Kissinger, la leyenda de la diplomacia internacional, se reúne con Xi en Pekín a sus 100 años

"Viejo amigo", así ha recibido este jueves el presidente de China, Xi Jinping, al mítico ex secretario de Estado estadounidense, Henry Kissinger, en un encuentro no oficial que ha terminado por convertirse en una cita icónica. La reunión ha dejado una imagen simbólica: una de las figuras más relevantes de la política internacional del siglo XX haciendo diplomacia a sus 100 años, junto a uno de los grandes líderes más del panorama mundial.

El encuentro se ha convertido en un acto cargado de simbolismo diplomático en un momento en el que las posiciones entre Estados Unidos y China vuelven a distanciarse y en un contexto en el que la guerra de Ucrania viene marcando la agenda internacional desde hace más de un año. El viaje a China del reconocido diplomático no se esperaba y ha sido una sorpresa para muchos. Kissinger se ha reunido en Pekín con el presidente Chino en la Casa de Huéspedes de Diaoyutai, antiguo jardín imperial en el que algunos jefes de estado se quedan a pasar la noche y a entrevistarse con los mandatarios del país asiático.

El líder chino ha resaltado que la visita de Kissinger es "de especial importancia", ya que el diplomático celebra su 100 cumpleaños además de haber estado en su país más de 100 veces. "La combinación de estos 'dos cienes' hace que sea significativa", ha comentado durante la reunión

Por su parte, Henry Kissinger ha calificado de "honor" su última visita al gigante asiático, y además, ha destacado que la relación entre los dos países está relacionada con "la paz mundial y el progreso de la sociedad humana".

Kissinger, considerado como la figura más relevante de la política exterior de Estados Unidos, cumplió los 100 años el pasado 27 de mayo. Medio siglo después de aquellos años en los que el ex secretario de Estado de Nixon y Ford marcaba la estrategia estadounidense respecto a sus vecinos de Pekín y Moscú, sigue defendiendo el acercamiento diplomático entre EEUU, Rusia y China.

A pesar de que su carrera ha estado marcada por la política de intervención indirecta del país norteamericano en países como Chile y Argentina en la época en la que EEUU y Rusia se jugaban el trono como primera potencia a nivel mundial, la figura del político estadounidense marcó un antes y después en la historia del siglo XX.

El ex secretario de Estado propulsó el acercamiento entre Estados Unidos y la china comunista de Mao, haciendo posible una fotografía histórica como fue la visita del presidente Nixon a China en el año 1972. Su "política de distensión" cambió el rumbo de la historia e implantó una nueva forma de ver la política exterior en la que la violencia se convirtió en el último recurso.