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Gourmet

No me toques los cuchillos… que cortan

Kyocera tiene cuchillos cerámicos tan vistosos como este

Quien se gasta una fortuna en acabados y luego tiene menaje del Ikea no tiene alma de chef. ¡Y no! Los Ginsu del teletienda tampoco sirven, pero buen intento, chaval.

Los cuchillos buenos de verdad se compran en tiendas especializadas o cuchillerías y, a menos que se conozca de antes el modelo y la marca, jamás por internet. Antes de comprar un cuchillo hay que cogerlo para sentir su peso en la muñeca y comprobar que existe equilibrio entre la hoja y el mango. Las empuñaduras de madera son ya raras de encontrar y prima el acero por ser más higiénico y duradero, llegando a elaborarse cuchillos en una única pieza en lugar de dos.

Entre la amplia oferta disponible, destacar la calidad de los suizos Victorinox, el excelente acero forjado alemán de Wüsthof, el diseño y la eficacia de marcas niponas como Mac y Global. Y en cuanto a producto made in Spain, apuesta por Arcos. Y si todavía no lo tienes claro, acude a una de esas tiendas de toda la vida como la Cuchillería Viñas de la madrileña calle Atocha, donde sus 60 años de experiencia te ayudarán a escoger tu cuchillo ideal.

Un cuchillo afilado y equilibrado agiliza el trabajo en la cocina, es más seguro puesto que corta limpiamente sin necesidad de hacer fuerza y consigue mejores acabados al no aplastar los alimentos. ¿Alguna vez has visto llorar a un cocinero en la tele cuando corta cebollas? Pues ya sabes por qué.

Cada vez ganan más adeptos los cuchillos con hojas de cerámica, concretamente elaborados con dióxido de zirconio. ¿Sus principales ventajas frente a los metálicos? Son más ligeros, y mucho más afilados y por más tiempo. ¿Inconvenientes? Se rompen con los golpes y caídas y son difíciles de afilar en casa, ya que se necesita una piedra de afilar de diamante. Si te decides a probarlos, los mejores son los japoneses Kyocera.

Después de estas nociones, estás listo para comprar unos cuchillos como Chef manda. No es cuestión de asaltar Albacete y venir cargado como un bandolero, basta con hacerse con los 3 básicos:

-          Cuchillo de Chef, también llamado cebollero. Su hoja es grande, ancha y terminada en punta y debe tener un tamaño tan grande como nuestra muñeca sea capaz de manejar cómodamente, entre 18 y 30 cm. Es el cuchillo básico, con el que podremos desde picar verduras a cortar un trozo de pastel.

-          Cuchillo de pan. Su hoja es larga, de unos 30 cm, estrecha y dentada. Como su nombre indica sirve para cortar el pan sin aplastarlo. Muy útil también para cortar bizcochos y hojaldres.

-          Cuchillo pelador, o puntilla. Pequeño y manejable, con una hoja de entre 6 y 10 cm tremendamente afilada y puntiaguda. Diseñado para pelar frutas y hacer cortes finos o trabajos detallados.

Respecto a su almacenaje, nunca jamás se deben guardar juntos en un cajón, ya que el roce y los golpes entre ellos deterioran la hoja. Lo ideal es tenerlos a mano, sobre la encimera y colocados en una tacoma (mejor de acero que de madera) o colgados en la pared sobre una estructura imantada.

Siguiendo estos sencillos consejos disfrutarás más cocinando, ahorrarás tiempo y le callarás la boca a los próximos cotillas que espíen tu cocina. Existen otros muchísimos tipos de cuchillos, cada uno con una función concreta: deshuesar, trinchar, filetear, para cortar o untar queso… pero tú empieza con los 3 básicos y que el gusanillo de lo bueno, haga el resto.

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