamos atraer talento e inversiones extranjeras, necesitamos crear un ecosistema de capital riesgo que financie proyectos innovadores, y necesitamos profundizar la buena reforma del mercado laboral aprobada por este gobierno.

Muchas de estas medidas no tendrán efectos visibles hasta dentro de 5 o 6 años. El ministro de Industria o economía que las anuncie desde luego no va a ser quien se ponga las medallas. Muchas de ellas, además, se enfrentarán a la oposición de las empresas que ahora vive muy bien pero, no innovan, mientras que ayudan a otras que aún no existen. Pero si no hacemos algo urgente para revertir esta tendencia, tendremos problemas económicos serios a medio plazo.

  1. Cambio climático

Dejo el más importante para el final. Este verano ha dejado muy claro que el clima ha cambiado y va a cambiar a peor durante muchos años. Este ha sido el mes de julio más frío del resto de nuestras vidas, a no ser que nos tomemos muy muy en serio reducir emisiones y conservar energía. En contra de lo que dicen los ecologistas más dramáticos, esto no nos va a requerir dolorosos sacrificios y renunciar por completo nuestro estilo de vida. La tecnología para reducir nuestras emisiones a cero ya existe y es a menudo más barata de lo que usamos ahora. Lo que necesitamos es adoptarlas.

Los únicos perdedores en este cambio son las petroleras, la industria del carbón. Al resto, la electrificación nos acabará por ahorrar dinero. Será la responsabilidad de este próximo gobierno asegurar que nadie se quede atrás en estos cambios.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.

  • H
    Hulshof

    La inmigración podría ser la solución a la baja natalidad. Pero y las empresas? Y esto en un pais donde no se motiva el emprendimiento, y los empresarios son demonizados de manera generalizada. Quien quiere ser empresario? Mejor funcionario o esperar que se monte un chiringuito. No podemos compararnos ni con USA ni con Canadá.

  • R
    RafaR

    Cuando he leído uno de los primeros párrafos de este artículo ("...Quienquiera que sea, va a tener la suerte de encontrarse un país en razonable buen estado. España, aun con sus problemas y achaques, tiene el envidiable privilegio de sufrir males de país rico; tenemos instituciones funcionales, una burocracia competente, una buena Constitución y un nivel de riqueza y bienestar envidiables...") me he preguntado si lo que se había fumado este señor no habría sido demasiado fuerte.

    "Instituciones funcionales": sí, con Conde-Pumpido al mando del Tribunal Constitucional, con el espectáculo de los partidos con el CGPJ, con los nombramientos partidistas al frente de todos los organismos públicos de control, con el asalto a RTVEspantosa....

    "Burocracia competente": ¿este tipo está de broma, en modo satírico ON o se cree que los lectores de Vozpopuli son todos gil y poshas?

    "Una buena Constitución": sí, claro, sobre todo porque nos ha dejado un modelo territorial de lo más cuqui.

    "Un nivel de riqueza y bienestar envidiables": hombre, cómo no, envidiable por todos los países que aún no nos han superado en PIB: Namibia, Nigeria, Tanzania, Ecuador, Afganistán...

    Luego de elucubrar un rato sobre la variedad de la hierba fumada por este hombre, he continuado leyendo el "análisis" de los cinco puntos. Los cinco puntos, ejem... Mi conclusión final es que este artículo sólo puede haber sido escrito por alguien muy fumado, muy esnifado y muy pinchado o, en su defecto, por un absoluto inane mental. Ustedes juzguen por sí mismos.

  • V
    vallecas

    Es usted bastante cómico, o patético. Se abstrae de la realidad y escribe de obviedades.
    Hoy España se juega mucho. Votar al PSOE es votar a la ETA, a Bildu, a los odiadores de España, a los que quieren acabar con la Constitución, a los que quieren acabar con la convivencia.

    El último párrafo de su columna un día como hoy demuestra que usted necesita atención médica profesional con urgencia.