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¿Hasta cuándo serán noticia los Franco?

Carmen Martínez Bordiu en el segundo aniversario de la obra de teatro La Llamada (Cordon Press).

Hace poco más de una semana, Cynthia Rossi, hija de Carmen Martínez-Bordiu y bisnieta de Franco, aterrizaba en España para amadrinar una nueva colección del departamento de decoración de El Corte Inglés. La joven, pintora de profesión -aunque licenciada en Derecho-, aprovechaba para atender a los medios y relatarles su anónima vida en un apartamento de soltera en pleno centro de París, que combina con la casa de su padre en las afueras, donde ha instalado su estudio. Una existencia, a priori, ideal que sería la envidia de muchos españoles. Y es que Cynthia Rossi es una privilegiada. Desde su nacimiento, la bisnietísima ha ocupado páginas y páginas de las revistas del corazón -más a instancia de su madre que, seguramente, de ella misma-, la hemos visto crecer delante de nuestros ojos y nos ha contado cada uno de los eventos clave de su vida. Son las ventajas de apellidarse Franco. 

“Creo que fue el que salvó a España” 

Tanta ha sido la generosidad de los españoles -y, sobre todo, de los encargados de realizar la transición- con la familia Franco que estos han terminado por perder de vista las implicaciones de la figura del dictador en la historia nacional. “Creo que [Franco] fue el que salvó a España, le dio modernidad y la abrió al mundo. Ha gobernado España, bien o mal según quien lo piense, pero lo hizo. Lo veo como alguien muy importante y controvertido, pero ante todo lo veo como mi bisabuelo, como parte de mi familia y de la historia de mi país que asumo”, ha afirmado Cynthia Rossi en el último número de Vanity Fair -también ha asegurado, en otras ocasiones, que el pasado de su familia nunca le ha incomodado-. Declaraciones absolutamente inimaginables en otros contextos sociales, en otros países que hayan pasado por lo mismo. 

No es el primer miembro de la familia Franco que saca la cara por el dictador. Su nieta, Carmen Martínez-Bordiu, llegó a declarar que “hizo muchas cosas buenas, pero se le ha demonizado”, mientras que su nieto Francis le calificó como “un gran tío, una buena persona (…). Era divino y muy familiar”. Y tampoco es la primera vez que los actos de los Franco remueven la conciencia social. Ya lo hicieron con el posado a trío -hija, nieta y bisnieto del dictador- en el Valle de los caídos para el suplemento de El Mundo en 2004 y la apertura del polémico Pazo de Meirás en la revista Hola. Los Franco parecen vivir ajenos a la actualidad, a la historia y el mismo concepto de dictadura. ¿De verdad piensan que Franco fue el que 'abrió España al mundo'? ¿El que le dio modernidad? Algo no acaba de cuadrar. 

Imagen dulcificada 

Aun así, la culpa de gran parte de esto la tenemos nosotros. Los medios han dado su lugar a los Franco. Les han tratado como reyes, les han ofrecido portadas y han dulcificado su imagen para desligarla de los horrores de la guerra y la dictadura. En lugar de la nieta del caudillo, se ha potenciado la imagen frívola, despreocupada e incluso divertida de Carmen Martínez-Bordiu. La crónica social ha ensalzado la figura de los Franco, obviando todo su pasado y ellos han encontrado ahí su legitimación. Evidentemente, nadie debe ser marcado por los actos que cometieron sus familiares y antepasados, siempre, claro, que no se aproveche de los mismos e, incluso, los relativice. 

¿No debería ser momento que tomásemos una determinación al respecto? ¿No va siendo hora de poner las cosas en su sitio? Tal vez la regeneración democrática también debería extenderse más allá de los partidos políticos. Tal vez el corazón también necesite un buen soplo de aire fresco.

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