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La salud de Berlusconi dispara la incertidumbre sobre el futuro de la 'nueva Mediaset'

El aterrizaje de Alejandro Salem -consejero delegado- no ha sido sencillo. Sustituir a un líder omnímodo como Vasile requiere de un esfuerzo importante y de modificar rutinas que se consideraban incuestionables

Borja Prado, expresidente de Endesa)
El empresario Borja Prado. Europa Press

La salud del padre flojea y en los pasillos de la compañía comienza a plantearse una pregunta: ¿quién se pondrá al frente de todo esto si sucede el fatal desenlace? Sobre esta situación se asienta el guion de la serie Succession, pero esa misma pregunta también podría plantearse en el imperio de Mediaset, el que hace un tiempo fue rebautizado como Media for Europe (MfE).

¿Qué ocurriría si el estado de salud de Silvio Berlusconi empeorara? Pier Silvio Berlusconi ha demostrado liderazgo y su hermana Marina forma parte del Consejo de Administración del grupo, pero la ausencia del político italiano más influyente de las últimas décadas no sería, ni mucho menos, un suceso menor para esta multinacional audiovisual.

Mientras en España se centran estos días los focos en los cambios que se producirán en la parrilla de Telecinco en los próximos meses, tras el final del reinado de Paolo Vasile, en Italia han comenzado a especular sobre el futuro de MfE cuando falte el padre. La opción de que Pier Silvio se convierta en el líder indiscutible es evidente, pero también se ha comenzado a hablar de otras posibilidades, como la que asegura que Urbano Cairo -dueño de RCS MediaGroup (Unidad Editorial en España)- se encuentra en busca de un socio financiero que le apoye en el asalto a este grupo. El empresario -apodado el 'mini-Berlusconi'- lo niega, pero, a la vez, asegura: “Me encantaría, pero es difícil”.

También ha salido a la palestra estos días el nombre de Vivendi. Su propietario, Vicent Bolloré, generó varios dolores de cabeza a los Berlusconi cuando comenzó, a mitad de la década pasada, a crecer en el accionariado de la compañía con la actitud inquietante de un caballo de Troya. Sus arremetidas finalizaron en 2021, cuando ambas empresas alcanzaron un armisticio de cinco años a cambio de una reducción de la participación de Vivendi, el reparto de un dividendo y la retirada de determinados asuntos judiciales pendientes, entre otras cosas.

Sin embargo, el rumor de que el potente grupo francés podría lanzarse a por Media for Europe -con una capitalización bursátil de 1.500 millones de euros- se mantiene vivo. La jugada sería maestra para Bolloré, dado que colmaría su deseo de entrar en el sur de Europa y de introducirse en el panorama audiovisual en español, dado que una buena parte del negocio de MfE se encuentra en España.

Marejada en Fuencarral

Aquí el proceso de transición, tras la salida de Vasile, no ha sido ni mucho menos tranquilo. Fuentes de Mediaset España observan estos días con asombro la cantidad de publicaciones que han trascendido, relacionadas con sus supuestos giros editoriales, con las revoluciones en la parrilla y derivados.

En este sentido, inciden en que los Berlusconi nunca han sido partidarios de los cambios drásticos en Telecinco. Al contrario, su especialidad ha sido la de realizar apuestas poco arriesgadas, mientras reciclaban formatos que se presentaban ante la audiencia con una cara distinta, pero con un espíritu similar.

Resulta significativo que una de las primeras medidas que han tomado sus directivos, tras anunciar la retirada de Sálvame, sea la de recuperar el concurso Allá tú. El que presentó durante varios años Jesús Vázquez. También han recuperado Quién quiere casarse con mi hijo, otro de los formatos clásicos de la casa. ¿Revolución? No parece.

Diferencias en la cúpula

El aterrizaje de Alejandro Salem -consejero delegado- tampoco ha sido sencillo. Sustituir a un líder omnímodo como Vasile requiere de un esfuerzo importante y de la modificación de rutinas que se consideraban incuestionables. Y configurar los nuevos equipos implica el sustituir o rebajar las funciones de directivos que habían construido todo a su alrededor a su imagen y semejanza.

