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RESUMEN 2021

El desastre de RTVE: el nuevo equipo no evita que 2021 sea el peor de siempre

Su audiencia ha caído y su imagen se ha visto resentida por algunos hechos controvertidos acaecidos dentro y fuera de las pantallas

Torrespaña
Sede de Torrespaña. EFE

El pasado sábado 18 de diciembre hubo un informe de audiencias que cayó sobre Prado del Rey como una bomba de hidrógeno. La 1 había cerrado el día anterior con una cuota de pantalla de 6,9 puntos. Hubo momentos del día en los que Antena 3 y Telecinco le sacaron más de 10 puntos a la principal cadena de la televisión pública.

Su presidente, José Manuel Pérez Tornero, aseguraba el lunes en el Congreso de los Diputados que mantiene ciertas discrepancias con el sistema de medición de audiencias, pues está pensado para evaluar el impacto de la publicidad en las cadenas, pero no para medir el verdadero impacto de medio público en los ciudadanos. Lo cierto es que tanto RTVE como RNE como su web han perdido seguidores en los últimos meses. Al menos, eso dicen Kantar Media, el EGM y ComScore.

Hace unos años, la corporación todavía conservaba la capacidad para marcar tendencia. La situación es muy diferente actualmente. Sin ir más lejos, este domingo se celebró el festival de Eurovisión Junior y España envió a su representante. La primera vez que se emitió este certamen infantil, en 2003, La 1 logró un 43% de cuota de pantalla. El pasado 19 de diciembre, el share fue de 7,6 puntos.

En descargo de la televisión pública, hay que decir que el certamen de 2021 se emitió un domingo a las 16.00 horas, que no es precisamente un momento en el que la audiencia acuda en masa a la televisión. Ahora bien, este tropiezo no es ni mucho menos un hecho aislado: el pasado lunes, Masterchef Junior registró el peor estreno de su historia (9,9%).

Mal los telediarios

La crisis también afecta a noticiarios, que fueron durante muchos años líderes destacados de audiencia, pero que se encuentran rozando mínimos históricos en la actualidad. El pasado noviembre, obtuvieron una audiencia media del 10,9%, frente al 19,5% de Antena 3 y el 14% de Telecinco.

El caso del TD-1 es especialmente grave, pues son la cuarta opción de su franja (9,9%) por detrás incluso de La Sexta, que consigue el 11,9%.

El equipo directivo de la corporación ha recuperado el programa de noticias del corazón de Anne Igartiburu para tratar de 'arrastrar' una mayor audiencia al informativo. El problema es que el porcentaje de espectadores del magacín anterior -producido por José Miguel Contreras- es propio de una televisión autonómica de corto alcance. El citado viernes, del 6,6%, pero ha habido días que apenas si ha superado el 4,5%.

Esta semana comenzaba con una audiencia mensual acumulada que era 1,5 puntos inferior a la del mismo mes del año pasado en La 1 y 2,1 menor en el conjunto de los canales del grupo. Entre otras cosas, por la crisis de Teledeporte y Clan; y el estatismo del Canal 24 Horas.

La peor audiencia conseguida por La 1, hasta el momento, data de 2019 y 2020, cuando cosechó un share medio de 9,4 puntos. La de este año será muy inferior si se tiene en cuenta que los 11 primeros meses del año se cerraron con una cuota de 8,8.

El dato seguramente se redondee debido a que La 1 todavía emitirá espacios que en los años precedentes han sido muy exitosos -amén de la Lotería de Navidad-, como el discurso del Rey, las Campanadas de fin de año o la programación nocturna de Nochebuena y Nochevieja.

Ahora bien, será muy difícil que iguale la audiencia del año pasado (9,9% en La 1), por lo que diciembre también será su peor mes. Dentro de su peor año y dentro del ejercicio en el que registró el mes con peor cuota histórica de pantalla.

El presidente de RTVE aseguraba el lunes en el Congreso que cerrarán 2021 con “decenas de millones de beneficio”, lo cual sorprendía a propios y a extraños, dado que no entraba dentro de las previsiones.

Lo cierto es que la inestabilidad económica que vive la corporación ha hecho que el Ministerio de Hacienda prevea que, a cierre de 2022, la deuda aumente por encima de los 500 millones de euros. Este año, además, el equipo directivo de la corporación se enfrentará a la incertidumbre relacionada con la Ley de Financiación de RTVE, que marcará lo que recibirá cada año, a partir de 2023, pero cuyo contenido todavía se desconoce. Eso condicionará los planes a futuro de esta empresa de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

Desde el Consejo de Administración hay quien está sorprendido por la falta de medidas para mejorar la programación, en la que apenas si habrá nuevas apuestas de cara a la nueva temporada. Eso lleva a plantearse la siguiente pregunta: ¿Ha tocado fondo RTVE o 2022 será un nuevo año de decadencia tras el mínimo histórico de 2021?

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