Quantcast

Internacional

Alemania, Italia, Hungría... el gas ruso abre brechas en la Unión Europea

El gasoducto para transportar gas ruso directamente a Alemania a través del mar Báltico, saltándose a Ucrania, es uno de los asuntos que con más frecuencia sale en las relaciones bilaterales de Bruselas y Moscú

Rusia marca nuevo récord de muertes y se acerca a 30.000 contagios diarios
El presidente de Rusia, Vladimir Putin EFE

La dependencia del gas ruso en los países europeos está imposibilitando alcanzar una postura común con respecto al conflicto en Ucrania. Varios estados de la unión están sujetos a este suministro y recientemente se han mostrado contrarios al envío de tropas y armamento. Este martes, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se reunió este martes con el primer ministro húngaro, Viktor Órban, en un encuentro en el que, entre otros tremas, han profundizado su compromiso y colaboración para el tránsito de gas ruso. "Estamos dispuestos a incrementar la cooperación mutuamente ventajosa en ese terreno, sobre todo teniendo en cuenta que el gas es el combustible más limpio y ecológico en la transición a la energía verde", expresó Putin en el encuentro.

Este mismo martes, Putin también prometió al primer ministro italiano, Mario Draghi, que habrá un suministro "estable" de gas natural hacia Italia, menos de una semana después de una polémica reunión entre el mandatario ruso y directivos de grandes empresas del país transalpino en la que se trató también la seguridad energética.

Hace unas semanas, cuando se vivían los momentos más tensos en la frontera Ucraniana y varias potencias como Estados Unidos y Reino Unido aceleraban los envíos de armamento a Ucrania, Alemania se mostró contraria a mandar armas al país. El Gobierno alemán debe hacer todo lo posible para desescalar la situación de crisis, señaló la ministra de Defensa, Christine Lambrecht. "El suministro de armas no sería útil en este momento. Ese es el consenso en el Gobierno federal", explicó hace dos semanas.

'Nord Stream 2', sobre la mesa

El gasoducto para transportar gas ruso directamente a Alemania a través del mar Báltico, saltándose a Ucrania, es uno de los asuntos que con más frecuencia sale en las relaciones bilaterales de Bruselas y Moscú. La Comisión Europea insiste en que no es un proyecto que responda a los intereses europeos y se limita a decir que revisará que cumple con la legislación energética cuando llegue el momento.

Para los eurodiputados, el gasoducto tiene "implicaciones políticas" y han pedido que se tenga en cuenta a la hora de calibrar la reacción europea a la crisis con Ucrania. "El presidente, Vladimir Putin, debe evaluar que tiene poco que ganar y mucho que perder si toma medidas contra Ucrania", concluyó la eurodiputada francesa y presidenta de la comisión de Defensa, Nathalie Loiseausobre las posibles medidas contra Moscú.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.