Su relación con Borja Prado -apuntan estas fuentes- no es tan sencilla como pudiera parecer. Prado fue una pieza importante durante la última etapa de Vasile. Sus maniobras tuvieron cierta relevancia dentro de la estrategia de Italia de apartar al ejecutivo romano. Sin embargo, su forma de proceder no termina de convencerle a Salem. Tampoco a un hombre fundamental en la historia de Mediaset España, al que nunca se le concede toda la importancia que tiene: Fedele Confalonieri. El chairman de MfE y el consejero áulico de Silvio padre.

La intención es que Prado ejerza una presidencia del estilo de la que ostentó Alejandro Echevarría. Es decir, más centrada en el terreno institucional que en los asuntos internos y la gestión del día a día. Esto ha generado incomodidad en el empresario español -detallan las mismas fuentes-, lo que ha dificultado el aterrizaje de Salem en España. También, por cierto, las filtraciones de determinadas decisiones a la prensa, lo que deja claro que hay uno o más versos sueltos u hombres descontentos en el grupo.

¿Cambio de rumbo político?

Quienes están interesados en buscar interpretaciones políticas a los movimientos que se producirán en la parrilla de Telecinco han escrito en los últimos días sesudos relatos sobre la concesión a Ana Rosa Quintana -nueva 'reina' de la franja vespertina- de la medalla de oro de Madrid; o sobre el acercamiento de Jorge Javier Vázquez a Yolanda Díaz. De hecho, este jueves, el presentador y la política difundían un coloquio informal en el que compartían puntos de vista sobre asuntos sociales. “Qué aburridas son las reuniones de hombres heterosexuales”, planteaba Vázquez, mientras la líder de Sumar asentía.

En los despachos de los directivos de Mediaset, las preocupaciones diarias son otras, como la relacionada con la rescisión del contrato multianual que rubricó Vázquez unos meses antes de que Vasile abandonara su puesto, en lo que se interpretó en algunos ámbitos del grupo como un gesto de rebeldía del consejero delegado ante la empresa que le quería despedir. Porque Vasile no se fue contento. Desde su entorno, todavía transmiten cierto malestar por determinadas acciones que 'sufrió' quien hizo ganar cientos de millones de euros a su grupo. Entre otras, consideran 'desleal' el hecho de que se filtrara la noticia de su marcha de España en el momento en el que iba a entrar al quirófano para ser intervenido de un problema de riñón.

A sus sucesores les toca decidir qué partes reformar de la casa, qué dependencias se pueden destruir y cuáles se pueden conservar. Una de las más descuidadas durante los últimos años ha sido la de los informativos. Tal es así que existe una broma recurrente entre algunos de sus trabajadores, que dice que el plató está tan anticuado, con respecto al de su competencia, que el fondo de los edificios que se observa detrás del espectador parece que está fijado a la pared mediante grapas. En La 1 y en Antena 3, hologramas y grandes pantallas. En Telecinco, sombras de rascacielos sobre un vinilo.

Varios medios de comunicación han publicado esta semana la noticia de que Pedro Piqueras abandonará la empresa en julio, con la intención de jubilarse, a los 68 años. Fuentes oficiales de Mediaset han desmentido tajantemente esta información , que, por otra parte, genera cierta expectación en su equipo desde hace mucho tiempo.

Lo cierto es que cualquier cambio que pueda realizarse en los informativos será sometido al escrutinio de quienes observan detrás de cada decisión razones políticas. Los varios informantes con los que ha conversado este periódico coinciden en lo mismo: a los Berlusconi siempre les ha interesado más el entretenimiento que los noticiarios. El negocio se mantiene con los anunciantes y la influencia informativa no genera tanta rentabilidad. Máxime en un momento histórico en el que cada vez menos ciudadanos ven la televisión y las licencias de emisión han perdido la mayor parte de su valor.

Sea como sea, son tiempos de cambio en el grupo de medios de comunicación que más beneficios ha obtenido en los últimos años. Y son tiempos de transición en su compañía matriz. La gran pregunta que se plantea es: ¿hasta qué punto serán profundos los cambios que se avecinan en Italia, en España... y en su matriz, en Países Bajos?

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